¡Qué bonito, que bonito nop cuando desperdiciamos la vida en las noches de fiesta, en una felicidad que ahoga la tranquilidad en deudas por aparentar, en compartir licor con amigos que nop son amigos y tras su cara se esconde una esquiva mirada y un falso reír, lo bonito es cuando se dedica el tiempo para lo que realmente vale, La familia!, ayudar y brindar una mano solidaria a quien la necesita, a dar gracias al Creador por vivir porque mayor tesoro que la vida nop hay, familia nop es quienes portan tu misma sangre o apellido, familia son las personas que el Creador coloca en nuestras vidas para lograr ese despertar espiritual que nos conecta con el universo y renacemos en Cristo a la verdadera felicidad.
Este poema titula:
La familia real, ¿qué te digo yop? Para escribir eso que acabo de publicar se necesita haber sufrido y renacer en Cristo, haber cometido errores que obligaron a ocultar la cara tras nuestras manos, sentir el miedo contigo, sentir el hambre, la soledad y al clamar ayuda una vez más, sentir que a quien le diste la espalda está contigo.
Cristo siempre estará ahí, el amigo que nunca falla, nop lo busques en religiones, nip iglesias, él será quien vendrá a buscarte.