El origen

— que hermoso bebé, lástima que no te puedo adoptar. — decía con el semblante caído y la mirada puesta en la bella bebé que tenía en brazos.

Una bebé había sido dejada en una canasta en la puerta de una noble señora de edad avanzada.

Al verla rápidamente se enamoró de la pequeña.

— tenemos que ir a la comisaría... aunque yo conozco unas monjitas que te pueden criar, es un bello convento.

Ni corto ni perezoso, la llevó donde el dulce convento de caras angelicales.

— bueno dulce bebé, me tengo que ir, antes de irme te quiero dar un nombre. Tú te vas a llamar Megan, sí, Megan; tu segundo nombre será... Telima. — fue lo último que le dijo a la bebé de mejillas rosadas.

— cuide bien a Megan Telima. Quiero que si la vuelvo a encontrar tenga ese nombre. Megan Telima.

El tiempo pasó volando, Megan tampoco se quedó allí para siempre, ella se escapó del orfanato junto con quien consideraba su mejor amiga. Ester Lucía o Tel como le llamaba ella.

Encaminándose al mundo de la aventura a los 9 años y sin temor de los peligros de la calle, agarró unos abrigos y a su mejor amiga y se fue.

Tocando puertas haciéndose pasar por recolectoras de caridad para una parroquia inexistente fue como ganaron la comida.

Un día de tanto hacer eso, encontraron a quien el dúo de las "Solitarias" llamarían como su ángel guardián, una señora que les adoptó y les dio toda una vida de comodidad.

Cuando la señora cumplió su tiempo en la vida, tuvo que ser enterrada justo como ella lo había pedido. Las únicas que cumplieron su petición fueron Megan y Ester y como por testamento decía que quien cumplía su voluntad se iba a quedar con todo lo que tenía, estas fueron Megan Telima Castillo Dixon y Ester Lucía Castillo Dixon.

Heredaron una lujosa fortuna y un precioso departamento de dos pisos con cuatro habitaciones, cinco baños, una enorme cocina, una sala mediana y la desdicha de tener aún 17 años o bueno, esa era la edad de nuestra Megan.

La lujosa fortuna quedó a manos de su esposo, un hombre muy ambicioso y malo que solo les dejó a las herederas legítimas un 20 % del valor total y eso sí, se apiadó de ellas y les dejó la casa. Un día, murió misteriosamente por mucho alcohol que ingería o eso dijeron los doctores, puede ser que Ester o tal vez Megan haya estado detrás de la muerte de este hombre tan malvado. Nadie lo sabe, murió y punto.

Después de ambas estudiar lo que más les gustaba, Megan quiso casarse con su precioso enamorado. Un hombre que solo le interesaba el físico y la aventura. Nuestra querida protagonista lo dejó plantado en el altar y no, no lo pensó dos veces, solo apareció con el bonito vestido en la entrada de la iglesia y repitió:

— mi nombre es Megan Telima Castillo Dixon y no me puedo casar con un juguete que no toma las riendas de su destino.

Se fue bien campante, el luto le duró tres días, allí fue donde Ester la llevó por primera vez a conocer a su futuro jefe, el señor "Peladini" tras un duro trabajo fue despedida y el resto lo sabemos muy bien.

Te digo lector o lectora que nada va a ser más doloroso que decir la verdad.

La millonaria Megan Castillo no solo se quiere vengar de Elias Harris por lo que dijo, sino también por algo que él hizo en el pasado.

¿Lo quieren saber?

Bueno, me voy a poner amable.

Siganme y viajemos al pasado, cuando Megan era una estudiante de tercero de secundaria.

Megan tenía las calificaciones perfectas, el novio perfecto, un crush.... alto allí. El crush era nada más y nada menos que Elías Harris, un chico muy bueno con las chicas y sobre todo muy inteligente.

Un día nuestro chico tan mencionado se acercó misteriosamente a la dulce Megan.

— oye, me dijeron que tú eres la más inteligente, no solo eso, también que eres la más bonita. Lo de bonita no te hace justicia porque tú eres una diosa, la chica más linda del universo. Me preguntaba si deseabas salir conmigo esta noche. Si deseas al parque o por aquí cerca. — lo decía con coquetería y elegancia, el brillo en sus ojos y la diversión en su forma de mirar hacían que Megan no pueda declinar la invitación.

— está bien, te veo a las 6 en el parque de la vuelta.

La adolescente precavida se fue con ilusión en la mirada y con mucha cautela de ser vista por su entonces enamorado.

Al contarle todo a su prácticamente hermana, esta sospechó y por eso Ester la siguió muy sigilosamente al lugar indicado.

Cuando Megan llegó se encontró con muchos pétalos de flores a su alrededor. Ambos hablaron sobre lo bella de la juventud y sus temas tan juveniles se convirtieron en la excusa perfecta para un dulce y bello beso.

En el precioso momento había ilusión, Megan estaba consciente del engaño que le estaba habiendo a su novio y aún así continuó.

Todo se fue al caño cuando al día siguiente vio a su príncipe azul o bueno, su amor 2 besándose con la nerd.

— oye que te pasa, tú y yo tenemos algo — le increpó al adolescente de ojos claros al darle la vuelta.

— ¿tú y yo? Jajajaja por favor, cómo quieres que te tome en serio si le fuiste infiel a tu enamorado. La noticia ha circulado durante horas en la página de chismes escolares.

Al sacar el móvil se dio cuenta de lo cierto que era la información. El móvil era un celular con un teclado parecido a la de las laptop.

"Barbie se está divirtiendo y no es con su Ken, ¿con qué más habrá mentido?"

Aparecía en toda la página principal con una foto de ambos besándose.

— un consejo reina, tu vida puede aparentar ser de cristal pero tú y yo sabemos lo debil que es el cristal, si al menos esa era tu portada, debiste esforzarte para que siga siendo así. — fue lo último que le dijo la nerd. — ah y tu novio ya cortó contigo, mira la reciente actualización. — eso si fue lo último que le dijo.