Pintame sin errores

Miénteme

 Me case hace un año y todo iba bien, estaba muy enamorada de él. Recuerdo muy bien el día que nos casamos, fue el día más feliz de mi vida, pero él tenía una profesión que lo alejaba de mí y nos separó de una u otra manera sin que nos diéramos cuenta y me dolió.

             Aquel día fue el primero de muchos en donde me llegaba a sentir asfixiada desde que amanecía me refiero a que ya amanecía y sentía ese sabor amargo en la boca

             Era un lunes, la noche anterior me habia recostado después de ducharme él estaba a mi lado recostado mirando el celular, si era como un adolecente incluso después de estar casados, ni siquiera me miraba, pasaba como alguien con quien él podía dormir y ya, nada más, apague la lámpara que quedaba sobre mi mesita de estar y me quede dormida tras cerras los ojos

             Al otro día sentí como se movía sobre la cama, el sol entraba de frente sobre mi rostro y el suyo, habría jurado que estaba enamorada de él, que al mirarlo no me sentía una mierda por seguir sintiendo algo que él no sentía y la verdad es que habia decidido separarme un tiempo atrás solo esperaba el momento indicado o la valentía de hacerlo, el momento que llegara un día y al verlo ya no aguante más, eso era lo que esperaba… quizás me faltaba valor para hacerlo pero sé que llegaría a mi limite un día sin darme cuenta yo misma, no podía creer lo estúpida que era por seguir enamorada de él, yo misma me decía muchas veces que era una imbécil era una excusa absurda para no dejarlo, el poner ese “cuando tenga valor” sabía que jamás tendría la valentía suficiente para apartarlo de mí, yo misma me dañaba y ya me estaba acostumbrando a sentirme asi una nada.

            Abrió los ojos en eso que lo miraba y por primera vez en mi vida decidi afrontar la frialdad de sus ojos, esos mismos ojos con los que algún día me miro con amor, esos ojos marrones que habían perdido su brillo con el tiempo por culpa mia, sí. Por un instante creí que volvería su rostro al otro lado pero no lo hizo el siguió mirándome determinadamente analizando cada parte mi rostro como si fuera la primera vez que me haya visto en su vida, si, se sentía asi y si soy sincera eso me lastimaba más porque yo confirmaba eso que me atemorizaba que el ya ni si quiera se tomaba el tiempo de mirarme, ya no, pero me di cuenta que estaba tan perdida como él lo estaba, al mirarlo también sentía como si fuera mi primera vez viendo su rostro, no demore mucho en llegar a encarar sus ojos con los míos quisiera entender que era lo que se sentía al haber entrado a esos profundos ojos marrones pero no lo puedo describir, era algo que jamás habia visto en él y eso me inquietaba, me ponía en desacuerdo conmigo misma…

           Paso un determinado tiempo cuando el decidió poner palabra en su boca después de ese silencio enardecedor musito mirándome fijamente a los ojos

  • Sé que te doy mucho trabajo y te cuesta entenderme pero yo ya no puedo hacer esto de lado he ignorarlo más, necesito decírtelo, temo lastimarte más con el tiempo, no mereces quedarte aquí todos los días esperando a que yo vuelva y todo siga adelante sin si quiera dedicarnos una sola palabra
  • Se lo que dirás…- lo interrumpí sentándome con el corazón agitado a punto de desaliñarse de mi pecho, casi podía sentir un nudo en mi garganta, sentía vomitar, sentía que ese nudo desbocaría en mis ojos desbordándose o peor.
  • ¿Qué dices?
  • Yo sé que ya no quieres estar conmigo, lo sé y te entiendo, lo hago de verdad.-  Saben que no haría en ese preciso momento llorar, no quería mostrarme débil ante él, no, esas cosas son absurdas y no quería verme frágil jamás ante él, nunca.




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