Capítulo I

En el mundo de las hadas cuando cumples la mayoría de edad que es a los 21 años, acudes a una ceremonia de asignación de pareja.

Donde todos los adolescentes que hayan cumplido la mayoría de edad soninvitados, así a cada alfa se le asignaba un mega y al omega un alfa. Sin excepción alguna, su pareja era asignada por decisión propia de la madre naturaleza. 
 

El ritual era simple, en medio del salón se colocaba un nido de hurraca que ya no era utilizado por el ave. El nido estaba constituido por pequeñas hebras de ramas las cuales tenían un inicio y un final.
 

Por lo que cada adolescente debía escoger una hebra que sobresaliera del nido y, a su vez, encontrar a la persona que estuviera al otro extremo del cordón.
 

Tal vez pensaras que es un desorden total por lo terriblemente enredado que es un nido de pájaro, pero no es así, es más sencillo de lo que crees.
 

Ése día el hada omega Jimin había encontrado a su alfa asignado, y creyó que era la persona más bonita que había visto jamás. 
 

Por otro lado, el alfa Min Yoongi no podía creer que su pareja asignada era un omega varón, a él le gustaban las niñas. No los niños. Entonces se molestó. 
 

— ¡Ho-hola! — saludo el omeguita rubio de labios abultados. — Mi nombre es Park Jimin..
 

— Me da igual cómo te llames... — contestó con crueldad indiferencia, y eso causó dolor en el pecho de Jimin. 
 

— Pues a mi no me da igual, ¿Cuál es tu nombre? 
 

— No tienes que saberlo. 
 

— ¡Pe-pero eres mi pareja destinada! 
 

— ¿Y eso qué importa? Debes de saber que no estoy conforme con el resultado. 
 

— Pero la madre naturaleza.. 
 

— La madre naturaleza puede equivocarse algunas veces — se jactó. 
 

El omega no supo responder, simplemente se quedó con la mirada gacha. 
 

— Me voy — agregó. Cuando el alfa se giró, Jimin levantó la vista para verlo alejarse, sus ojos se abrieron sorpresivamente al notar una cosa.
 

Su alfa carecía de alas.
 

🌸 
 

Cuando la ceremonia terminó, el salón se estaba vaciando, la mayoría de las parejas destinadas (si no es que todas) se acompañaban a la salida mutuamente, estaban alegres porque habían encontrado a su acompañante, ése alguien con el que compartirían su vida. 
 

Pero para Jimin no era así.
 

Él iba sólo, el alfa ni siquiera se había tomado la molestia de decirle su nombre. 
 

Trató de buscarlo en el gentío, se recordó que iba vestido con hojas verdes y un pequeño bolso café hecho de ramas y hojas secas. Recordó también que su cabello era platinado y su piel algo pálida. Además su rostro era pequeño, adornado de unos labios legados y ojos felinos. Era por eso que a Jimin le había resultado bonito. Sinceramente cuando lo vio no podía creer que su alfa asignado se vería así, no tenía ni la más mínima idea de que estaría tan guapo. 
 

Caminó y caminó, por su altura se le era un poco más difícil lograr su búsqueda. Pero entre saltos y saltos pudo divizar entre las varias cabezas, un destello plateado. Debía ser él. 

Se abrió paso entre las personas, caminando de prisa con cuidado de no provocar ningún accidente. Hasta que por fin lo alcanzó. 
 

— Oye...— soltó jadeante tratando de recuperar el aliento. 
 

El alfa volteó confundido. Y tan pronto le miró, viró los ojos. — ¿Otra vez tú? ¿Qué quieres? 
 

— Dime tu nombre, es lo menos que puedes hacer por tratarme así hace rato. Todas las parejas se fueron juntas y tu ni siquiera me dijiste cómo te llamas. ¡Eres un grosero! — vociferó. 
 

— Yoongi. Me llamo Min Yoongi. ¿Contento? — respondió malhumorado regresando de nuevo su camino, con el omega siguiéndolo detrás. 
 

— ¡Ohh.. qué lindo nombre! Mi alfa tiene un nombre muy lindo — trato de intentar con un cumplido. 
 

—¡Oye, oye, un momento! — se volvió para mirar al omega fijamente — ¿Qué es eso de "Mi alfa", ah? Yo no soy propiedad de nadie.

 — Pe-pero.. — tartamudeo — técnicamente sí lo eres, así como yo soy tu omega... 
 

Yoongi se talló el rostro con su mano en señal de frustración. 
 

— No, no, no — lo interrumpió negando con la cabeza. — Que la ceremonia nos haya destinado a ambos como pareja no quiere decir que yo sea tuyo y tú seas mío ¿De acuerdo? No sé trata de eso. Además, ya te dije que no estoy de acuerdo con el resultado. 
 

— ¿Pero porqué? Ni si quiera me conoces, jamás te he hecho nada malo como para que me trates así. Todos los demás..-
 

— Todos los demás son unos tontos — interrumpió. — No saben lo que quieren y sólo dejan que les digan qué hacer. 
 

— Pero sigo sin entender porque tú... 
 

— Porque eres un chico. 
 

— ¿Qué? 
 

— No me gustas porque eres hombre, y no me gustan los hombres. ¿Acaso no entiendes? Solo me gustan las hembras omegas — puntualizó en molestia. 
 

En su corta vida, Jimin jamás se había sentido rechazado de esa forma.

Su pecho empezó a arder y sus ojos comenzaron a aguadarse, sin planearlo sus lágrimas cayeron con toda la intención posible mojando sus pestañas y sus regordetas mejillas.
 

— ¿Que.. qué te sucede? — preguntó alarmado el causante de su llanto.
 

— ¿Me estas diciendo que no me aceptas como tu omega sólo porque no soy mujer? ¿No te gusto porque no soy tan bonito como una chica? ¿No soy atractivo? — decía apenas audible por el llanto, mientras se limpiaba sus lágrimas con las mangas de su suéter.
 

Angustiado por su llanto y las miradas que le dedicaban las parejas que pasaban a su alrededor, no sabía qué hacer. Él no era del tipo amable, así que no sabía cómo calmarlo.
 

— Oye.. yo no... yo no dije eso.. — balbuceaba mientras trataba de mirarle el rostro. 
 

— ¿Todo bien, Jimin? — pronunció una voz grave, Yoongi alzó la mirada y un tipo alto de cabello peligris oscuro de pronto había aparecido, rodeando los hombros del omega con su mano para apretarlo a él.