Ataúdes pequeñitos, para los sueños eternos
Nanas que bailan con la brisa azur
Clavos de lágrimas para que no escapen las risas
Y el óleo del paraíso ubicado al sur,
Donde ataúdes pequeñitos llegan como barcas
Donde lamentos les guían al infinito recreo
Y donde encontrarán las flores que caen desde el cielo.
Demasiados, demasiados ataúdes pequeñitos,
Ya vienen en flota para jugar conmigo
Y yo, que muchos he recibido y puesto a jugar
No quiero, no quiero ver ya, ataúdes pequeñitos.
18/02/20
Éste pequeño fragmento vino cuando miré a dos personas cargar un ataúd pequeñito, me les quedé viendo desde el otro lado de la calle y pensé que quizá eran los padres, o amigos o tíos, no importaba, sólo que el ataúd era tan tan pequeño. Pensé que la muerte estaría triste de recibir tantos niños en su seno, yo ciertamente lo estaría.