Era el destello lejano
irreal
incrédulo
inocente
devuelto el pesar al viento
una pequeña felicidad
pérdida entre cantos
qué tanto había soñado.
Se escurría entre sus manos la delicada pieza
melodía ilesa
qué tanta tristeza le trajo cuando era humano.
Sostenla unos días más
guarda los besos
pasajero del tiempo
volverás a vivir
cuando en poemas dejes de estar muerto.