Un año más ha pasado, dimos una vuelta al sol con prisas, muchos días pedí que el tiempo retrocediera para vivir con más intensidad esas buenas memorias, memorias que hacen temblar los labios, memorias que hacen reir en solo recordarlas...
Recuerdos de nuevos pasos, lecciones que abrazaron el alma, esta alma que se acongoja con solo recordar tus brazos, espero verte esta nueva vuela al sol, que bailes conmigo al compás del ballenato, que cada uno goze de buena salud y pueda decir hasta aquí me sostuvo Jesús.
La lista de las viejas metas ya se está actualizando por metas nuevas, las 12 uvas están en su plato, esperando por esa persona que buscará en su ser, más razones para decir el tiempo va volando.
El vecino grita a todo pulmón: "botella tras botella", es decir que su dolor y soledad dulcificó con ese elixir, las luces en cielo se ven, una tras otra con mayor intensidad, luces qué alegran la ausencia del sol.
Oh dulce amigo! Gracias por tu compañía y la suavidad de tu mano al extenderla a mi rescate, gracias amada familia por todo el bien que han hecho, por hacerme sentir que es bueno vivir y darme sostén.
12 uvas comí, la primera y pensé en ti, que progreses y tengas paz
Comí la segunda y pensé en mi, que un nuevo amor me eleve y las risas no cesen.
Una tercera y pensé en la dicha de tener un bocado, y el que no tiene, se le dé en su plato.
Una cuarta y solo quise llorar por lo que olvidé vivir, pero quiero que este nuevo año me haga vivir con más intensidad.
Una quinta para dinero tener y decir familia este año nos vamos a celebrar en un lugar que nos dé más calorcito y amor del bueno.
Una sexta y esta no me lo creerás pero fue tan dulce que me dejo sin palabras, su jugo fue tanto que se me escapó un suspiro... y solo pido que este año no traiga un amor prohibido.
La séptima ya con lagrimas en mis ojos, pedí que mis fuerzas se renueven.
La octava y la novena las comí juntas una para tener buena salud y la otra para caminar en la senda de la luz.
La décima de seguro este año danzo esa melodía que tanto amo.
Onceava, pido que mi prosa no termine y mi conocimiento se intensifique.
La doceava pedí tener un corazón más justo, palabras más sinceras y nuevamente un amor no como el de cualquiera.
Porque lo que amamos determina lo que procuramos. Lo que procuramos determina lo que pensamos y hacemos. Y lo que pensamos y hacemos determina quiénes somos, y quiénes llegaremos a ser.
Espero tus 12 uvas te sepan tan dulces y tengas seguro aquello que quieres y anhelas ser esta nueva vuelta alrededor del astro mayor.