Sebastián:
Todo ese país me hizo olvidar los problemas y es que siempre me suben los ánimos las vacaciones.
Inconscientemente me quedé cuatro días antes del accidente.
Realidad:
— disculpen la demora, aquí está lo que pidieron. — dice el mesero.
— gracias.
Empezamos a comer y yo continúo.
Historia :
Antes de retirarme de aquella bonita casa, revisé por última vez lo que sea y lo único que encontré era un álbum de fotos; en ese álbum todos éramos felices, en cada foto, todos estábamos sonriendo.
Me marché del lugar, no sin antes probar la bebida milagrosa o emoliente.
Al volver a casa escuché a Megan y Elías en pleno dale y dale. Sus ruidos eran tan fuertes que hasta creo que iban a romper la cama.
Me metí a la habitación y lo cerré con llave. Solo la volví a abrir cuando la tía Miranda me mandó el mensaje de que vendría.
Megan :
¿Sobrina?, no, eso no podía estar pasando, yo era.... ajena a esa familia de problemáticos.
— Sebastián, necesito que me ayudes. — le llamé lo más angustiada que pude.
Al instante el joven se acercó y me miró curioso. Le di un golpe en la cabeza con un jarrón y de inmediato lo llevé al interior de mi habitación.
Cuando él despertó, yo ya lo tenía amarrado a la silla, ya sé, algo bastante dramático pero necesario.
— ¡¿estás loca?!, ¡¿porqué me ataste y me golpeaste?! tú eres.... — no lo dejé terminar porque le puse una blusa en la boca.
— yo voy a hacer las preguntas y no grites. Dime, insecto, ¿quién soy yo?, ¡responde! No te quedes calla... ah. — le quité la blusa y él empezó a gritar le volví a poner la blusa y no puso resistencias. — ¡Sebastián! , siempre la pones difícil, solo quiero que me respondas de manera pacífica. Por favor. — le quité el trapo y él empezó a hablar normal.
— bueno, todo comenzó cuando....
(*******)
— y eso fue todo lo que pasó te pido que no te hagas ilusiones, las pruebas no vienen hasta mañana. Si tú eres realmente mi prima; entonces, todo el legado, quedaría en tus manos. La empresa, las casas. Todo. Elías quedaría arruinado, legalmente es un Harris pero la tía Miranda le quitaría la herencia.
— pe... pe... — no le podía responder debido a que aún procesaba todo lo que me había dicho. La empresa más grande de todas en el país, solo en mis manos. El poder que buscaba, la forma de hundir a Elías por fin estaba en mis manos.
— esto será muy difícil para Elías, ¿cómo se lo piensan decir?
— de manera suave, lo más blando posible, solo esperamos que esto no le ocasione un tipo de trauma. — respondió algo incómodo. Las ataduras.
Le quité las ataduras y luego de advertirle claramente que no diga nada sobre lo que habíamos hablado, lo dejé salir.
— ¡loca!
Luego yo me metí a la ducha y de paso pensar en todo lo sucedido.
Elías:
— eres preciosa, la chica más hermosa que he visto. — le decía a la chica alta de pelo verde.
— seguro eso le dices a todas, ¿cómo sé que no tienes novia?
— ¿novia?, jajajaja, no. Eres la única chica que me ha atraído. ¿Te parece si vamos un rato a caminar por allí?, quiero relajarme.
— sí, me parece perfecto. — respondió, seductora.
Estaba en una disco y la verdad, me la estaba pasando super bien. El bebé, el trabajo, mi tía, la casa. Todo me traía estresado.
Al principio no sentí nada por haber engañado a Megan, luego, me sentí como la peor basura existente. Por eso le regalé chocolates y rosas al día siguiente.
— es para ti, amor mío. Ayer no pude venir a dormir por el exceso de trabajo y por eso te traigo estos regalos, para que me perdones.
— ¿regalos?, ¿dormir?, ¿con quién estuviste Elías? — cuestionaba dudosa.
— yo no estuve con nadie, amor... jajajaja....
— jajajaja yo solo bromeaba, si sé que no me engañarías, sabes que si lo haces te lo corto. — palidecí — jajajajaja otra broma, jajajajaja ya siéntate a comer.
Al sentarme, sentí la mirada de Sebastián muy pesada. La de mi tía igual y la de Megan aún más, ella estaba incómoda.
— ¿sucede algo?, ¿algo le pasó al bebé?...
— no, Elías, no sabemos cómo darte esta noticia... — dijo mi tía y le interrumpió Megan.
— tienes que calmarte primero, traeré un poco de agua. — se fue y Sebastián también se me acercó con una mirada de compasión.
Cuando todos estuvieron allí, empezaron a hablar.
— Elías... — empezó Miranda. — hace muchos años, tus padres hicieron cosas malas, ellos intentaron ser los más poderosos del país, no les importó pasar por encima de muchos, su meta siempre fue la cima.... — se detuvo unos segundos y continuó. — tenemos dos noticias para darte, ambas son fuertes pero la numero 1 es un poco más sensible que la 2.
— al grano, me asustan.
— tú fuiste adoptado — respondió Sebastián.
— Megan, la heredera legítima — continuó Miranda.
— ¡¿qué?!, no entiendo, ¿es una especie de broma?
— no, aquí están todas las pruebas de nuestras palabras. Yo hice muchas pruebas de ADN. Una entre tú y yo y luego, otra entre Megan y yo. Busqué pruebas y encontré el diario de nuestra madre, allí ella dice que tú fuiste adoptado. Lo siento. — termina de decir Sebastián, para tomarse el agua.
— tenemos la sospecha de que tú mamá o tú papá, mandaron a explotar el departamento de Ana; cómo vieron que una de las gemelas había muerto entonces pensaron que la otra estaba carbonizada o algo así. — dijo Miranda.
Megan me miraba con mucha tristeza.
— consultamos con un abogado y este nos dijo que tú vas a seguir siendo el dueño de la empresa porque tienes el apellido Harris pero que Megan tendría que tener alguna acción, porque es igual o más heredera que tú. La tía Miranda le quiere dar toda su parte de la empresa a Megan y yo quiero darle el 20% de mi parte. Sumando todo... Megan sería la dueña del 55% de la empresa principal.