Capítulo 8: La noticia

Año 2035

Una castaña veía a través del cristal de la habitación donde estaba a la persona que se había convertido en su compañero de vida, como lo llamaban en el Planeta Rojo a la pareja, terminar la plática que estaba sosteniendo con Karl y Juno.

—Parece que después de todo Juno entendió que no fue nada malo lo que Karl le hizo — decía sonriendo Debí.

—Sí, es cierto — pronunció Bianca.

—Vayamos a ver los cultivos — expresó Nevaeh, mirando a las chicas, excepto a Alice.

—Claro, ya comprendimos — respondió Debí, mientras Bianca asentía, al ver acercarse al lugar a Pollux.

Luego de algunos minutos ya con las chicas lejos del lugar, Pollux entro a este, mientras Alice al verlo se acercó a abrazarlo.

—¿Qué sucede algún problema? — dijo Alice en tono preocupado.

—No lo creo — respondió Pollux, mientras depositaba un beso en los cabellos de la joven, al tiempo que con sus alas la envolvía.

—¿Entonces de que hablabas con Karl y Juno? — contesto Alice.

—Karl me informaba que ya recibió respuesta de tu planeta — dijo Pollux.

—¡Ya la recibió! — respondió con cierta nostalgia Alice.

—Pensé que te haría feliz volver, pues querías ver a tus padres a tus hermanos — contesto Pollux.

—Si quiero verlos, pero no quiero dejarte — pronunció Alice.

—La orden que recibió Karl es que todos regresen a la Tierra, pues este no es un planeta que puedan colonizar, pero yo le dije que pueden visitarlo cuando deseen, ya saben que aquí serán bien recibidos — dijo con calidez Pollux.

—¿No te importa que me vaya? — contesto Alice con tristeza.

—Claro que me importa, pero sé que quieres poder hablar con los tuyos, no solo verlos através de una pantalla sin que ellos sepan que los estás viendo — respondió Pollux.

—Lo sé, pero….

—Yo iré con ustedes — acotó el joven, causando sorpresa en la joven.

—¿Lo dices es serio? — dijo Alice, sonriendo, al tiempo que un pensamiento vino a su mente, e hizo que su mirada entristeciera.

—¿Qué sucede? — respondió Pollux con calma, mientras se acercaba a la joven, para tomar su rostro en sus manos y hacer que ella conecte mirada con él.

—Me da temor — contesto Alice.

—¿Qué? — añadió el joven, aunque ya intuía su respuesta.

—Qué no podamos volver, en mi planeta aún no existen naves espaciales que nos permitan hacer viajes de un planeta a otro, como si fuéramos de un pueblo a otro,….

—No te preocupes, Spock y otros Rojianos han creado hace poco algunas naves espaciales, que nos permitirá ir y venir a otros planetas de otras galaxias en solo un par de meses, además me parece una gran oportunidad para conocer tu planeta, a tu familia — contesto Pollux.

—Pero…

—¿Tienes temor porque no soy como tú? — agrego el joven con calma, tomando las manos de su compañera.

—Tú eres como cualquier terrícola — dijo Alice.

—Entonces no tengas temor, ya está decidido, iré con ustedes, estaremos un tiempo y luego retornaremos en una de las naves que se crearon en mi planeta — contesto Pollux.

—¿Pero no podremos llevar la nave? — respondió preocupada Alice.

—Trek y Juno la llevaran a la Tierra cuando yo les avise a través de este dispositivo — añadió Pollux, mostrándole una especie de pulsera de metal que llevaba en su mano. No te preocupes, es un equipo ya probado, que nos sirve para comunicarnos cuando viajamos a otros planetas de estas u otra galaxia por alimentos que no se producen aquí — expreso.

—¿Cuándo partiremos? — dijo Alice.

—Mañana, yo la verdad hubiera querido que usen una de nuestras naves por ser más rápidas, pero Karl dice que deben ir en su nave, pues lo están monitoreando — respondió Pollux.

—Ellos cierto, ojalá pronto en mi planeta los viajes interplanetarios se hagan una realidad, hasta ahora solo se pisado la Luna, el Planeta Marte, que está en la Vía Láctea y este planeta de Galaxia Andrómeda, pero sería maravilloso poder ir a otros planetas más — agrego Alice.

—Si siguen con el objetivo de conocer que hay más allá de su propio universo, de hecho, ese sueño se convertirá en una realidad — dijo Pollux, con una cálida sonrisa en su rostro.