Capítulo: 17

Natalia

Salgo de la habitación y camino hacia la de Luke, a diferencia de la otra vez cuando los guardias me ven ellos mismos abren la puerta, al entrar enarco una ceja algo confundida y las tres chicas que hay aquí me miran, observo el lugar, el cual se asemeja a una cárcel, hay guardias, hay cámaras y aunque todo está decorado como la habitación de un niño la sensación de encierro es horrible, Luke que está en el suelo jugando alza la mirada y sonríe un poco, todo lo demás desaparece con esa hermosa sonrisa y camino hacia él.

—Hola precioso —digo tomándolo en mis brazos, sonrío mirando sus hermosos ojos bastante parecidos a los de su tío —soy Natalia —él ríe tocando mi rostro —¿quieres dar un paseo? Yo sí quiero

—Luke no puede salir de aquí sin Damon —dice una de las chicas, yo la miro, luego observo a las otras

—¿Ustedes son? 

—Sus niñeras —enarco una ceja, está claro que Damon no es normal, tiene tres niñeras para un solo niño, uno al cual mantiene como si fuera de cristal.

—Bien, yo soy la futura esposa de Damon —por sus caras se nota que ya saben, ¿las habrá Damon llevado también a ellas a su cama? De solo pensarlo, el estómago se me revuelve —y, por tanto, la dueña también de este lugar, Luke saldrá conmigo

—No podemos permitirlo —dice una dando un paso hacia mí —Damon no nos ha dicho nada, si quisiera que usted saliera con Luke nos lo diría —ella extiende sus manos tomando a Luke, dejo al pequeño ir mirando la sonrisa de la chica, es obvio que ha estado con él, y de todo, eso es lo que más me fastidia, miro hacia las cámaras y luego camino hacia la puerta sin deseos de seguir aquí y tampoco quiero discutir.

Entro a la cocina y me alegra no ver a nadie acá por lo que comienzo a preparar un café sin ninguna prisa dejando mi teléfono sobre la mesa, una vez que este está hecho tomo asiento sintiendo algo de paz, mi teléfono suena y lo miro, dejo la tasa de café a un lado y tomo este viendo que es un mensaje de mi madre, la cual me invita a comer con ella, es raro sí, pero quiero verla y saber lo que quiere decirme aunque estoy segura de que solo querrá decirme que ya no soy su hija.

—Frank —el hombre de confianza de Damon me mira cuando le hablo —necesito salir —él no dice nada, solo asiente y abre la puerta del auto, una vez que subimos veo que hace algo con su teléfono para después arrancar el auto, estoy segura de que le ha avisado a Damon, no me importa, soy feliz si me deja salir aunque me mantenga vigilada.

—Mamá —murmuro cuando me detengo frente a ella, la cual levanta la mirada al escucharme

—Nati —ella se levanta de su silla y viene hacia mí y me abraza, quedo congelada en mi sitio sin saber bien qué hacer, pero también la abrazo —te extrañé mucho —añade y las palabras no salen de mi boca pero sí las lágrimas.

El local en el que estamos es pequeño y está algo vacío, solo hemos pedido un café y prácticamente no hemos hablado, la tensión es palpable

—Mamá...

—Perdóname Nati —comenta colocando una mano sobre la mía —no debí alejarme de ti solo porque cometiste un error, eres mi hija y te amo.

—También te amo, ¿papá e Isis, cómo están? 

—Bastante bien, ya sabes tu hermana de fiesta en fiesta y tu padre en el hospital, ambas sabemos que ama a ese hospital más que a nada —sonrío viendo su risa

—¿Y papá aún no quiere verme verdad? —ella baja la mirada —y apuesto a que no sabe que estás aquí conmigo

—Dale tiempo hija, sabes como es él, además, queremos a James como a nuestro hijo —ella suspira, también yo, aunque solo lo hago para tragarme las cosas que sé de este —no sé que pasó Natalia, parecías feliz con James —y lo era —¿qué pasó hija? Ustedes se amaban mucho, James aún te ama.

—Conocí a Damon y no, no le fui infiel a James, dejé a este para estar con Damon —mamá bufa

—Lo dejaste sin hablar con él Natalia, esas cosas no se hacen, ¿y quien es Damon? Jamás lo habíamos visto y tiene una actitud horrible, parece un mafioso —lo es —tiene guardaespaldas con armas y es

—Alguien importante mamá con mucho dinero, por eso los guardias —ella respira hondo sin creerse nada, la conozco mejor que a nadie y sé que está algo confundida

—James la ha pasado mal, está muy mal hija, te quiere, ha llorado por ti, le pediste el divorcio, el pobre está destrozado —no lo estaba cuando me era infiel —creo que deberían hablar Natalia

—No tengo nada más que hablar con él

—Lo siento hija, pero lo quiero a él como a un hijo —me tenso un poco

—¿mamá qué has hecho? 

—Hola Nati —esa voz me hace levantarme y mirar hacia atrás, James está frente a mi vestido con un elegante traje aunque parece que hace días que no se afeita, ya que tiene un poco de barba.

—Los dejaré solos

—no, no mamá —no logro alcanzar a esta porque él toma mi brazo con cuidado

—Nati debemos hablar —susurra mirando mis ojos —por favor, solo dame unos minutos, lo necesitamos —me pierdo en sus ojos recordando el día en que nos juramos amor eterno y aunque sé que no debo me vuelvo a sentar, James se sienta frente a mí, sus ojos están con una profunda tristeza que me hacen sentir mal, no Natalia, no, él me fue infiel.

—Eres un cínico al decir que me amas

—Te amo, solo cometí un error ¿vale? 

—¿Un error? —me altero —James me fuiste infiel con una mujer James, con una cualquiera —sus ojos se entrecierran 

—No sabes con quién

—Ni me interesa y aunque me digas que fue pago no puedo perdonarte eso James, fue en mi casa, en nuestra cama —mis ojos se llenan de lágrimas

—Natalia te amo a ti, aquello no fue importante, fue un error que no pienso repetir

—Parecías feliz —él baja la mirada

—Fingía —resoplo y trato de ponerme de pie, pero él también lo hace y toma mi brazo, se acerca a mi dejándome acorralada contra la mesa.

—Déjame ir James

—Sé que me amas Natalia, no echemos a la basura nuestro amor por un error —James toma mi rostro haciendo que le mire —sabes que te amo —y eso pensaba, si no lo hubiese visto ese día jamás hubiese pensado que él me era infiel aunque me lo hubieran dicho