Por qué es tan difícil hacer amigos?

Capítulo 4: Nuevos Planes Parte 3

Finalmente, solo tres clubes. Ha sido muy agotador ver tantos, y, sobre todo, tan raros. Juraría que cualquier escuela de ficción no superaría a esta.

No creo poder decidirme por algún club, y no hay nada de ayudar directamente o videojuegos, ¿pero cómo no hay de videojuegos habiendo cosas más locas? Me pregunto qué pensaran ellos.

—Ya casi hemos acabado. ¿Les ha parecido bien?, ¿ya saben a cuál club entrar?

—Creo que me costará mucho decidirme a al que debería unirme.

Supongo que a Miyake habrá unos que sí le han gustado. Pero, por otra parte, creo que hay alguien aquí que comparte mi opinión en cuanto a todo lo que vimos.

Volteé a ver a Miura suponiendo que no le habían gustado mucho.

—Yo no creo entrar a ni uno, a menos que entre estos tres que quedan haya uno bueno. —Confirmó mis sospechas.

—¿Y tú, Mikawa? —preguntó un poco curiosa Miyake.

—La verdad a mí tampoco me convencieron mucho, así que tal vez termine no uniéndome ningún club.

Cuando acabé de hablar, no hubo mucho más de lo que pudiéramos platicar, así que, en silencio, seguimos nuestro camino hasta el siguiente salón.

◇◆◇

Solo tres más, ¡tú puedes soportarlo, Mikawa! Con suerte y uno de los que quedan me parecen lo suficientemente buenos. Aunque tal vez lo debería pensar con más calma en casa porque esa visita al club de ocultismo me dejó con un poco de mal sabor de boca.

—Solo tres, ¿eh? —Él también se veía cansado después de visitar tantos lugares.

Mientras iba a tocar la puerta se puso a leer el cartel que estaba en esta, y después de eso, se detuvo en seco.

—Yo, eh, creo que ya hemos visitado demasiados. Además, hoy debía regresar temprano a casa, había quedado con un amigo llamado Hara para jugar a… algo. Nos vemos. —Salió corriendo hacia las escaleras.

—Espera, Miura. —Intenté llamarlo un poco, pero él igual se fue.

¿Qué fue eso? Eso sin dudas sonó como una excusa, ¿pero por qué quiere irse justo ahora que nos faltan tres? Me pregunto si tendrá un problema con el que necesite ayuda.

Cuando ya no se veía, Miyake volteó a verme y preguntó—: ¿Hice algo?

—¿Uh? No sé de qué estás hablando.

—Pues, Miura se veía algo enojado mientras se iba. ¿Fue por mi culpa?

¿Qué? No creo que haya conexión alguna entre lo que acaba de pasar y Miyake. Pero pobrecita, se le nota algo preocupada.

—No, no has hecho nada malo. Seguramente ya estaba un poco irritado a causa de algunos clubes que ya visitamos, así que tal vez este club sea otro de esos raros y por eso huyó. —Volteé a leer el cartel en la entrada del salón, solo para darme cuenta que era poco probable que fuese eso—. ¿Club de canto?

—¿En serio crees que fue por este club?

No.

—Sí, ha de haber sido por este lugar.

—Ya veo, es un alivió. —Puso su mano en su pecho y soltó un pequeño suspiro.

Es fácil de engañar. Es bastante obvio que la razón no era este club, pero tampoco creo tenga que ver con ella. Bueno, eso no importa mucho, lo que me parece algo preocupante es que sin ningún motivo haya pensado que fue su culpa. Debo hacer que se relaje un poco.

—¿Entramos a este salón? —Sonreí a lo grande intentando reconfortarla un poco.

—Sí, está bien.

Toqué la puerta y una chica, con mi mismo peinado, pero en color azul, abrió.

—¡Hola! ¡Sean bienvenidas! Pueden pasar si quieren.

—Gracias —respondimos al mismo tiempo.

Como Miura ya no estaba, se nos olvidó preguntar por un lugar donde pudiéramos sentarnos, así que nos quedamos paradas cerca de la entrada.

—Este es el club de canto, ¿no? Entonces creo que ya sé que hacen, ¿pero hay alguna manera especial de hacerlo?

—En este club hacemos actividades para mejorar nuestro rango vocal, afinación e interpretación. Y claro, nos relacionamos bastante con el club de música.

Uno de los pocos clubes normales a mi parecer.

—De hecho, también estudiamos temas similares, así que podríamos decir que somos clubes hermanos o algo semejante. Así que, si les gustó ese sitio, puede que este lugar también les sea adecuado. Mis compañeras y yo estábamos un poco indecisas cuando apenas íbamos en décimo grado, pero este salón nos atrapó, nos tocó en el corazón.

Cuando terminó de hablar, se pudo ver como sus compañeras. que no estaban con nosotros, sonreían con ternura.

—Realmente les gusta haber escogido este club, ¿no?

—Mucho, por lo que espero podamos compartir nuestros sentimientos a otros estudiantes que se quieran unir. Si a ustedes les llama la atención, aunque sea poco, un lugar en el que quieran estar, no lo dejen escapar y sean curiosas con él.

La pasión con la que lo dice hace que me den ganas de entrar, aunque no sé si sea el mejor lugar para mí. De todas formas, lo consideraré un poquito, pero no aseguro nada.

Gracias a estas chicas me siento un poco más calmada de lo de hace rato. Una lástima que Miura haya querido saltarse este lugar.

Las compañeras de la chica le hablaron, así que fue a ayudarlas.

—¿Qué te parece este club, Miyake?

—Me gusta como ellas parecen tan unidas. —Miró con una sonrisa a las chicas—. Aunque no me llama mucho la atención el tema, me gustaría estar en un sitio así.

Quedarnos aquí otro rato no parece mala idea, pero a mí también se me está haciendo algo tarde. Deberíamos terminar de ver los otros dos salones.

—Bueno, ¿qué te parece si vamos al siguiente lugar? Tal vez sean tan acogedores como este.

—Sí, me parece bien.

Nos levantamos de nuestras sillas mientras para dirigirnos al siguiente lugar.

—¡Gracias por la explicación, nos vemos! —Agité con ánimo mi brazo despidiéndome.

—S-Sí, muchas gracias. —Miyake hizo lo mismo que yo.

—Gracias a ustedes por venir, fueron las primeras. Y espero que encuentren un buen club —dijo quien nos había recibido.




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