Esta casa es considerablemente grande, sobre todo tomando en cuenta que en estos momentos soy la única que vive aquí. Diría que me hace sentir sola, aunque lo cierto es que no estoy desfamiliarizada con esa sensación.
De cualquier forma, no me supone ningún problema limpiarla, ya que tengo mucho tiempo libre.
Seguí haciendo el aseo de mi vivienda mientras escuchaba un poco de música actual.
Vi en internet que un modo de congeniar con los demás es teniendo gustos similares, así que desde entonces me he propuesto oír cosas como esta, pero de momento no ha surtido ni un avance.
Después de terminar de limpiar la cocina y el comedor, subí al segundo piso para continuar con mi habitación.
¿Qué debería hacer? Si me pongo a pensarlo, no he avanzado demasiado, además que tras tener mi solicitud aceptada no he hecho nada con ellos. Desde el martes no me he vuelto a encontrar con Miura a la hora de la entrada ni a la hora de la salida. Por otro lado, el jueves Mikawa me invitó a comer ella y sus amigas, pero todavía me cuesta trabajo prepararme para hablar con alguien, hablar con otras dos nuevas personas a la vez será tortuoso para mí. Supongo que tendré que empezar a hablar con Kukiko Ishida y Hikaru Nagai.
Mientras pensaba en la progresión de mi objetivo, quitaba el polvo del escritorio donde ponía mi computadora, de mi buró y de las repisas en las que colocaba mis novelas ligeras y mangas.
Si fuera tan fácil como en estas cosas en las que solo con amable las personas se iban a empezar a fijar y confiar en ti. Es una lástima que a mí no me pase eso, aunque es preferible que no suceda eso a tener que ser la mala de nuevo.
Acomodé mis cosas de vuelta en su lugar y me dirigí al cuarto de mis padres a hacer un poco de limpieza mientras me concentraba en lo que aún me faltaba por hacer.
◇◆◇
Qué duro, pero finalmente la casa está reluciente, y yo también después de tomar esa ducha. Ahora a seguir con mis pocos planes de hoy, veamos.
Saqué la lista de mi pantalón y me puse a leerla.
—Aseo: listo. Ducha: listo. Comprar el último volumen de yojolion: a punto de iniciar. Comprar los víveres: falta. —Dejé la lista en la mesa— Entonces vamos a esa tienda a por el manga. Manos a la obra.
Hoy no hace tanto calor como otros días, así que llevar este pantalón junto a esta blusa negra no está mal, ya que dicen que la ropa negra cuando es contraproducente cuando hay altas temperaturas.
◇◆◇
Me siento afortunada de tener una tienda de estas cosas tan cerca de casa, tan solo tuve que caminar dos cuadras a la derecha.
Entré al local para cumplir con un deber de mi lista. Dentro se veía que no había mucha gente, lo que es normal, ya que por algún motivo la tienda se suele llenar los días sábado, no hoy.
Iba directo a la sección de yojo’s, cuando vi algo que me agarró de imprevisto; dos compañeros de clase estaban en la tienda.
¡Oh, no! No vine preparada para hablar con alguien, amm. Incluso si no quisiera interactuar con ellos de alguno u otra forma nos terminaríamos cruzando. A ver, calma, piensa con claridad. Yo sé que puedo entablar una conversación.
Por el borde de una estantería, me asomé para ver a ambos sin que me notaran.
Por un lado, en la sección de mangas shōnen, podía ver que una compañera llamada Majime Kojima, que tenía una falda azul y una sudadera café, lo que era raro porque el clima no era muy frío.
Y por el otro, con unos jeans gastados y una playera azul de manga larga, estaba Miura en la sección de… ¿Novelas ligeras de romance? En internet dice que suele ser al revés.
¿Con quién debería hablar? A Kojima no la conozco, pero podría comenzar a hacerlo para preguntarle si quiere ser mi amiga. En cambio, con Miura ya somos amigos, aunque el jueves y viernes solo nos saludamos en la mañana y eso fue todo. ¡Ay, esto es tan difícil!
Miura lucía como si hubiese notado que lo estaba observando, así que me escondí atrás del mueble rápidamente.
¿Cómo lo hace? ¿Puede sentir las miradas o una cosa así? Veré si ya volvió a lo suyo.
Cuando volví a fijar mi vista, Miura ya no estaba, se había ido. Entonces sin más opción me puse a prepararme para intentar hablar con Majime Kojima.
No estoy segura de cómo hacer esto. Me gustaría fingir un encuentro casual, pero la vez que lo intenté cuando le hablé a Miura por primera vez, no me fue muy bien. Aunque no hay más elección, tengo que intentarlo. ¡Tú puedes, Miyake!
Me fui acercando de manera discreta a la chica y por unos segundos me quedé viendo que hacía. Estaba inspeccionando un poco la parte de los más nuevos, hasta que vi que iba a tomar lo mismo por lo que vine, por lo que se me ocurrió una gran idea: agarrar el tomo a la misma vez que ella.
—Lo-Lo siento, n-no vi que ibas a querer eso. —Sin desearlo, terminé tartamudeando como en la mayoría de ocasiones.
—¡Oh! No te preocupes, hay más de uno. —Tomó otro de la estantería y se fue a pagarlo.
Definitivamente no soy buena en esto. Cuando uso y cuando no uso lo que viene en internet no me salen muy bien las cosas.
Resignada a marcharme sin haber hecho nada, fui a la caja a pagar y luego salí del establecimiento.
En la entrada me encontré otra vez con ella. Estaba sentada en una banca afuera del local. Esa era mi oportunidad.
Primero me voy a esconder un poco. Hecho, ahora a buscar una forma de hablarle sin que parezca muy extraño. Sacaré mi celular para apoyarme en él otra vez.
[Manera de iniciar conversación con una persona desconocida]
Bien, esto es lo que necesito saber.
[Paso 1: Acércate]
Fui y me senté a su lado, pero dejando un poco de espacio en la banca. Ella no notaba mucho mi presencia en ese momento.
[Paso 2: Habla de cosas triviales en las que puedes tomar tu entorno en cuenta]