Peter

Otoño del 2027

La tarde cada vez se oscurece más. Niños con disfraces no paran de tocar la puerta. "Dulce o truco": palabras que se repiten una y otra vez. Peter está solo en casa. Se detiene en el pasillo y ve el viejo calendario, se acerca a él y tacha la casilla de aquel día.

31 de octubre: Richard.

Se sienta en el sofá de la sala con todo cerrado. Escucha risas apagadas, murmullos entrecortados, sonidos de pasos provenientes de afuera. Alguien llama a la puerta. El sonido seco de unos nudillos contra la puerta de madera le inunda los oídos. Se acerca y abre la puerta con brusquedad.

No encontró a nadie.

Se asomó por la puerta para revisar el perímetro.

Vereda vacía. Silencio. El tacto del viento.

Peter cierra la puerta. Volvió a sentar en el sofá y encendió el televisor, apretaba los botones esperando encontrar algo, pero solo halló el molesto sonido de interferencia, hasta que la imagen se volvió negra, apareciendo después una cueva. Peter la reconoció al instante. Era el lugar favorito de su subconsciente para sus pesadillas. Donde yacía el cuerpo de Richard. El sonido de unas llaves comenzó a esparcirse por la habitación y, uniéndose al unisono, una voz juguetona dijo:

Peter, no debiste burlarte de él.

Él, su ira descontroló y pedazos te quiere volver.

Aguarda un poco, no te desesperes.

La paciencia es virtud para almas tan débiles.

Peter, no debiste burlarte de él.

Pedazos te quiere volver.

Las luces se apagaron y el sonido de las llaves empezó a hacerse más intenso. Hasta que la voz suplicante de Ricard le inundó los oídos.

—Peter, Peter... —dijo, jugando con su nombre, como si disfrutase pronunciarlo.

Peter se puso de pie tratando de alejarse de lo que comenzó a aparecer de la oscuridad. Largas piernas y brazos empezaron a avanzar por el pasillo.

—Peter… ¿Por qué fuiste tan malo conmigo, Peter?

Peter cayó al suelo. Una inmensa sonrisa sobrehumana apareció; largos dientes se dejaron ver.

—No pareces feliz de verme, Peter. Ven, diviértete conmigo —decía mientras se acercaba.

Peter se tragó cualquier intento por pronunciar palabras. El miedo había absorbido todo su cuerpo. Cerro los ojos, paralizado. Sintió un cálido aliento cerca de su oreja y un leve susurro lo erizó.

—Peter, Peter. Se paciente, querido amigo, pronto acabaré contigo.

Abrió los ojos, se encontró solo; lágrimas brotaron de sus ojos. Richard había vuelto.



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En el texto hay: #venganza, #homicidio, #fantasmas

Editado: 02.11.2024

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