¿Te puedo llamar? ¿Me escucharás? ¿La distancia es mucha o la autoridad vendrá por ruido o precaución?
Hoy estuve deseando una caricia en mi cuerpo, una pequeña rasgadura en mí, se abrió, se rompió... ¿Qué se rompió? Era mío pero no lo pude sentir, pasar por mi el latir, entender lo tormentoso del ir, hablar con los dientes y presentir.
Miro mis manos y asentir; ¿Qué me sucede? Este sentimiento es por consentir la quimera nefelibata o por mentir. Hago empresas todo el tiempo, al desmentir mi vida se entristece y solo que desconsentir.
Al disentir cai al garantir.
Aguitar este presentimiento de soledad que me inunda, me obliga a tentar contra mí, dejar de creer y evocar más rasgadura insipidas.
Ornadamente me pongo un guante en una mano y pongo la otra encima y mi cabeza que crea historias entiende que se sentía sola y que desearía ser miembro de una fantasía.
La autoridad de mis sentimientos me arresto y me tomo la mano.
Un efímera soledad inopinada.
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Editado: 30.08.2025