Por qué es tan difícil hacer amigos?

Capítulo 2: ¿Mala Suerte? Parte 1

Ya es de día, es hora de levantarme y prepararme para ir a la escuela. Ayer fue un día ajetreado y se supone que hoy debo arreglar lo que dije por error.

Me dirigí al baño de mi casa para lavarme la cara y los dientes, que esta cara limpia necesita mantenerse, que aunque no me interese mucho el verme bien, tener un intento de rostro apuesto nunca está de más.

Muy bien, creo que es hora de pensar que hacer. Normalmente solo dejaría pasar la situación, y aunque ya se me paso la mayor parte del entusiasmo de conseguir pareja, me siento mal por haber rechazado la solicitud de amistad de aquella chica, que aunque tenga una sonrisa un poco tenebrosa, posiblemente causada por mi imaginación, ya que llevaba un rato siguiéndome y era imposible que mi percepción no fuera afectada por eso, no dejo de sentirme mal. Malinterpreté las cosas a tal grado que pensé que me haría algo malo, mientras que ella solo me quería devolver algo que creyó que era mío.

Regresé a mi cuarto a ponerme mi uniforme, porque sin la chaqueta y los pantalones negros no me dejarán entrar a la escuela.

No se me ocurre nada. Supongo que si la encuentro, intentaré hablarle o cuando menos saludarla, pero será mejor si no la veo, así solo la saludaré llegando al salón y le preguntaré a Hara que hacer, a ver si no solo eran habladurías lo de los consejos.

Salí de mi casa a la hora habitual, pero debido a perderme en mis pensamientos, olvidé desayunar y ver las noticias de la mañana.

◇◆◇

Llevo unos minutos caminando y ya empecé a ver a algunos estudiantes, aunque no todos tienen el uniforme similar al de mi escuela. En fin, no me he encontrado a Miyake todavía, supongo que apenas estará saliendo de su casa, eso o ya está en la escuela, o también es posible que sí me haya estado siguiendo y en realidad no viva por aquí… No, ¿por qué esta idea sigue en mi cabeza?, solo malpensé las cosas, nada más. No debo volver a hacer eso, no es bueno pensar mal de personas que aún no conozco.

Ahora que lo recuerdo también está esa otra chica, la que se llevó a mi gato, Ishida si no me equivoco, que lo que pasó con Miyake me hizo olvidarlo. ¿Será que en vez de Miyake terminaré encontrándome a Ishida? Puede ser, aunque cuando me encontré con ella, no llevaba mucho tiempo de haber salido de la escuela, así que es muy posible que tomemos caminos totalmente diferentes. Un momento, si no tenía mucho tiempo que habíamos salido de la escuela, ¿cómo es que tenía un gato? Supongo que su casa está cerca.

◇◆◇

Muy bien, ya estoy en la entrada, no me crucé con nadie, no apareció ni Miyake, ni Ishida, ni Hara, aunque a él no esperaba encontrármelo. Al parecer no coincidí con nadie, no sé si es un alivio o una lástima.

Seguí caminando hasta llegar a mi salón de clases, donde estaba Miyake sentada en la entrada. Sin pensarlo dos veces decidí que era hora de pasar a la acción.

—Buenos días, Miyake. —Hice algo de esfuerzo para no parecer nervioso, porque obviamente lo estaba.

A juzgar por su expresión, parecía sorprendida, pero sin darle tiempo a devolverme el saludo, me dirigí hacía mi asiento, donde con una cara de «¡Te atrape!» estaba él.

¡Uff!, eso fue agotador, por otro lado, realmente no sé si quiero que Hara pregunte o que no diga nada sobre lo que acababa de suceder. Como sea, en ambas situaciones salgo ganando… y también en ambas salgo perdiendo.

Apenas tomé asiento se acercó a mí a preguntarme—: Entonces, ¿sí están saliendo?

¡Sabía que iba a decir algo así!, pero ya sé que solo quiere molestarme, si esta vez pongo un alto rápido estoy casi seguro de que lo aceptará.

—Hablemos sobre eso más tarde. 

—Vamos, yo sé que estás ansioso por decirme; posiblemente te animaste a hablarle porque te dije que te daría consejos, ¿no es así?

¿¡Qué tan engreído es como para pensar eso!?, aunque me molesta admitir que no está equivocado del todo. En fin, al menos es un alivio que realmente no crea que estamos saliendo.

Volteé a verlo con una mezcla de timidez y molestia. 

—Te lo contaré en el descanso, ahora no molestes que va a empezar la clase.

—De acuerdo, me parece bien. 

Estoy seguro de que no se esperaba que le vaya a contar.

Como supuse, no siguió insistiendo. Bueno, ahora a sacar mis cosas que la clase ya va a comenzar y si no me equivoco, hoy darán una charla sobre los clubes.

Por el rabillo del ojo, alcancé a ver que Miyake me estaba observando. Lo ignoré por el momento, pues todavía no sabía qué hacer. Muy bien, en el descanso escucharé lo que Hara me aconseje.

◇◆◇

La casualidad es algo extraña, es lo que rige todo lo que pasa en la existencia, vivimos inmersos en ella, pero no tenemos manera de controlarla, no podemos agradecerle cuando nos va bien a causa de esta, tampoco podemos reclamarle por hacer la vida injusta, pues no serviría de nada. Solo tenemos que aceptar que es verdaderamente absurda y no hay nada que pueda cambiarlo.

—Oye, Miura.

Afortunadamente hoy sí pude terminar mi monólogo, que dudo que me sirva de algo o siquiera haya pensado en algo en concreto, pero bueno, algo es algo. Gracias casualidad por hacer que Hara esperara a que pudiera terminar. Bueno, pues supongo que me habla.

—¿Qué sucede?

—Hoy sí reaccionaste a tiempo, ¿estabas pensando en tu novia? —Sin dejar a que diera una respuesta a eso, él siguió hablando—. En fin, me cuentas de eso cuando regrese, porque ya empezó el descanso y hoy si traje dinero, así que me iré a la cafetería.

—Espérame, te voy a acompañar. —Dejé mi mochila en mi lugar y me dispuse a seguirlo a la cafetería.

—¿Qué?, ¿hoy no trajiste almuerzo?

—Bueno, te quería preguntar algunas cosas, preferiblemente fuera del salón. 

No sé si debí decirlo de esa forma, pero si lo encubría de todos modos iba a deducirlo.




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