Capítulo: 2

Natalia

No dejo de mover mis manos frotándolas una con la otra a medida que el auto se mueve, puedo mirar hacia fuera, no se molestaron en cubrir mi rostro y es claro lo que va a suceder conmigo, tengo un nudo en mi garganta que no me deja pronunciar palabra alguna, miro al hombre frente a mí que no ha dejado de apuntarme con un arma desde que salimos del hospital, me van a matar, eso es claro, mis manos van a mi vientre y acaricio este, no puedo morir, no ahora, siempre me han gustado los niños y siempre he soñado con ser madre, ahora estoy embarazada, no quiero morir ahora, el auto se detiene y el hombre mira mis ojos.

—Baja, hemos llegado —su mirada fría solo me provoca más miedo, estoy a punto de morir de un infarto con cada paso que doy hacia una casa que resalta entre los árboles, trago en seco cuando la puerta es abierta y el sujeto me empuja hacia dentro.

—No he traído ningún equipo y

—Descuide, todo está preparado, solo nos hacía falta el médico

—¿Pero no es mejor ir al hospital? —el hombre ríe a carcajadas tomando mi brazo y guiándome por la casa, la cual no es tan grande como me imaginé, pero todo en ella me da miedo, son delincuentes, llamó jefe al hombre que tengo que salvar, debe de ser un narcotraficante, un mafioso, alguien muy malo. Una puerta se abre y entramos al cuarto que no le envidia nada a un quirófano, mi boca se abre en una O, tienen absolutamente todo lo necesario.

—Sálvalo —señala al hombre en una cama, voy hacia este con paso lento, hay una chica presionando la herida de su abdomen, yo miro su rostro, le conozco, mis ojos se abren como platos, es él, ese que en todos estos meses no ha salido de mis sueños, el mismo hombre que salvé hace unos nueve meses, también tenía un disparo y habían dicho que lo habían asaltado, ahora estoy segura de que eso era mentira, es un mafioso, uno muy peligroso. 

—¿A qué espera? —miro a la chica que está llorando —haga algo —yo simplemente estoy paralizada, pensé que jamás le vería

—Sálvalo —miro hacia el hombre que levanta su arma y me apunta —más le vale que el jefe viva o usted muere —solo asiento rápido y comienzo a moverme pero sin dejar de recordar el pasado.

Flashback:

Miro a través del cristal al hombre que hace ya más de una semana está en coma, su barba ha crecido algo, sonrío un poco con ganas de enredar mis dedos en su cabello, por Dios, ¿qué estoy pensando? 

—Si James te ve mirándolo así estará celoso —dice mi amiga que se detiene a mi lado

—No estoy haciendo nada malo, solo observo a un paciente

—Ya no es tu paciente amiga mía, salvaste su vida, pero, sin embargo —me mira —llevas todos los días desde la operación viniendo a verlo —enarca una ceja y dejo de mirarla

—Está en coma y no sé la razón, todo salió bien, pero no despierta, me preocupa Ángela

—Nati no es tu primer paciente, pero es el único al que miras con esos ojos y al cual no dejas de visitar aunque no te juzgo, está más que bueno joder —sonrío volviendo mi mirada hacia él, Damon dijeron que se llamaba.

—No sé que insinúas pero deja de hacerlo

—No insinúo nada, te gusta, no lo niegues

—Por Dios Angi —la miro —amo a James, estoy casada con este y lo amo

—No he dicho lo contrario Nati, solo digo que el paciente buenote con cara de mafioso te atrae y eso es bueno, pensé que toda la vida ibas solo a tener ojos para el soso de James —ruedo los ojos y resoplo

—Solo tengo curiosidad —murmuro alejándome unos pasos del cristal, pero sin dejar de mirar a Damon —lleva más de una semana aquí en coma, tiene en su pecho el rostro de una mujer tatuado, pero no he visto ni siquiera un día a esa mujer

—Hay que estar muy enamorado para hacer eso —mi amiga bufa, enamorado o loco, no está claro —quizás está muerta —ella también mira hacia él

—No lo creo, cuando llegó hubo minutos en los que estuvo despierto y no dejaba de repetir un nombre, Alexa —musito el nombre con la curiosidad a mil, quien será —y estoy segura de que es la del tatuaje

—Bueno, algo muy malo debió hacer él para que el amor de su vida no venga a verlo.

—Quizás —mi amiga ríe

—En fin, parece un ángel, pero no lo es, así que ya deja de mirarlo tanto, es un paciente y por muy bueno que esté está en coma —bufo —me chivaré con el director del hospital —ella ríe

—Hazlo, no estoy haciendo nada malo

—Solo acosando a un pobre inocente —se burla —tienes suerte de que el director sea tu padre —viro los ojos

—Vete ya y no fastidies más Angi —riendo mi amiga se aleja, yo miro a las únicas tres personas que siempre están con él y niego con la cabeza, ¿qué estoy haciendo? ¿Qué me pasa con él? Debería ya dejar de venir, sí, eso haré. 

Fin del Flashback

Salgo de la habitación y fuera hay muchos esperando saber algo sobre el hombre al que acabo de salvar la vida, ese al que en todo un mes no pude dejar de visitar en el pasado y al cual no había visto más hasta ahora aunque en la noche visite mis sueños, cosa que nunca le dije a nadie ni le diré. 

—Diga que está bien por favor —pide una mujer mayor acercándose a mí y toma mis manos —por favor —sus ojos están rojos de tanto llorar y la reconozco, fue una de esas personas que en el pasado estuvo con él.

—Él está bien, aún no despierta por la anestesia, pero pronto lo hará —digo mirando como ella sonríe ampliamente y me abraza.

—Gracias, muchas gracias —bruscamente soy separada de ella por un hombre, uno que también reconozco

—Usted viene conmigo

—¡¿Qué?! —me altero cuando casi me arrastra alejándome de todos —salvé la vida de ese hombre, por favor, no me mate, no dire nada, yo nunca estuve aquí, yo —me empuja hacia una habitación, yo retrocedo con miedo a él

—No se hace nada hasta que el jefe despierte, él decide su destino —la puerta es cerrada dejándome sola en una habitación vacía en la que solo hay una cama, el jefe decide, espero tenga algo de humanidad y sepa agradecer, una vez más mis manos van a mi vientre sabiendo que mi destino está en manos de ese hombre que es claro que hasta se droga por las marcas en sus brazos, lo peor de todo es que mis padres y James creen que sigo fuera de la ciudad por la mentira que inventé para darle una sorpresa al infeliz, ¿alguien me estará buscando? Espero que Ángela si o estoy perdida.