LA SABIDURÍA VIENE DE DIOS

Oh señor mío, Dios creador del cielo y de la tierra. Tú que nos llenas de sabiduría para poder hablar frente a otra persona, y saber decir las cosas correctas en el momento preciso. Y ser entendidos.

Padre eterno, tú en tu inmensidad de misericordia, llenaste de conocimiento a un hombre justo cuando el mundo estaba en perdición. Le dijiste al hombre todo lo que tenía que hacer para salvar a su familia y a él, porque lo encontraste persona justa ante todos los demás.

Oh Dios, eres el mejor arquitecto de todos los tiempos. Eres dador de la sabiduría, quien, como tú.

Es tan grande tu sabiduría, Dios, que le dijiste a Noe como construir el Arca con todas sus dimensiones. El ancho, el largo y alto de la embarcación.

Le diste conocimiento a los animales para que fueran hasta el Arca. Para que se protegieran de lo que venía en la tierra.

Eres rey de gloria, Dios todopoderoso, que das cuando tú quieras en el momento que tú quieras. Que quitas reyes y pones reyes. Nadie es más grande que tú, oh Jehová Dios de los ejércitos.

Padre celestial, te complaciste dándole sabiduría a Salomón. Volviéndolo el hombre más sabio de la tierra. No había quien lo buscara para resolver un gran problema.

Eres el Dios de poder, el Dios invisible. Santo, santo, santo.