Piedras Preciosas - Volumen I

Capítulo II: Preparativos.

Íker Denaro

Apenas mi padre volvió de vacaciones, informé que me tomaría dos semanas en diciembre. Mi familia lamentó las fechas por las festividades de fin de año, pero nadie se opuso al saber que llevaba casi tres años sin tomarme vacaciones. Luego de organizar algunas cosas, tomé el avión privado de la familia y me fui junto a Franko. Él no dudó en acompañarme; no sabía si era por apoyo o simple morbo, pero de todos modos, lo acepté a mi lado con gusto.

Días antes, me había puesto en contacto con el abogado de mi abuela, a quien le había confesado mis ganas de casarme con una mujer que aún no conocía, pero que estaba garantizado que cumpliría las imposiciones del testamento. El hombre no se sorprendió por mi decisión; de hecho, afirmó que no sería el primero que recurre a esa subasta, ya que era muy conocida. Solo me pidió discreción y que protegiera la reputación de mi futura esposa.

Lo que más preocupaba al hombre eran los orígenes de la mujer. No podía decirle nada, porque, si las personas de mi entorno supieran que la mujer con la que me casaría había sido subastada, la convertirían en una paria social. Solo espero que esto beneficie a ambos.

Nueva York estaba en pleno invierno, las calles lucían cubiertas de nieve a nuestra llegada. Y como pocas veces, mi hermano era quien nos esperaba en el aeropuerto. Nos quedamos en el penthouse en el que él vivía, y allí disfrutamos algunos días, hasta que el último miembro de nuestro cuarteto se hizo presente: Vitali Petrov, un hombre con el que nos habíamos vuelto amigos desde muy pequeños, ya que sus padres fueron amigos de los míos.

La última noche en Nueva York, decidimos ir a un bar para beber algo tranquilos, pero lamentablemente no pudimos. Dos de nosotros éramos reconocidos millonarios y los otros dos eran igual de atractivos que los primeros. Nos sorprendió lo fácil que nos dejaron números de teléfono sobre nuestra mesa y cómo algunas chicas nos observaban de pies a cabeza sin descaro alguno. Finalmente, la prensa también se hizo presente, y todo se fastidió. Pedimos la cuenta y salimos del lugar lo más rápido posible.

Como mi hermano no tenía alcohol en casa, tuvimos que pasar a comprar en una tienda de 24 horas, donde tomamos lo que nos gustaba y luego nos dirigimos al apartamento. Vitali estaba disfrutando de mi decisión y preguntó:

— Entonces, te vas a casar, pero ¿con quién? -. Yo solo encogí los hombros.

Massimo explicó:

— Iremos a una subasta. Resulta que estos dos -, señalando a mí y a Franko, - asistirán a una subasta… - Vitali interrumpió.

— Sí, todo el mundo conoce esa subasta. Se llama 'Piedras Preciosas' y se realiza en Las Vegas. Solo hay 4 chicas con todo intacto, bellas y educadas, con las cuales solo puedes pasar 12 horas y luego ellas deben entregarse a ti. Se supone que después de eso no las vuelves a ver. O eso era lo que yo sabía -. Se encogió de hombros. - Para ese evento, debes contar con una invitación especial… -. Franko continuó.

— Allí es donde entro yo -. Sacó 4 pases. - No sabía si querían acompañarnos, así que conseguí un pase para cada uno -. Todos agradecimos. Luego, expresé algunas dudas después de escuchar a mis amigos. 

— ¿Cómo conseguiste los pases? - Pregunté a mi primo.

— Conozco a la persona que realiza el evento. Es una mujer de armas tomar, algo mayor. Es cliente de nuestra empresa y maneja un grupo de seguridad pequeño muy bien armado -. Asentí. Mientras, Vitali explicó cómo conocía el evento.

— Un socio me invitó una vez a uno de estos. Es algo muy elegante, y me llamó la atención la belleza de las mujeres, desde las que te sirven tragos hasta las que te reciben en el lugar. Porque, déjame decirte, son solo mujeres. Es un negocio bien pensado. Solo un hombre se ve, es alto y le dicen Vodka; es quien lidera la seguridad, pero el resto son solo mujeres. Lo recuerdo muy bien, porque un hombre se quiso propasar con una de las chicas y ella misma le rompió el brazo. Todas están entrenadas y educadas para hacerse respetar -. Hizo una mueca de admiración.

— ¡Dios! ¿Y tú hiciste las reservaciones? -, le pregunté a Massimo, quien asintió y luego tomó las invitaciones.

— Todo está listo. Llegamos a Las Vegas y tenemos desde un carro hasta una villa privada -, respondió aún con los sobres en las manos. - Lo que sí, cada uno se debe hacer cargo de su noche especial si es que quieren pujar en la subasta -. Nos reímos.

— ¿Cuántas de estas hay? -. Pregunte.

— Solo 40. Son 10 por cada 'joya'. Hay 4 joyas, de ahí el nombre del evento: Esmeralda, Rubí, Zafiro y Diamante. Cada una tiene 10 participantes. Te dan un pequeño folleto antes de entrar, y luego decides a cuál entrar". Explicó, Franko, de manera simple, sin complicaciones.

— ¿Piensas que puedes encontrar una esposa allí? -. Pregunto Vitali, Yo asentí. Él continuó — ¿No te da miedo que sea interesada? Quiero decir, por algo está subastando su virginidad, porque todos estamos de acuerdo en que eso es lo que se hace -. Todos respondimos que sí. - ¿No te preocupa que no quiera casarse contigo? Porque está la opción de que solo te quiera por una noche y luego no quiera volver a verte. Son las dos opciones más reales que existen -. Finalmente, solté el aire y me di cuenta de que tenía razón.

La noche siguió, algo más relajada que la conversación, pero en mi mente no dejaba de pasar las opciones que mi amigo me había aventado a la cara. Por la mañana, mi alarma me despertó temprano y en mi cabeza solo resonaba una pregunta: ¿Qué pasaría si ella fuera interesada y se quedara a mi lado solo para que sus caprichos fueran cumplidos? Bueno, en realidad estaría velando por sus intereses, y al mantenerse a mi lado, también estaría velando por los míos. Nadie perdería, así que solté el aire.

Pero si fuera todo lo contrario, si ella solo quisiera cumplir su trabajo y luego no quisiera volverme a ver. Eso sería lo ideal para cualquiera que asiste a este tipo de eventos, pero para mí era algo que no podía ser, un momento, porque estaba siendo tan inseguro. Soy un hombre guapo, me observo en el espejo recién bañado, tengo dinero, empresas y una familia que me ama. Muchas mujeres están tras de mí.



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En el texto hay: mafia, matrimonio, diferenciadeedad

Editado: 05.03.2024

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