Estela
Era 1ero de agosto en los Ángeles, el día en que todos los universitarios entraban a los campus, intentando demostrar que ya podían ser libres cuando ni siquiera podían encontrar su habitación ´´El gran cambio ´´ lo llamaban, si, el cambio de adolecente a gilipollas era el único que se veía.
Intentando no perderme entre el mar de estudiantes hormonales, camino con calma hacia mi destino .Admiro el azul celeste del cielo, observo las formas de las nubes cuando miro el reloj que adorna mi muñeca izquierda y me doy cuenta de que llegare tarde al trabajo (otra vez).
"Sentidos "es la nueva cafetería de moda en el campus. No era mi primer día trabajando allí pero Rosa no le daba tregua a nadie .Rosa es la dueña de la cafetería y siempre ha sido como mi hermana mayor ya que nos conocemos desde pequeña.
Sentidos era un local vintage, compuesto por tonos pasteles o crema donde vendían los mejores pasteles y él té helado más dulce de la ciudad.
Con el pensamiento de que llegare tarde echo a correr como rayo mientras que mi despierta mente crea una excusa que ni la más cruel jefa puede rechazar.
Como la mejor amiga del mundo vero no se molestara en cubrirme y además no toda la excusa es mentira.
Verónica, mi mejor amiga desde que tengo memoria .Siempre habíamos sido nosotras dos hasta que en el instituto se nos unió un chico debilucho , al que todos maltrataba física y verbalmente porque según ellos ser gay era la peor enfermedad del mundo, con la cual no se era suficiente hombre . Para nosotras él era el mejor hombre del mundo por el simple hecho de aceptarse como era, pasamos de ser conocidos a hermanos inseparables en menos de una semana y desde entonces nuestras familias nos apodan los tres mosqueteros.
- OH, no, ¡JODER! NO LLEGO ¡NO LLEGO! Lo siento, permiso, disculpe –digo haciendo el mayor esfuerzo para evitar a la gente y no llevármela por delante.
-¡Al fin llegas! - Dice Rosa nada más entrar por la puerta de cristal – ¿qué ocurrió ahora estelita?
-Verónica¾ digo a la defensiva- tenía una cita con José y no sabía que ponerse. .
- Ya claro, como si tú fueras un icono en la moda-habla sin creerse tan elaborada excusa mirando con recelo mis botas verde fosforescente, mi suéter rojo y mis pantalones amarillos.
- Esto no es mi culpa, hicimos una apuesta jugando póker y la perdí- me excuso a la defensiva.
- No tengo idea de porque apuestas en un juego que eres malísima - yo me encojo de hombros mientras ella niega con la cabeza - de todos modos apúrate, mira como esta esto hoy – dice repasando en cada uno de los clientes que entran y salen todo el rato.
-Ya veo Rosa–digo para empezar a caminar hacia la parte trasera de allí, en este lado se encontraban los loceras y unos bancos para podernos sentar y cambiarnos.
Este es un local bonito y muy agradable sobre todo a principio de agosto donde todos los estudiantes se están mudando al campus o buscando empleo o cuando quieren descansar un rato del caluroso día.
-¿Qué mesas …
- Toma las 4, 5,8 –me las da sin ni siquiera terminar de formular la pregunta, que apuro.
Me dirijo hacia las mesas que me dio estas se encontraban en la parte izquierda del local, donde había un extenso ventanal.
- Hola, que desean tomar hoy – pregunto en una mesa llena de muchachas vestidas de rosa, las típicas niñas de papi
- Un capuchino, cuatro media lunas y tres batidos de chocolate- responde Lisa una antigua compañera del instituto mientras mira con asco mi ropa.
- Enseguida se los traigo- al darme la vuelta para ir a buscar el pedido me chocó contra algo , mejor dicho contra alguien ,al levantar la vista y ver el rostro de semejante belleza las manos me tiemblan y siento la boca pegada al paladar cuando me guiña un ojo con arrogancia.
- Hola guapa –responde el dios... digo chico con el que choque.
- Hola y adiós-respondo con el tono más antipático que tengo.
- No tan rápido lindura –dice atrapándome entre sus brazos para que no me vaya- Como disculpa tuya que me debes-me recuerda aun sin quitar sus brazos de mi cuerpo¾ quiero una cita.
- Ni en tus mejores sueños corazón -respondo con esa característica chulería mía.
- Ya creo cariño -responde el de las misma forma -en esos estaríamos tú, yo, una cama, desnudos y jadeantes. No sé, piénsalo.
- Bueno cariño esto es lo que pienso - y cogiendo al vuelo el café de una bandeja de la camarera que pasaba por ahí se lo arrojo desde la cabeza hasta que este le fue corriendo desde el pelo hasta su impoluta camiseta blanca.-Ojala te allá quedado bastante claro, si no, me avisas y te tiro uno más caliente para que haga juego con tus sueños, cariño–le digo y regreso a la barra donde una sonriente Rosa me entrega el pedido de la mesa ocho.
- Me encanta tu carácter lo sabes verdad – me dice con su típica sonrisa
- Lo sé - le digo y le tiro un beso cuando entrego ese pedido regreso a la barra a esperar los demás.
-Bueno y como llevas lo que en una semana empiezan las clases, debes estar nerviosa.
Ella me conoce, sabe por lo que estoy pasando, sabe de mis nervios, mis inseguridades, sabe mis propósitos mis metas, lo sabe todo y me apoya. Adoro a mis amigos ellos saben apoyarme y emborracharme cuando saben que lo necesito, no me atosigan con preguntas porque de ante mano conocen las respuestas.
- Lo voy llevando mejor desde que tengo una compañera de cuarto que me acompaña de vez en cuando (casi todos los días) al MIDNIGHT. –le digo con una sonrisa pícara – aunque a veces nos tenemos que escapar de José, es muy sobreprotector con Vero.
José Fabricio Bustamante, amigo de la familia y novio de verónica, se conocieron hace algunos años en una reunión familiar y desde aquel momento hace más de tres años estuvieron coqueteando y acostándose ocasionalmente y hace poco se digno a pedirle que fuera su novia, desde entonces mi amiga anda en las nubes. Rosa me saca de mis pensamientos hablando de José y se restricción de alcohol hacia las personas que quieren fiesta.
- Me acuerdo, como olvidarlo si cuando el este cerca lo único que puedes tomar es piña colada- se ríe mientras prepara un café con vainilla.
Yo pongo los ojos en blanco y dirijo mi mirada hacia el gilipollas..
- Esta guapo .
-No está mal, que te digo si esta como un queso-comenta con una mirada picara subiendo y bajando las cejas.
- Dile a Susana que los atienda yo, por allí no me aparezco - le digo con cara de quien no quiere empezar otra pelea aunque estaría encantada de tenerla con semejante estúpido, capullo y gilipollas.
¿Qué? que diga que esta bueno el tío no significa que no lo insulte con todos los adjetivos que conozca.
Ok, oye ponte a trabajar para que se vayan un poco de clientes esto está súper lleno.
-En marcha mi general – le respondo haciendo un saludo militar causando su risa y una mirada de advertencia. Me encanta que mi jefa sea mi amiga, puedes disfrutar tu trabajo, es genial aunque a veces, solo a veces se altera y se pone peor que una canción de heavy metal, aunque a veces me gustan esas canciones, joder soy mas rara que papa y ya eso es mucho que decir, mejor me callo y empiezo a trabajar antes de que rosa se vuelva It, mejor prevenir que encontrarme un globo rojo en mi locker, solo digo eso.