Me siento esperando olvidar las frases que dijiste. La vida que tuve no existe. No olvido la voz que me sigue en las noches y cada palabra vuelve a la superficie, flotando en la nada. Doy un salto al fondo acaricia mi cuerpo lastimado el agua salada. Me golpeo con el silencio. Clama por mí una voz que nunca llega al encuentro, en descanso, espero.