carta de color (Horacio Tairrael)

Apresurado de pensamiento y acostumbrado al dolor.

Apurado buscando y pensando en tu olor.

Asegurado en diluvios y ojos irritados del ardor.

Aventurado corazón sinrazón sintiendo versicolor.

Bienaventurado amigo y amiga del redolor.

Conjurado mi pena y un cloruro en mi mano de monocolor.

Curado de lágrimas y visiones multicolor.

Depurado mi odio y mi rechazo de un color

Desaventurado virazón y castrazón de socolor.

Mis ojos lloraron la sangre de mis pasados y me atormenta está lluvia: me escondo en mis pensamientos mientras te alejas de mi mano, tomados del rencor te vio mis ojos y mi presente desapareció.

Cubierto en llanto el cielo se ilumina y mi alma aún canta cuando te mira. De tu ausencia nace un hombre débil, y una letra sinrazón fue suficiente para partir mi emoción.

Te conocí con una mirada y me dió pánico, tus ojos en esos momentos fueron mi luz, motivación, tus labios fueron mi esperanza un susurro tuyo era mi amanecer, y el elegante viento que te rodeaba y a mí me quemaba no decirte lo que me pasaba cuando te vi.

Te conozco mucho, leí tus hojas olvidadas y entendí que mí ser no estaba a tu nivel y cuando me fijé en tu verdadero interés romántico.

Seré el drama que no conoces porque ya no tengo valentía para decirte lo que siento. Tu nombre en otro idioma y te hablé en un idioma que no entenderías, te dije lo que nunca le diría ni a mi madre.

Lo más cruel que alguien te puede contar es el día que no contarás conmigo porque moriré por ti. Ahora voy camino a la guerra para que el otro pueda cuidar tu sonrisa y tus ojos del frío de los abandonados como fui, de los olvidados.

Carta de Horacio a su futura esposa (en su mente ya que acepto la muerte)