CAPITULO 7

Pov: Raquel

Entramos al hotel a las ocho menos cuarto, habíamos alargado bastante nuestra visita al pueblo, entramos a tres tiendas más, dos de ellas más modernas y la tercera era una especie de farmacia, pero con cosas muy básicas, por suerte para mi tenían cremas para bajar la hinchazón de cualquier tipo de golpe. Me lleve el libro del origen de este pueblo, me causaba mucha curiosidad ese capítulo de una maldición. Ema me dijo que seguro después de leerlo se me aparecería algún demonio o algo reclamando su libro, le dije que era muy boba y dejamos el tema, el camino de vuelta fue tranquilo, aunque he de decir, que según se iba el sol, este sitio adoptaba un aura rara, no llegaba a dar miedo, pero tampoco te sentías segura del todo. Paramos en el bar antes para comprar algo de cena, no había muchas opciones, y lamentablemente todo llevaba lactosa… Pobre Anastasia.

Al entrar vimos a Marina sentada con el móvil y Anastasia en el sillón de enfrente leyendo algo, o haciendo que leía, tenía la vista un poco perdida mirando a Marina.

-Hola, ¿Nos habéis echado de menos? -Pregunto Ema animada

-A vosotras no, pero a lo que llevas en esa bolsa muchísimo- Marina fue rápida a por las bolsas de comida

-Relájate que es para todas y habrá que calentarlo un poco- dije apartando las bolsas – voy a preguntarle a la dueña del sitio si nos deja usar su cocina

-Espera- me detuvo Anastasia- voy contigo.

Dejamos a nuestras amigas con una bolsa de patatas fritas que sabíamos que habrían desaparecido cuando volviésemos. Encontramos a la señora en recepción como siempre, dijo que no había problema en usar la cocina mientras que lo dejásemos todo recogido luego. La cocina era una muy normal, con sus fuegos para cocinar, un microondas y una nevera bastante grande. Metimos la tortilla al microondas y la pizza la metimos unos minutos al horno para calentarla bien.

-Tía- me llamo Anastasia- ¿Tú crees que Marina está bien? - la pregunta me pillo desprevenida- Es que antes, cuando os habéis ido al pueblo, Marina se ha quedado sola abajo y, cuando he bajado no estaba, pero cuando entró por la puerta note que había llorado, intente hablar con ella, pero no dijo nada, después se sentó y se puso con la Tablet hasta que habéis llegado vosotras, a lo mejor son cosas mías, pero es como si ocultase algo ¿no?

-En verdad yo también lo creo, sé que puedo parecer un poco paranoica, pero ha estado rara todo el día, desde el punto que no respondió esta mañana y algo me olía mal, ¿Has oído si ha hablado con Logan o algo? A lo mejor han discutido

-Puede ser, pero eso nos lo suele contar y si fuese algo más grave con respecto a el imagino que nos lo diría, yo creo que es algo de la universidad o de sus seguidores, no sé a apartado de la Tablet y el móvil ni un segundo.

- ¿Malas críticas en algo o que haya suspendido? Lo primero lo hubiésemos visto y de la universidad nunca se ha agobiado por una mala nota…

-No sé, solo doy ideas, ¿Crees que nos dirá algo si le preguntamos todas?

-Déjame a mí, a ver si me dice algo- Dejamos la conversación cuando oímos el timbre del horno.

Llegamos al comedor donde las chicas habían puesto una mesa para comer, no nos dio tiempo a dar un mordisco cuando llego el conductor del tren seguido de una tripulante de cabina y el resto de pasajeros aquí atrapados.

-Buenas tardes, siento haber tardado, nos costó mucho ponernos en contacto con la central

Se sentaron todos sin decir ni una palabra, expectantes de lo que dijese el señor.

-Siento comunicar malas noticias- respiré profundo para prepararme- me temo que, debido al mal estado de las carreteras de esta zona y la poca visibilidad aérea no podrán venir a por nosotros hasta dentro de unos días

Genial, esto era fantástico, atrapados en un pueblo perdido de la mano de Dios, sin cobertura y sin poder irnos por nuestros medios

-No- Dijo Manuel- Esto no puede ser, nosotros tenemos un evento en pocos días, tiene que haber alguna forma de llegar, vamos andando por las vías o algo- Esa idea no sería mala si no hubiese trescientos kilómetros de distancia.

-Esa opción no es viable, aun siendo menos distancia, los obreros tiene que arreglar las vías sin ningún tipo de obstáculo, si vamos paseando por las vías podríamos salir heridos

Manu y Cris se miraron decepcionados

-Entonces, no tenemos más opciones, ¿Eso es lo que nos está diciendo? - Estaba empezando a perder los nervios- Perfecto. ¿Nos pagara la empresa la estancia en este hotel o lo tenemos que pagar nosotros? - Todos asintieron en mi dirección- ¿Y si nosotras no llegamos a nuestro concierto nos lo pagaran? Y, por supuesto, nos devolverán el dinero de este trayecto ¿verdad? - Sabia que ni el conductor ni la tripulante tenían respuesta, pero no podía controlarme, ahora mismo lo único que pensaba era que teníamos que salir de ahí

-No se preocupen, su estancia en este hotel será pagada y todos los gastos que requieran, en cuanto a los eventos no sabría decirles, eso es cosa de la empresa- estaba muy nervioso, se le notaba el tiemble de la voz, la tripulante solo podía mirar al suelo avergonzada.

-Bueno, vamos a calmarnos todos- dijo Ema- ellos no tienen culpa, están tan atrapados como nosotros. - En eso tenía razón- está claro que ahora no podemos hacer mucho, así que por qué no cenamos y mañana vemos que hacer, entre todos algo se nos ocurrirá.

Eso hicimos, nos sentamos todos en silencio a comer, cada grupo había comprado algo, decidimos ponerlo en una mesa y compartirlo entre todos, el conductor y la tripulante dijeron que volverían al tren, dormirían allí y por la mañana intentarían buscar una solución. No les discutimos su decisión, les dimos las gracias y se fueron.

No hablamos mucho durante la cena, estábamos todos bastante devastados y cansados como para hablar de algo que no tenía solución, intente hacer contacto visual con Cristian, no sé muy bien por qué, pero me apetecía hablar con él.