Pétalos de lobo

#10"herida del pie"

Su mirada esta clavada en mi, realmente me siento incomoda por como me mira, su mirada es de preocupación o lastima, probablemente las dos. No me gusta que me mire así,¿por que no me sonrie como siempre? Se ve mucho más lindo sonriendo y siendo feliz como siempre lo veo.

—yo creo que ya estoy mejor—me intento parar pero el me lo impide.

—porfavor, descansa, acuéstate un rato ¿quieres que te traiga algo? Tienes hambre?sed?—aun que me gustan sus atenciones realemente no me gusta no verle sonriendo. Niego.

—va a anocher y realmente no conozco mucho el camino así que lo mejor seria que Oliver y yo nos marchemos—miro a Oliver el cual no dice nada, esta solo allí parado como estatua.

—no te preocupes por eso...—el no termina de hablar por que la puerta es abierta, desde donde estamos solo podemos escuchar la puerta pero no ver quien es. Hasta que se acerca, casi ruedo los ojos al verla.

—¿Meiling?—ella se acerca con una sonrisa hasta llegar a el, le abraza. —¿como...que haces aquí?creí que hoy estudiarías para la prueba de mañana.—ella se ríe algo "tímida"

—bueno es que Ginger me hablo diciéndome la situación —su mirada posa en mi luego baja a mi pie herido.

—¿Ginger?— Ciro voltea a verla serio y ella simplemente se hace la ignorante. Esperen ¿cuando la llamo? Que yo sepa esta niña a estado de metiche hasta casi me tiendo su cara en lo que me curaba su hermano ¿cuando la llamo? No creo que haya sido cuando nada más paso lo de la herida por que veníamos corriendo, no creo que ni diera chance de sacar su celular, menos para marcar y contarle la situación sin que uno de nosotros la haya escuchado, ¿entonces como esta ella aquí?. Da igual yo prefiero irme.—no, Hanna no te levantes—el me ayuda a recostarme denuevo.

—ya se hace tarde.

—si, tienes razón —responde la estúpida esa como si con ella estuviera hablando.

—quédate un poco más¿si?—su cara de suplica hace que asienta rápidamente, se ve muy lindo aún que prefiero que sonría.

—Ginger y Meiling ¿por que no van a pedir algo para que comamos?— las dos se apresuran a ir, siendo alcanzada por Oliver. Ciro parece algo irritado. Quizás le molesta que yo esté aquí.—no te preocupes por la hora, yo te llevare a ti y a Oliver en mi auto—me sonrie y yo le devuelvo la sonrisa.

—espera —me doy cuenta de algo—¿dijiste tu auto?—levanto una ceja curiosa. Asiente. Frunzo el ceño—¿que edad tienes?

—17—mi cara de sorpresa es muy notoria.

—¿tienes 17 y un auto?—asiente. Yo no tengo ni para un labial y el ya tiene hasta auto, genial.

—¿cual es tu edad?

— yo tengo 19. —lo que creí que sería una linda platica de conocernos es interrumpida por los 3 que se habían ido, pero vienen acompañados con dos chicas uniformadas de sirvientas,no inventes ¿tiene hasta personal para eso? Definitivamente es muy rico, bueno sus padres.

—Buenas tardes —dicen al unisono. Ciro solo las mira y luego a mi.

—galletas recién horneadas y jugo de naranja recién extraído —se escucha apetecible.

—¿quieres Hanna?—asiento. Ellas nos sirven a todos.—¿quieres pedir algo más?—yo niego. Si, que se vaya esa Meiling.

—Ciro—todos volteamos hacia ella que le llama—ya me contacte con el chico que nos toca hacer el trabajo, te parece si—ella comienza a hablar sobre cosas del grupo y el le sigue la conversación. Que tema más aburrido del cual no pude evitar voltear los ojos.

—¿Hanna no tienes hambre?—le miro y aun tiene esa cara de preocupación. Miro hacia mi mano que aun esta la galleta y en la mesa de estar aun esta mi vaso lleno.

—si,ahorita lo hago.—al poco tiempo Meiling recibe una llamada, de la cual solo dice que se tiene que ir. Yo hasta sonreí pero se me quito la sonrisa al escuchar la decir lo último.

—¿me llevas Ciro?

—claro, de paso puedo llevar a Hanna a su casa—no gracias, no quiero seguir respirando tan cerca el mismo aire que ella. —te llevare cargada Hanna—asiento por que no tengo de otra. El se agacha cerca mío y yo me subo a su espalda. Cuando salimos de la casa presto más atención, y miro extrañada al montón de hombres que hay alrededor, parecen muy fuertes, lo que no entiendo es que hacen rodeando la casa. —te voy a bajar despacio –yo dejo de ver esos hombres. El me baja despacio como dijo, yo me apoyo de un solo pie mientras el me abre la puerta, ire de copiloto. Ya todos adentro el empieza a conducir para mi casa. El se baja para cargarme en su espalda, mientras que Oliver corre a tocar la puerta para que nos abran, mamá es quien nos abre, nos mira curiosa.

—mamá Hanna se lastimó el pie.—que hermano más sapo tengo, esa parte me tocaba a mi. Ciro me sienta despacio en el sillon de la sala. Ella me inspecciona.

—¿como ocurrió?—me mira severa. Ay ya va a empezar pero mínimo no estará esa Meiling cerca para que mire como me humilla mi propia madre.

—Fue mientras jugaba.—me mira más seria.

—¿Por que jugabas? Tu tarea era vigilar a Oliver no jugar— agradezco que hayan visitas y se esté "conteniendo de no gritar"

—ya mamá —digo apretando los dientes sabiendo que ella detesta que haga eso.

—yo ya me debo ir,compermiso, buenas noches— el se va lo cual me hace sentir mal probablemente por que se que estando el aquí mamá no me gritara o regañara como ella lo quisiera.




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