POV: Raquel
Estuvimos caminando un buen rato entre casas viejas, el sol no estaba todavía muy alto y la sombra que daban los árboles era bastante fresca, Anastasia iba haciendo fotos a todos los paisajes y se entretenía con cada animal que veíamos. Cris y yo íbamos hablando bastante sobre nosotros y nuestros gustos, me conto que Manu y él se conocen desde pequeños, sus familias eran vecinas del mismo edificio y bajaban juntos a jugar a la plaza, me pareció muy tierna la idea de unos Cris y Manu pequeños dando patadas a un balón.
- ¿Y vosotras? ¿Cuál es la historia? - me pregunto en un momento que paramos para observar algún pájaro que Anastasia le pareció escuchar
-Pues no tiene mucho misterio, Anastasia y yo nos conocemos desde pequeñas, desde los tres años más o menos, cuando teníamos diez años trajeron a Marina a nuestra clase, estuvimos juntas hasta cuarto de la eso, yo decidí hacer un grado medio y ahí conocí a Ema, la metimos en el grupo y desde entonces, hará unos siete años que somos este grupo de cuatro.
- ¿Ema y tu habéis estudiado lo mismo? - notaba cierta sorpresa en su tono
-No, ella lo dejo a los pocos meses de empezar, al final se cambió a una FP de programación
-Qué curioso grupo, no os parecéis ni en los planes de futuro
-Eso nos hace más interesantes-Ya lo sé, mi forma de ligar de vergüenza, pero no tenía más armas en ese momento
Seguimos andando un rato, empezaba a notarse calor del mediodía y me arrepentí de haberme puesto pantalón largo. Un poco más adelante oímos como algo de agua, al acercarnos descubrimos un pequeño lago con algunas barcas.
-Que chulo, podríamos venir luego a bañarnos ¿No? - propuso Anastasia, sentía que iba a fastidiar el momento, pero no me quedaba otra
-Tía, no crees que sería mejor pensar cómo salir de aquí, tenemos que llegar en tres días a la ciudad- Los dos me miraron serios, sabían que tenía razón
-Podríamos preguntar en el ayuntamiento, allí nos dirán la forma más fácil-propuso Cris
-Si, supongo que tenéis razón- dijo Anastasia un poco desanimada
-Deberíamos volver entonces- Me gire seguida de Cristian, cuanto antes nos vayamos, antes pasara toda esta movida
- ¿Podemos volver por ahí? Así vemos algo más- Anastasia señalo un camino que señalizaba el pueblo, dijimos que sí y nos pusimos en marcha.
Tras andar unos diez minutos por un camino claramente poco transitado, llegamos a un cartel con el nombre del pueblo.
-Namenlos, ¿qué es eso? - dijo Anastasia
-El nombre del pueblo tía, lo pone en el libro que compre ayer
- Que nombre más raro para un pueblo español
-Sera en alguna lengua antigua de alguien que vivió aquí halla por la era mesozoica
Cristian se rio de nuestra conversación, era cierto que nuestras frases solían ser muy irónicas sin darnos cuenta.
Seguimos andando por el camino que señalaba el cartel, había algo de madera y chatarra tirada por todos lados, los árboles estaban retorcidos y algo negruzcos, muchos tenían marcas raras y las cosas tiradas por ahí eran como rastros de obras, concretamente veíamos cables y tuberías anchas. No decíamos ni una palabra, era obvio que el pueblo era viejo, por eso no nos cuadraban todas esas cosas ahí, en mitad del bosque.
-Creo que hemos llegado ya- Anastasia se adelantó unos pasos ante de detenerla
-Tía, no te alejes, aquí hay muchas cosas, no te vayas a caer o algo
Retrocedió hasta nuestras alturas y acompaso el paso al nuestro, note como Cris estaba alerta, mirando a todos lados como si buscase algún tipo de peligro. Finalmente llegamos a los edificios.
-No es que quiera ser yo la más lista del pueblo- dije mirando al frente pasmada-pero el pueblo no estaba tan roto antes ¿Verdad?
-No…- dijeron los dos con la misma cara de incredulidad que yo
Avanzamos unos pasos hasta un cartel que decía:
¡Bienvenidos a Namenlos, empieza tu nueva vida aquí!
-Uy… que creps es esto, he leído suficientes libros de Stephen King como para saber que esto no es buena señal- Mi amiga no se equivocaba, esto era raro
-Quizás antes el pueblo llegaba hasta aquí, pero esta zona se abandonó por algo
Los edificios no eran más altos que dos plantas, había uno enorme que debió de ser el centro de algo importante, las calles estaban llenas de mala hierba y los árboles crecían entre ladrillos, había farolas antiguas y señales de tráfico tiradas en el suelo comidas por la vegetación
-Propongo volver- Cris dijo lo que pensábamos todos
-Me parece una gran idea, aquí podría haber animales salvajes- puntualizo Anastasia
-O algo peor- dije mirando fijamente una ventana en la cual me pareció ver luz- personas.