Asher era un joven de corazón noble, que disfrutaba observar a los campesinos mientras caminaba por el campo. Un día, notó que un joven tenía problemas y no dudó en intervenir para ayudarlo. Este acto de bondad lo unió a Herminio, un alma atormentada por un pasado doloroso. Pronto, Asher y Herminio se convirtieron en amigos inseparables, y una chispa de amistad se encendió en sus corazones.
A medida que el tiempo pasaba, Asher y Herminio compartían sus vidas, encontrando consuelo y apoyo en la compañía del otro. Pero un día, sus vidas tomaron un giro inesperado cuando se encontraron con Amora, una joven encantadora que cruzó sus caminos. El corazón de Asher latió con fuerza cuando la vio, y se dio cuenta de que estaba enamorado. La presencia de Amora se convirtió en su pasatiempo y alegría, y pasaban tiempo juntos, compartiendo risas y sueños.
Sin embargo, a medida que su relación con Amora florecía, Asher no pudo evitar recordar los sentimientos que tenía por Herminio, recordando que sentía algo por él. La culpa y la confusión lo atormentaban. Decidió confesarse ante Herminio, para aclarar sus sentimientos y esperando encontrar comprensión en su amigo. Pero, para su sorpresa, Herminio había desaparecido, dejando a Asher solo y desamparado.
Sintiéndose cada vez más solo y desesperado, Asher finalmente compartió sus sentimientos con Amora. y lo apoyó en su dolor. Juntos, decidieron casarse, aunque Asher lo hizo por obligación, debido a las expectativas de sus padres.
A pesar de su compromiso con Amora, Asher nunca olvidó a Herminio, su primer amor y su amigo más querido. Dedicaba sus días a disfrutar de su tiempo con Amora mientras mantenía viva la memoria de Herminio en su corazón.
Un día, mientras exploraba el bosque, Asher vio una figura postrada en el césped, rodeada de hermosos lirios blancos. Se acercó rápidamente y, para su horror, descubrió que era Herminio. El corazón de Asher se rompió al ver que Herminio tenía una daga atravesada en el pecho, como si su corazón hubiera sido destrozado. Herminio había muerto, y Asher se sintió impotente y devastado.
Asher visitaba la tumba de Herminio a diario, compartiendo todos los detalles de su vida, con la esperanza de que algún día despertara y todo fuera solo una pesadilla.