Pesadillas de una pasión

1.- La fiesta.

Era de noche, el silencio arrebataba mi ansiedad y las manos me temblaban de estar encerrado.

Le hablaba a mi querido compañero de cuarto para saber en qué momento nos dejarían salir porque ya me estaba volviendo loco por querer salir a ver qué diablos sucedía afuera, mientras tanto mi compañero de cuarto decía que duerma y aproveche porque luego nos harían hacer actividades. Un sonido de campanario retumbo el lugar y se escucho una voz que nos llamaba a cenar, por fin después de largos 20 minutos esperando.

Con dos amigos nos encontramos rápidamente en el mismo pabellón por lo que decidimos ir juntos para hablar y jodernos mientras el resto nos llegaba al pincho. Vimos como todos se comportaban de distinta manera a la que ya conocíamos normalmente, todos hablaban y se jugaban de lo mejor posible. Nos sentamos los tres juntos enfrente de unas chicas que en realidad no conocíamos y no sabíamos que tipo de conversación hacer a lo que mi amigo Gabriel dijo, les rapeo la biblia y caen causa.

  • Serás sonso Gabriel, no son de nuestro alcance.
  • Mira y aprende amigo.

Vi como Gabriel se les acerco y literalmente comenzó a rapear la biblia, que sinvergüenza este conchasumare dijo mi otro amigo Darío. Gabriel se tomo su tiempo mientras veía que las chicas se le acercaban mas para poder conocerlo mejor. Me quede sorprendido pero apenado a la vez porque Gabriel solo lo veía como juego y no se lo tomaba enserio.

Darío y yo empezamos a hablar sobre música mientras al fondo veía una hermosa mujer de piel blanca ojos claros y pelo castaño, era simplemente hermosa y de bonito cuerpo. Darío se dio cuenta que mas me fijaba en la mujer que en la conversación asi que me tiro una abofeteada para que me desawebe.

  • Ni lo pienses amigo, no está a tu alcance.
  • Solo mira y aprende Darío.

Me le acercaba poco a poco mientras que a un ritmo de música disco me movía llamativamente para llamar su atención a lo que me daba risa yo mismo por la estupidez que estaba haciendo me funciono y pude hablarle.

  • ¿Hola, como te llamas?
  • No debes saberlo querido, mejor vete antes de que te saque a bailar.

Le di mi mano y al ritmo de una canción ochentera le coqueteaba estúpidamente, sus ojos me encantaban y para un momento un poco mas intimo llamaron a todos ahora si para cenar. Volvimos a sentarnos y nos dieron de comer un buen arroz chaufa como buenos peruanos que somos, el chaufa estaba crudo.

Mi amigo Gabriel se cagaba de risa mientras que comíamos porque la comida nunca se debe de desperdiciar, para esos largos momentos miraba a la chica que tanto había llamado mi atención mientras que a lo lejos ella me miraba sonriente como si fuera alguien atractivo, cosa la verdad no creo serlo, pero todo hombre tiene lo suyo. Apenas terminamos de cenar nos dejaron libres y que disfrutemos del lugar como buenos jóvenes que somos.

Empezó la fiesta y mis amigos y yo nos pusimos el plan de si quiera ligarnos a una esa noche, Gabriel se fue por su camino por una chica de proporciones sumamente llamativas, pero no era de cualquier gusto. Darío y yo decidimos quedarnos en el mismo lugar mientras ambos nos fijamos en una chica que estaba sola la verdad, no le hablaba a nadie ¿Por qué?

Le dije a mi amigo que le hablé, después de todo no perdía nada, pero mi amigo no quería hacerlo porque quizá y tenia novio, decidimos dejar eso yo me puse en busca de algo interesante por hacer a lo que fuimos con un grupito de mujeres que estaban hablando de probabilidades con todos los hombres que estaban en la fiesta. Pregunte si yo y mi amigo nos podíamos unir y aceptaron para lo que empezaron el juego de cuanta probabilidad hay de hacer algo, yo y mi amigo fuimos pendejos porque decíamos que besen el piso, pero ellas como si nada accedían. Luego de estar un rato jugando preguntaron nuestros nombres y dije, yo me llamo Pepe y el es Pepito, un gusto conocerlas chicas.

  • ¿Pepe, Pepito? Jajaja.
  • Yo los conozco muchachos, tu y Darío son demasiado pendejos.

Tuvimos que decir nuestros verdaderos nombres, pero seguimos adelante con el juego para tratar de entretenernos mientras tanto asi que aleatoriamente empecé a hablarle a una.

  • ¿Cómo te llamas?
  • Me llamo Brenda, un gusto.

Empecé a hablar con la chica de varios temas para tratar de buscar algo en común y agarrar la confianza suficiente para sacarle su número. Se volvieron a escuchar las campanas y llegaron los encargados del viaje y dijeron. Revisamos cada mochila y maleta del lugar y la verdad estamos muy decepcionados, encontramos en una mochila algo muy terrible y no sabemos como es posible esto sinceramente.

Todos empezamos a hablar de eso y yo estaba asustado por si encontraban mis dulces, pero recordé que me los había olvidado antes de subir al bus, me tranquilicé y con mi amigo fuimos a buscar a Gabriel para investigar que encontraron en la mochila y porque había decepcionado a los encargados.

Darío, Gabriel y yo fuimos en busca de qué diablos había sucedido para lo que un amigo nos llamó y nos dijo.

  • Que pedazo de pecadora mano, encontraron un consolador en la mochila de una de las chicas.

Rei fuertemente, pero logre contenerme, estaba dudoso de saber si era verídico lo que había escuchado para lo que los encargados nos mandaron a todos a dormir y relajarnos porque mañana sería un día lleno de actividades. Era horrible no tener noción del tiempo y tampoco saber dónde estaba habitando en ese momento.

Camine hacia mi habitación y mi compañero de cuarto cerro la puerta y se metió a darse una ducha, yo me cambie para estar más cómodo, me tire en mi cama y mierda estaba más dura que dormir en una piedra, me puse a pensar en mi familia y en como este viaje me ayudaría como persona a lo que mi compañero de cuarto dice.

  • Putamare mano, no hay agua caliente.
  • Jajaja, ¿bajaste los dos llaves?
  • Si weon, tamare




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