Por qué es tan difícil hacer amigos?

Capítulo 3: Nuevos Conocidos

Ese lugar estaba lleno, pero no podía evitar sentirlo vacío. Aquel salón de clases con el mismo grupo que acompañé durante tantos años, al que nunca me animé a hablar. Tal vez habían intentado hablarme, no, definitivamente alguna vez lo intentaron, sin embargo, fracasaron. ¿Fue por un exceso de tecnología en mí? ¿Mis pésimas habilidades sociales? ¿O algo más? La verdad no lo sé, y ya no me importa.

Pero todo cambió ese día. La mayoría de mis compañeros parecían alterados por algo un poco simple. Nuestro profesor, tal vez como broma, o tal vez intentando asustarnos, dijo que quien reprobara el último examen tendría que repetir curso. Y fue ahí cuando ocurrió.

—¡Hola! Mucho gusto. ¿Tu nombre es Mi…? Mi… Bueno, eso no importa. ¿No te gustaría ayudarnos?

Esas eran de las primeras palabras, no provenientes del profesor, que recibía en años. Me emocioné un poco por ello, pues era el inicio de mis nuevas interacciones.

—Ho-Hola, mu-mucho gusto. ¿En qué quie-quieren que les ayude?

—Pues ya sabes, ese tonto maestro que dice que necesitamos aprobar ese examen para no volver a cursar el año. Y bueno, la mayoría en el salón estuvimos discutiendo y al final decidimos que tú eras la indicada para hacerlo.

—¿Hacer qué?

—Robar la copia del examen obviamente.

No recuerdo los detalles del plan, pero sé que no era uno muy bueno. Básicamente tenía que infiltrarme en la sala de profesores y robar o tomarle una foto al examen. Y como en ese tiempo no tenía más que una computadora portátil, no había manera alguna de que pudiera tomar la fotografía.

De igual forma no tomé nada, pero sí pude encontrar el ordenador del profesor, así que envié una copia del examen a mi correo. Días después, pasado el examen, cuando fui a la escuela, la mayoría me agradeció por lo que hice. Y pese a que el profesor dijo que lo de repetir el curso no iba en serio, muchas personas me agradecieron igualmente. Varios me empezaron a hablar y a confiar en mí.

Lo más importante de todo eso fue que me hizo feliz ayudar a mis compañeros porque ellos se sentían bien…

◇◆◇

Una alarma empezó a sonar. Mi celular me decía que era hora de despertarse. Me levanté entre bostezos, y me puse a ver la hora.

¿Uh? ¿Uh? ¿Uhhhh? ¿Ya es tan tarde? ¡Maldición! No debí quedarme jugando hasta tan tarde. Me pasé de sueño por 20 minutos. Voy a llegar tarde a la escuela. Me tengo que cambiar rápido.

Me puse mi uniforme a una gran velocidad y me deslicé por las escaleras.

—¡Buenos días, mamá! Ya bajé.

—¡Buenos días, cariño! Tu desayuno está en el comedor.

Me fui casi volando a la mesa, donde en un ataque sorpresa, devoré la comida por completo, sin dejar ni un pequeño rastro, y escapé de la escena del crimen. Al terminar empaqué mi almuerzo y me dirigí a la entrada de mi casa.

—¡Ya me voy mamá!

—¡Qué te vaya bien!

Abrí la puerta de mi casa, pasé por el jardín y me dirigí a la escuela.

¿¡Por qué pensé que era una buena idea dormir hasta terminar esa novela visual!?… Cierto, tenía un final secreto muy interesante en cierto modo. Como sea, ella ya debería estar esperándome, si no es que ya se fue.

◇◆◇

—Qué agotador.

Debería conseguir una bicicleta, así no tendría que pararme tan temprano, además dicen que usarlas es saludable. Eso sin contar que también le podría ahorrar la caminata a Hikaru llevándola.

Solo falta una cuadra para llegar. No la veo, creo que ya se habrá marchado, aunque generalmente soy yo quien la espera durante unos minutos. No importa, es entendible que ya se haya ido…

De repente, pude sentir unos dedos tocarme la espalda mientras escuchaba una voz diciendo—: ¡¡Buenos días!!

—¡¡iiii!! —No pude evitar soltar un pequeño chillido y que mi lacio pelo pasara a erizarse tras escuchar esas palabras—. ¡Eso es acoso!

—No la viste venir, ¿eh?

Enfrente de mí estaba ella, dándome terrible susto.

¿Merecía un susto matutino? O quizá esto es una especie de venganza… No creo, yo no he hecho nada malo.

—Sí, es mi venganza, por si lo estás pensando.

Ya ni me sorprende que casi pueda leerme el pensamiento. ¿Pero venganza de qué? Si yo nunca le he hecho algo.

Dándose cuenta de mi cara de confusión, agregó—: Por si te lo preguntas, esto es porque tú eres quien me asusta todas las mañanas. De hecho yo solo te dije buenos días.

Oh cierto, había olvidado completamente que mi papel es espantarla para que termine de despertarse… y para subirle la presión.

—Pero te habías escondido, ¿eso no era con intención de darme un susto?

—Sí. —No lo negó, pese a lo que había dicho hace unos segundos—. ¿Ya nos vamos? Ya es un poco más tarde de lo habitual.

¿Un poco? No creo que nuestras formas de ver el tiempo encajen muy bien. Al menos a mí 20 minutos se me hacen una eternidad, sobre todo cuando estoy en un espacio solitario.

—Sí, ya vámonos. Con suerte volveremos a llegar solo después de él.

Todavía no estamos ni cerca del parque, pero creo que si podremos llegar a tiempo, o al menos eso espero.

Nos dirigimos a la escuela mientras charlábamos un poco sobre a qué club podríamos entrar. En cuanto a mí, espero con ansias un club de ayudar a los demás o algo así, aunque con un club de videojuegos me conformo. Aunque creo que eso ya es pedir mucho.

◇◆◇

Llegamos al salón, pero ella tuvo que ir a una reunión muy importante al fondo a la derecha, así que me encontraba en silencio en una habitación vacía… O al menos así lo parecía, pues estaba un chico que siempre llegaba antes que nadie. 

No entiendo para que le sirve llegar tan temprano si nunca habla con nadie. He intentado dirigirle la palabra, pero siempre me evita. Tal vez si me esforzara un poco más podría lograr que siquiera me salude, aunque no creo que sea necesario. Pero lo que es cierto es que me gusta molestarlo un poco, así que.




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