Los hombres se encontraban reunidos en la mesa del comedor escuchaban con atención las indicaciones de Joel, el encargado de mantener en orden la mansión y los negocios en Puerto López. Joel era un hombre alto, moreno, ojos negros, cabello en corte militar. Con tan solo su mirada controlaba a sus hombres, excepto a Lucas.
—Nuestro amigo Danny ha regresado después de un año —dijo Joel, mientras todas las miradas se posaban en el joven de ojos claros—. Él nos acompañará por unos días, así que quiero que lo pongan al día sobre cómo está la situación por aquí.
Todos los hombres asintieron en respuesta al pedido del moreno.
— ¿Dónde esta Lucas, Kelvin y Riss?— preguntó Danny, al ver que sus amigos no estaban desayunado junto con ellos.
— Regresaron a Sinaí. En el sótano de tu vivienda esta dinero en efectivo; deben traerlo hasta aquí. — Hizo una pausa antes de continuar — Danny anoche trajeron a una chica ¿ Donde esta?.
Los hombres, que mordisqueaban los alimentos de sus platos, volvieron a posar la mirada sobre Danny.
«La chica »
Danny recordó la imagen de la chica y, sin pensarlo, escupió el alimento sobre la cara de su compañero. Y salió corriendo del comedor, ante la mirada atónita de los demás hombres que compartían el desayuno.
« Se habrá escapado »
La chica no había hecho ruido en todo mañana y aunque era casi imposible que saliera debido a que la dejo en el piso tres y las ventanas estaban cubierta de rejas.— Pero ella es delgada — su mente respondió jugándole en contra.
Abrió la puerta de la habitación sin previo aviso; solo quería encontrarla, de lo contrario Lucas terminaría con su vida, sin importar la amistad que tenían.
—¡Ahhh! — grito la joven, al ver a Danny colorarse en la habitación.
Danny abrió los ojos de forma exagera, su bellos se pusieron de punta , al ver que la joven se encontraba completamente desnuda. Apenas el joven de ojos grises pudo girar sobre sus talones para apartar su mirada.
— Además de criminal, ¡Pervertido! —gritó la chica, cubriéndose su cuerpo con una sábana.
— No te estoy viendo — Danny no se disculpó — Vístete en el armario hay ropa.
La joven, cubierta con las sábanas, se acercó al armario. Allí había jeans, camisetas y sudaderas. Se vistió con esas prendas que le quedaban grande.
— Vamos a comer — dijo Danny, una vez que la chica que ya se había vestido.
La joven quien doblaba las bastas del pantalón, dejo de lado, se paro derecha y contestó — Que lo traigan aquí o no comeré. En su mente había maquinado todo un plan de escape y la hora de la comida sería perfecto. No iba esperar que su madre venga a su rescate.
Danny no pudo evitar reírse ante la petición de la joven — Ja, niñata sino bajas morirás de hambre.
La joven quería decir que no, pero su estómago reclamaba comida. No tuvo más opción que hacerle caso a su secuestrador. Danny colocó las esposas en sus muñecas antes de bajar.
Lajoven entró al comedor, donde una mesa grande estaba decorada con un frutero. Alos costados había anaqueles con toda clase de licores y sobre estos habían dos enormes televisores. Al frente había unarco en forma de puerta que daba a la cocina. En la mesa solo estaba un hombre moreno, este no le quitaba los ojos de encima.
La joven se sentó nerviosa y al mismo tiempo una mujer casi de su misma edad salió por debajo del arco sus manos sujetaban una bandeja llena de comida.
La mujer con una sonrisa le sirvió el desayuno. Los ojos de la joven se abrieron al ver tanta comida, agradeció a chica y sin importar que el moreno la seguía observando, elevo sus manos atadas, agarro el sándwich y empezó a mordisquear de una forma muy peculiar.
— Quítale las esposas — dijo Joel, al ver que se le dificultaba comer.
La joven al escuchar la voz gruesa del moreno, casi se atraganta con el alimento.
— Tranquila nena, espero que tu madre cambie de parecer — el moreno vociferó , mientras Danny le quitaba una esposa y la ato a la silla. — Nena disfruta la comida — termino y se marcho a continuar con sus actividades.
Mientras la joven comía, Danny encendió la TV, sintonizo en las noticias. En pantalla de estaba la fiscal Paula en una entrevista en directo y en una esquina estaba la foto de una chica de cabello negro, ojos miel grises similares a los de Danny.
"Mi hija fue secuestrada ayer en la tarde y hasta ahora no se de paradero. Por favor, si alguien ve a esta joven de la foto, por favor reportar a la policía"
— Mi madre — la joven exclamó viendo a su madre en la TV. — esta buscándome, pronto me encontrara y ustedes serán arrestados — gruño peli negra.
— Tu madre — Danny apagó la TV y giró a verla — Se ve que no conoces a Paula, dime ¿ acaso sabes quien es tu padre?, ¿conoces a tus abuelos o tíos o familiares de tu querida madre? — Danny río divertido.
Al escuchar oír las palabras de Danny, los ojos de la joven se cristalizaron.
— Mi padre murió atrapando a criminales como ustedes, cuando yo apenas tenía meses, por eso mi madre se especializó en leyes y ahora es fiscal, para encerrarlos a todos. — finalizó la joven gritando.
Odiaba tener que explicar a esos criminales su vida.
Danny que conocía la verdad del origen de la peli negra, se quedó en silencio observarla llorar desconsolada. Se acercó a la joven y antes de esposarla le tendió un pañuelo para que limpiara sus lagrimas.
— Cielo — dijo la joven pelinegra.
— ¿Que? — Danny preguntó nervioso colocando las esposas.
— Cielo, es mi nombre.
(***)
Mientras tanto Lucas, Riss y Kev habían vuelto a Sinaí, necesitaban sacar el dinero de la vivienda de Danny. Sinaí era un barrio peligroso, ahí vivía la gente Brito " Los Tigres", eran enemigos de Gabriel Vega y aliados de Paula.
Esa mañana en Sinaí se libraba una sangrienta batalla entre bandas, los Tigres estaban tomando el control de las calles de Sinaí, luego del atentado en contra de Paula Córdova.