Disculpen los errores ortográficos que tal vez se presenten. Cuando acabe la obra voy a editar y corregir.
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Megan :
— pe...pe... pe... no entiendo — dice el hombre sin salir de su asombro. — tú tú... ah, te... ehh...
Me calmo y hablo.
— agradece que me tomé el tiempo de venir, yo sé que te debo una explicación. Te la daré. Lo único que pido es que no interrumpas.
— Megan, en serio no entiendo nada, no quiero ninguna historia, quiero que me digas por qué....
— sin interrupciones dije. Es la única condición que te pido.
— esta bien, sin interrupciones...
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Elías:
El olor a licor era enorme en mi cuerpo, aún así, decidí continuar con mi sufrimiento y seguir bebiendo, no sé creo que tal vez, hasta que este lugar cierre.
Me acompañaba un viejo amigo, gran psicólogo. Mis problemas siempre tuvieron nombre, eso lo descubrí la primera vez que nos topamos "por accidente"
— solo jurame que no vas a decir nada de lo que te voy a relatar.
— entonces ¿voy a trabajar?
— te pagaré muy bien. — le digo mientras le muestro la billetera en la mesa.
Él solo me da un asentimiento con la cabeza y yo empiezo a relatar.
—yo creo que es mejor, iniciar desde el principio de mis problemas... Megan Castillo.
Sebastián :
Una cita, después de tanto tiempo por fin se me da la oportunidad de poder salir con alguien.
Primero pensé en ir al bar con mi cita pero luego me di cuenta de que eso sería descortés para la primera salida; después pensé en ir a la cabaña de antigüedades e igualmente me di cuenta de que se podría aburrir con tantas cosas antiguas. Así que decidí por el lugar en donde estoy.
— eh, hola... disculpa que te haya hecho esperar...tuve un turno laaaaaargo... — aparece con el rostro triste, sus ojos tan marrones y de un brillo profundo; tiene una mirada intensa y curiosa. Tal como imaginé que sería.
— no esperé mucho y si así fue pues considero que valió la pena. Siéntate, ya mismo ordeno. ¿Qué deseas ordenar?
— mmm...— se queda mirando por un largo rato la carta, creo que mira los precios y no la comida.
— eh, la comida la pago yo. Es lo correcto... — hago una ligera pausa y le hago mi pedido al mesero — voy a ordenar un asado.
— no sería correcto que tú pagues todo, pero te lo agradecería. — hace la misma pausa que yo y ordena — Yo deseo lo mismo.
— también un buen vino — es lo último que digo antes de que se vaya el mesero.
— ¿qué te parece si para alegrarte te cuento un poco de mi historia? — le digo a la persona delante mío, en el momento en que le hago la proposición sus ojos brillan, lo que creo que es una aceptación. — todo empieza con la llegada de esa extraña de ojos bonitos o eso es lo que yo creí....