Polos iguales.

Masoquismo nivel Kendall

  Miro a mi alrededor, no veo ni la gorra, ni las llaves, ni el carro; por lo visto no hay nadie. Suspiro ruidosamente mientras me deslizo por la pared ¡qué día el de hoy! Larry me siguió, me molestó, me asustó ¿Qué gana con esto?, aparte de hacerme la vida imposible claro está. Entre él y mi padre me van a volver loca. Literal.

  Voy por un vaso de agua después de largos minutos en el piso. Voy a mi cuarto a descansar un poco, estoy realmente cansada; y aun falta lo peor del día. Mientras subía la escalera escuche la puerta sonar detrás de mí. Me paralice. Mire fugazmente el reloj detrás de mí ¿Por qué llegó tan temprano? Volteo lentamente y allí esta; mi padre cayéndose de la borrachera, al parecer comenzó la fiesta desde temprano. Cerró la puerta y se derrumbó en el suelo; claro está aun en el piso no deja de beber.

  Verlo así me da... ¿lastima? Ojalá él la tuviera conmigo. Rodé los ojos y subí la escalera, creo que hoy dormiré tranquila; no creo que logre subir en ese estado. Me detuve en seco, si hago eso me parecería a él ¿no? Ese tipo de cosas inhumanas son muy de su estilo.

  Después de un debate conmigo misma voy a socorrerlo ¿Por qué siempre me voy por la parte humanitaria? "Por más que me trate mal, lo fui a ayudar" ¡bah! Eso no me lo creo ni yo misma... juro que lo hago por satisfacción propia. En serio.

  Bajo la escalera y me detengo frente a él, justo en este momento está completamente indefenso, tal vez pueda... ¿Soy estúpida? Golpeo mi cabeza a manera de reproche ¿Cómo puedo siquiera pensar en ese tipo de cosas?; eso no es de humanos. Veo a mi padre unos segundos.

—Como se nota que tú no eres humano...—susurré.

  No me respondió, al parecer se durmió. Coloque su brazo alrededor de mi cuello. Estaba temblando del miedo, que idiota soy. El se negaba a ser ayudado; peleó, forcejeó, gritó, creo que hasta me mordió.

  Abro como puedo la puerta de su cuarto, avanzo adolorida— por subir la escalera— y lo tiro en su cama. Tome una gran bocanada de aire ¡pesa mucho! Después de estirarme me detengo un momento a ver su cuarto ¿hace cuanto no entraba aquí? Inhale, todavía huele a mamá; ese olor a vainilla es inconfundible ¿ya han pasado siete años? Ni siquiera deja que limpie su cuarto; imagino que no quiere que "eche a perder" su lugar de descanso o alguna otra idiotez, a pesar de ser un excelente profesor tiene la mentalidad de un niño. Lo deje allí y salí.

  Fui a mi cuarto, sin antes ir a la cocina por un poco de cereal, no quiero que pase como la otra vez; el año pasado me acosté sin comer; termine en el hospital por una supuesta desnutrición, después de una paliza ¿a quién le dan ganas de comer?, en ese momento solo sirvo para llorar, quejarme, maldecir, llorar mas, y seguir llorando sin hacer nada para salir de esto. Esto es de lo único que no puedo—o quiero huir—

  Me quede esperando en mi cuarto; como una tonta, conozco a mi padre; sé que vendrá, sueno excesivamente masoquista pero no debo dormir... es peor si lo hago.

  Mis ojos pesan demasiado, si me duermo va a ser peor; es traumático que te levanten a golpes. Demasiado. Dure una semana completa parándome a media noche gracias a eso... lo bueno fue que esa pesadilla sustituyo la anterior; desgraciadamente después de esa semana volvió. Siempre vuelve.

  Estoy luchando con mis ojos; se cierran solos. Maldito Larry, hizo que mi día fuera exorbitantemente agotador... creo que me trague un diccionario hoy. Bostece ¡maldición!

  Bajo por una taza de café, si me duermo pierdo.

  Ya han pasado más de dos horas... mi padre nunca llego ¿se habrá quedado dormido? Bostece nuevamente, debería dormir yo también, supongo que mi papá me golpeara más tarde; si tengo suerte mañana, eso de la lastima no va con él. Me acuesto y apago las luces. Mis ojos me agradecen al cerrarlos, tengo demasiado sueño.

  Caigo lentamente al vacío. Abrí los ojos con pesadez, me encontraba en el suelo. Veo unos pies descalzos, subo lentamente hasta encontrarme con el rostro de mi padre. Trague en seco y di un rápido vistazo al reloj de la pared, solo dormí una hora.

— ¡¿Creíste que se me iba a olvidar?! —no tardo en llagar un grito de su parte. Cerré los ojos ante el sonido; me golpee la cabeza.

  Y yo que pensaba que sería mañana. Suspire, aunque prácticamente es "mañana".

— ¡¿Estas muda?! — grita nuevamente mientras se quitaba la correa.

  Me sobresalte ¿tan rápido?, normalmente me dice una retahíla de insultos. Tomo aire—para poder responder—

—No— negué, mi voz se negaba rotundamente a salir.

  "Me va a matar" es lo que siempre repito en este momento pero, me di cuenta el año pasado que él no me quiere muerta; mucho menos fuera de su vida. El me prefiere viva; si muero no tendría con que desahogarse, en otras palabras soy su saco de boxeo; linda forma de denigrarme como ser humano.

  La Kendall de hace uno o dos años estaría temblando justo ahora; segundos antes de que explote, ahora solo puedo cerrar los ojos y esperar lo peor, sé que no me irá bien. Dolerá. Mucho... pero también sé que no moriré, seguiré "viva para contarlo", el no acabara con este infierno. La única que puede hacerlo soy yo... ¿Cuánto más aguantare esto?, ¿Cuánto? Odio esto. Odio ser mujer con todas mis fuerzas.

— Es una lástima; eso no te va a salvar—Se ríe, haciéndome caer en cuenta. Llene mis pulmones de aire y lo solté lentamente— ¿Crees que por ese acto de caridad lo iba a dejar pasar?— claro que no. Dio un paso hacia mí y piso mi pierna vigorosamente. Un gemido de dolor se escapo de mi boca.

  Sostuvo la correa firmemente.

  Lo peor llego.

  Esto no terminara nada bien. Cerré los ojos con el impacto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.