Sam.
Dos años después.
— Dame un beso. —me quedé pasmada en mi lugar sin decir nada. —Dame un beso. —contuve las ganas de reír. —Cariño, dale un beso a papá. Como te enseñé.
Hope miró a Kyle con una sonrisa y poniéndose de pie se abalanzó sobre él abrazándolo, pero sin darle el beso que mi esposo tanto anhelaba.
— Peor es nada. —soltó riendo y llenando el rostro de nuestra hija con besos.
— ¡Mami! —salí de mi escondite y caminé hacia ellos, mi pequeña saltó sobre mi dejando a su padre de lado y dándome un beso en la mejilla volvió a los brazos de Kyle.
— Soy su madre, Johnson. No te quejes. —me burlé. Lo vi rodar los ojos tirarse en nuestra cama de nuevo. No lo iba a negar, Hope era una niña de papá. Aunque le encantaba molestar a su padre por alguna razón y aun así, seguía manteniéndolo envuelto alrededor de su pequeña mano.
— ¿No quieres otro? —suspiré y miré a los ojitos verdes que tanto amaba ignorando al insistente hombre a mi lado. —Sam...
— No aún. —dije con una sonrisa. Estábamos bien como estábamos ahora. Apenas si acabábamos de salir de la etapa de los pañales y los gritos, Hope incluso aun despertaba en ocasiones por las noches buscándonos.
— ¿Y en unos meses?
— Pregúntamelo entonces. —afirmé.
Pasé las manos por el cabello lacio de mi hija y sonreí. Era todo Kyle. No había nada mío en ella. Bueno, lo manipuladora que era con Kyle podría ser un indicio de su parecido con mami.
— ¿Quieres a papá? —Kyle volvió su atención a nuestra hija y tomándola en sus brazos la colocó en su regazo. —Hope, te estoy hablando. —ella solo comenzó a reír.
— Kyle, déjala. —me puse de pie cuando escuché el ruido más allá. Mi instinto diciéndome que no era bueno lo que iba a encontrar.
Kyle rió al verme correr hasta la habitación de los niños, pero se quedó con Hope. Abrí la boca sorprendida al ver el desastre. La pared antes azul tenía varias manos rojas adornándola. Miré el bote de pintura junto a mi hijo sonriente y caminé hacia él.
— Ya ni la cuna te detiene. —besé su cabecita. Sus ojitos verdes me sonrieron y me mostró su mano. —Voy a matar a tu tío Grand por dejar esto aquí. Y tendrá que pintar la pared. —mi pequeño se puso de pie y caminó vestido con su pijama abrazándome. —Yo también te amo.
Si Hope era una niña de papá, este pequeño era el niño de mamá. Kyle constantemente me reprochaba lo mucho que los consentías. No que él no lo hiciera. Amábamos a nuestros hijos.
— Vamos con papá. —dije tomándolo en brazos y caminando con él hasta nuestra habitación. Mi esposo enarcó una ceja al ver las manos de nuestro hijo, pero aun así le extendió los brazos.
— ¿Haciendo enojar a mamá?
— Si. —rodé los ojos ante la palabra favorita de Liam. La de su hermana era "no", así que era algo conveniente.
— ¿Fue culpa de Grand? —asentí. —Lo llamaré para que solucione esto.
— Si, tiene que. Aunque teniendo en cuenta que tiene manos llenas con Lexi no creo que venga a arreglar su desastre.
— La adora, pero no está siendo fácil. —me encogí de hombros. Tenía que afrontar las consecuencias de lo que hacía.
— ¿Iremos a lo de Emma hoy? —Kyle asintió abrazando a nuestros hijos.
— Nicholas le hizo una fiesta sorpresa, aunque no es como si Emma ya no supiera de que se trata. El hombre no puede guardarle un secreto.
— Como si tu fueses muy bueno en ello. —me burlé.
— Te sorprendí con nuestra boda exprés. —me encaró.
Había sido junto al nacimiento de Liam y Hope, el día más feliz de mi vida. Kyle había hecho que las chicas organizaran todo en menos de veinticuatro horas y había sido hermoso. Solo nuestra familia. Incluso mis padres habían venido.
De un momento a otro pasé de arreglarme para salir a cenar con mi prometido a casarme con él. No cambiaría eso por nada.
— Voy a bañar a Liam. —mi pequeño me miró y sacudió la cabecita, los ligeros crespos en su cabeza moviéndose mientras lo hacía. Era el vivo retrato de Kyle. No me verían quejándome. —Sí, señorito. Te vamos a bañar porque en primer lugar no tenías que ensuciarte así. ¿Cómo te bajaste siquiera de la cuna?
— Oh vamos, soy su papá. Es recursivo. —se burló Kyle. Rodé los ojos y tomé a Liam en mis brazos de nuevo.
— ¿No quieres bañarte? —negó con los ojos llenos de lágrimas. —¿No quieres ir a ver a Ansel? —sus ojitos brillaron con recelo, pero asintió. Le di un beso en su mejilla manchada de pintura y salí con el rumbo a su baño. —Viste a Hope.
— ¡NO! —gritó nuestra hija saltando de la cama y corriendo lejos de su padre. No iba a llegar muy lejos, pero a Kyle le gustaba hacerle creer que sí. Sonreí desde el umbral viéndola correr en todas las direcciones con su padre intentando alcanzarla y "fracasando en el intento". Siempre lo supe, sabía que sería el mejor padre y cada día solo me ayudaba a corroborarlo.
***
— Tía Emma, ¡feliz cumpleaños! —Jake la abrazó y pasó de ella tras entregarle un regalo para luego correr hasta Bradley con una pequeña bolita en sus brazos. A Nicholas no le iba a gustar otro perro corriendo por allí y los chicos parecían querer llenarle la casa de animales a sus hijos.
— Pero mira nada más... —Emma sonrió tomando las manos de mis hijos. Hope se acurrucó en los brazos de su padre mientras que Liam sonrió y tendió los suyos a Emma. Se parecían demasiado, pero eran dos polos completamente opuestos. Hope era tímida y tranquila, su hermano, era todo lo contrario. Un caos andante sonriendo como si no hiciera nada.
— Tía Sam. —Alaia apareció a mi lado sorprendiéndome. La había visto por última vez hace un mes y cada día me sorprendía mas lo hermosa que era esta niña. Nicholas la tendría difícil. Bastante. Sobre todo porque la inocencia de Alaia estaba siendo remplazada por una sonrisa de diablilla haciendo maldades junto a Jake.
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Editado: 11.05.2024