Creo.

Quiero creer que hay algo más allá de este mundo, que no somos los únicos, que hay mucho por explorar y conocer.

Me encanta pensar, que en alguna parte del océano, hay seres inexplicables habitando y que los seres humanos jamás podríamos comprender.

Creo en las energías de las personas, en las auras,en las chacras.

Una vez leí por ahí, que esa luz se dice que ves al final del túnel, es tu nueva vida y que la razón por la que lloramos al nacer, es que solo en ese momento podemos recordar nuestra vida anterior; que esas lágrimas liberadas por un recién nacido, son por querer volver a esa vida pasada.

                           Que interesante, ¿no? El hecho de que seamos inmortales, no de una forma física, sino que nuestra alma reencarne una y mil veces más.

Que en diferentes cuerpos, nuestra esencia prevalezca.

Y eso me lleva también, el creer que todo lo que hacemos en esta vida, lo pagaremos en la próxima.

Si fuiste bueno, te pasarán cosas buenas y sino, el karma te dará un puñetazo en medio de la cara.

No puede evitar creer, en esa leyenda china, que dice que un hilo rojo está atado a nuestro dedo meñique y al de nuestra alma gemela. Que por más que se estire o anude, este no se romperá y que en algún momento de nuestra vida, ambas personas se encontrarán.

¿Qué mejor que creer que hay algo más?¿Que hay mucho más por conocer?

Por eso, es que quiero creer, que creo y siempre creeré.