Abrí mi pecho para
hablar con mi corazon.
Me encontré con su ausencia
y en desesperación busque a la razón.
Dime dónde está,
le expliqué angustiada
y mirándome con dureza,
me respondió
"Querida,
tu corazón como un tesoro se ha ocultado,
esperando cauteloso a quien lo encuentre"
Entre peros intenté interrumpirlo,
sin embargo,
continúo
"Espera un navegante
que entre las olas de tu dolor navegue.
El navegante que se
enamore del mar de tu pasado.
Como un pirata quiera
conquistar tu alma".
Por un largo instante se silencio
y entre susurros,
me confesó
"Cariño, no puedes ver
que eres tú aquel navegante que espera"