Es increíble la manera en
que dos almas se pueden
adorar mutuamente
Ni siquiera recuerdo en qué
momento, el día, mes o estación
en la que yo permití que tú
tomaras mi corazón
Con vergüenza admito que
te tuve miedo, pero no
puedes culparme
La gentileza en tu mirar, la
dulzura en tus palabras y la
ternura en tus caricias me
llevaron a un camino que no
había recorrido, un lugar
nuevo que ni siquiera pude
haber imaginado
Uno lleno de sorpresas, besos
e indecencias que viviría
por primera vez a causa de
la inmadurez de pobres
almas destrozadas.