Está es la historia de nos
y de Andrómeda mi amor,
bella como una flor.
En el trabajo ella me encontró
esa tarde fue que yo la conocí,
cuando a preguntar algo se levantó
y así su belleza yo vi.
Tal vez fue porque vio a alguien capaz en mí,
por que nunca realmente entendí
por qué Andrómeda fue a preguntarme a mí.
Mas igualmente nos conocimos,
más de una vez salimos a tomar un vino.
Incluso, a veces, juntos comíamos
y así el tiempo se volvía poquito.
Para mi ella era casi mi novia,
la inspiración de todas mis horas.
Yo era feliz cuando caminaba con la hermosa
por las calles de Segovia.
Y así pasaron dos años
con Andrómeda a mi lado.
Pero pronto vendría un nubarrón
que a mi corazón casi mató.
Esa tarde ella me invitó a merendar,
una sorpresa ella me iba a mostrar.
Y en verdad una sorpresa me llegue a dar,
cuando llegue al designado lugar
me espera mientras la vi a otro hombre abrazar.
Según ese era su tal novio,
no había mujer que no lo vio.
El era todo un guapo de revista
tanto que yo no creía lo que veía.
Después de esa eventualidad
eses dos se comenzaron a amar,
Andrómeda dejando nuestra amistad atrás.
Dejandóme con con sueños imposibles de superar,
ya que ella era ahora de alguien más.
En el presente ella tiene tres hijos,
todos son de su esposo el guapo fulanito
el cual gana unos buenos billetitos,
por lo que viven vida de ricos.
Mientras yo doy vergüenza de mirar.
Soy un hombre que en público llorará.
Y tengo en mi barriga 50 libras de más
pero con Andrómeda solo he llegado a soñar.
Ahora yo me la paso viendo fotos de modelos
con las cuales de placer me humedezco.
E incluso con familia y amigos he roto lazos,
porque dicen que ahora les doy asco.
Y con este terrible peliculón
me he llegado a preguntar yo:
¿qué habría de haber pasado
si no hubiese tardado tanto
y a ella le hubiese pedido su mano?