Piedras Preciosas - Volumen I

Capítulo XLVI: Plan en marcha

Iker Denaro 

Me sentía bien, estaba feliz. Había podido hablar, disfrutar y dormir al lado de mi pequeña hechicera. Me sentía animado; mi noche y mañana habían sido inigualables. Sonreía como un estúpido recordando cómo me había pedido que me quedara, cómo me había contado su aventura por México. Había maldecido internamente al saber que ella me quería allí y yo fui tan estúpido de no poder hacerlo. Me hice una promesa: la próxima vez que ella vaya a su tierra, yo iría con ella. Aún debía presentarles mis respetos a su madre.

Tampoco podía creer que Rogelio fuera su padre. Creo que había sido un secreto a voces. Ahora que lo pienso, desde que la conoció, estuvo al pendiente de ella. La investigación sobre su hijo biológico quedó de lado, y simplemente le bastó una muestra de ADN para confirmar sus sospechas. Dicen que la sangre tira, pero esta vez fue un golpe de realidad para ambos. Solo espero que mi pequeña se tome este tema con la misma tranquilidad que me lo había contado.

Pasé por un par de cafés, sabía muy bien que mi personal en el apartamento no había pasado por una buena noche, por los mensajes que me había enviado nana Sarah. Milenka había estado toda la noche despierta, esperando a que llegara de mi fiestecita. Me reí, pero aun así me sentí algo culpable. "Reacciona, Iker, debes ser un hombre duro, sobre todo con ella", gritaba mi cabeza. Mi sexto sentido me decía que había algo en este embarazo que no me cuadraba; no veía el desarrollo de su sensibilidad maternal.

Solté un suspiro mientras esperaba mi pedido, y una llamada entró en mi móvil. Nana me avisaba que mi padre y un par de sus amigos me estaban esperando en casa. Milenka no hacía mucho que se había dormido, pero tuvo tiempo para limpiar el desastre que había hecho. Prosiguió a pedirle a seguridad que me enviaran los videos en donde la rubia había destruido gran parte de la loza de la casa. Solo le pedí que enviara a un chico a comprar más, le pedí que en todo momento le ayudara a ella, ya que necesitaba que entre las dos se creara un lazo de afinidad. Luego, le avisé que ya estaba de camino a casa.

La verdad es que con nana Sarah me había sacado la lotería. Definitivamente, le daré unas buenas vacaciones cuando las solicite, o lo que ella quiera. Más que una mujer del servicio, es una ayuda en casa. Sabía que Esmeralda y ella se llevaban de mil maravillas. No cabía duda de que si volvíamos a vivir juntos, ella sería quien administra nuestra casa.

Estacioné mi carro y vi el carro de mi padre en el área de visitas. Subí en el elevador privado y me fui directo a la puerta principal. Allí me recibió nana, quien enseguida quitó las bolsas de mis manos y me informó que todo lo que había pedido ya se había hecho. Le pedí a mi seguridad que me dieran los videos en un pendrive, y finalmente me fui hasta donde estaba mi padre, para mi sorpresa estaba con Rogelio y Víctor, los tres compartían una pequeña cena en mi despacho.

– Señores, buenas noches – Saludé - ¿Qué tal la comida? – Ellos me saludaron e invitaron a sentarme junto a ellos. Nana no tardó en llegar con un café para mí y para pasarme el aparato en donde estaban los videos de la noche anterior.

– ¿Noche dura, yerno? – Soltó Rogelio y casi me atraganto con el café. Sonrió burlonamente y luego siguió bebiendo de su té. – Pensé que no llegarías – Rodé los ojos y solo levanté los hombros.

– Aún tengo algunos asuntos que resolver y responsabilidades en mi empresa – Todos asintieron.

Ese momento serio pasó cuando Víctor preguntó si era verdad lo que sospechaban. Me daba cuenta de que este tema ya lo habían hablado entre ellos. Solté un suspiro y solo me dediqué a escuchar cómo él se había dado cuenta desde el primer momento que mi esposa era su hija. Ahora me doy cuenta de lo estúpido que había sido. Todas las veces que me sentí celoso y él viéndola como una hija. Solté un suspiro, y luego de que los hombres hablaran de sus respectivas hijas, opiné.

– Son diferentes. Esmeralda es trabajadora, sencilla, tiene metas y un carácter que tiene un lado muy oscuro – Asintieron – mientras que Milenka no es nada sencilla, caprichosa y le gusta ganar cosas sin trabajar. Es de carácter, lo malo es que se deja llevar por sus caprichos muy fácilmente – Todos se me quedaron viendo – siempre las voy a respetar, pero mi esposa está primero. Lo he hablado con Víctor – El hombre asintió – lo respeto y lo admiro mucho, pero no puedo corresponderle a su hija, mientras que mi esposa – Me encogí de hombros – ella decidirá lo que suceda en nuestra relación, ella sabe lo que está pasando aquí y de seguro se enterará de esta conversación – Mi padre se carcajeó – no soy un mangoneado, pero juro serle sincero y estoy dispuesto a cumplir con ello.

– Eres muy inteligente, muchacho – Palmeó mi hombro Rogelio – muy inteligente.

– Milenka sacó todo lo malo de su madre, y aunque traté de criarla lo mejor que pude, jamás sentí esa conexión con ella – Víctor se enderezó y juntó sus manos – siempre he envidiado esa conexión de padre e hijo. Este – Indicó a Rogelio – la tuvo aun no sabiendo si era o no su hija. Eso me hace sentir un asco, sé que ella no fue deseada, ni siquiera éramos un matrimonio que se jurara amor eterno – Sabía que se refería a su esposa, matrimonio arreglado como muchos – fuimos dos simples piezas en este ajedrez llamado vida – La frase caló hondo, sabía que escondía mucho más de lo que decía.

– Ya verás que todo se soluciona, tarde o temprano – Mi padre palmeó mi espalda y se quedó en silencio acompañando a su amigo.

– Víctor, yo quería pedirle su venía – Todos se me quedaron viendo – necesito que Milenka confíe en mí. Mi esposa ya sabe lo que haré, pero también quiero que ustedes estén enterados – Todos estuvieron de acuerdo – quiero ser cien por ciento sincero, no creo que ese bebé sea mío – La verdad es que nadie dijo nada. Pronto nuestra reunión terminó, y ellos me dejaron solo.



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En el texto hay: mafia, matrimonio, diferenciadeedad

Editado: 05.03.2024

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