Artilugios tu les ves,
y los vas contando
un, dos tres.
Y sin querer pronto llegas a cien.
Pero te das cuenta que están
todos por doquier,
y los vas mirando.
Cuatro, cinco, seis.
Y te das cuenta de que tan inutil eres,
tanto que necesitas de una máquina
para nisiquiera contar hasta
el siete, ocho, nueve u diez.
No sabías que tanto esfuerzo iba a requierir
hacer algo sin lo necesario tener ahí,
y poder hacer lo que quieras,
o crear lo que tanto anhelas.
Pero no lo nieges,
ahora te sientes inútil,
y más que inútil, tonto.
Y además también perezoso.
Pero no te sientas solo,
por que inútiles somos todos.
Ve a China, Francia o Italia,
y siempre encontrarás maquinarias.
Ahora imagina un mundo sin esos,
la historia sin artilugios.
No existiría, claro,
ya que no habría como crear registro alguno.
Así que piensa dos veces,
antes de decir que sin nada puedes hacer algo,
por que tanto bebés como ciruganos
necesitan artilugios para hacer su trabajo.