¿por qué llorar con éste libro?

El viaje

El viaje.

El anhelo que tenía mi padre por viajar por todo el país era algo que nunca pensé que lo llevaría tan lejos. Convencido de que la muerte no era la que dictaba la autopsia, decidí seguir su rastro. Mamá me tildó de loco, pero no es algo que simplemente pueda pasar por alto, mi padre había muerto y no lo dejaría morir en vano. Sabía que ella sufría su propio luto, pero el mío era saber qué pasó con papá. Cuando le comenté a mi tío, el hermano más apegado a mi padre, me sonrió:

—Me parece excelente, Julio —me abraza—. Tu padre era un hombre aventurero, muy valiente sin duda, y muy suspicaz, esa muerte no me parece creíble. Te recomiendo tener cuidado, si alguien lo mató, no dudará en hacerlo contigo, se muy precavido y ruego porque lleves a alguien que te acompañe en esta travesía.

Extasiado por su apoyo, decido llevar a mi mejor amigo, en quien confío mi vida entera por tantos años de amistad. Éste acepta ser mi aliado y acompañante, por lo que siguiendo el mapa que papá tenía escondido en su casa para mí, fui tras su rastro. Oscar, quien procuraba alivianar el ambiente, no lucía preocupado así que ese sentimiento me lo inspiraba poco a poco.

—I wanna really, really, really wanna zigazig ah, If you wanna be my lover, you gotta get with... —cantó, siguiendo el ritmo de las spice girls, haciéndome reír.

Al llegar a la ciudad en la que mi padre murió, ya tarde en la noche, optamos por dormir en un hostal cerca a la comisaría, por precaución. Mi mente divagaba sin poder evitarlo, estaba a tan solo metros, quizá, del lugar donde mi padre murió, el hombre que me había criado con desempeño y amor durante tantos años. Por lo que, al día siguiente, decidí ir a la comisaría, donde me encontré con gente antipática, seria y cruel.

—No entiendo por qué viene a preguntar por una persona muerta, señor —me responde hostilmente el sheriff, fruncí el ceño, confundido.

—Por lo mismo, no me creo lo que han anunciado públicamente —respondí con la misma hostilidad que él usó, Oscar me miró con sorpresa, pero no me interrumpió. Un policía que estaba cerca, me llamó, con una sonrisa y nos llevó afuera del lugar.

—Mi compañero está un poco tenso, creo que puedo ayudarlos. Sé quién lo hizo —me dice, me abraza al ver mi rostro de descanso—. Ven al parque que está cerca de la comisaría a las 10:00 pm y te contaré, confío en que no dirás nada —me pide y asiento, Oscar me ve dudoso, pero él entiende la indirecta.

A la hora que él me pidió, ya estaba en el parque, ansioso por conocer la verdad, no me podía creer lo sencillo que sería, así que cuando él llega, me acerco con la emoción suficiente al momento que él saca su arma y jala del gatillo. Éste me da directamente en el pecho, haciendo que cayera de espaldas contra al pavimento y oyendo al hombre decir: "Yo maté a ese hijo de puta que no sabía quedarse callado, niño". Siendo esa las últimas palabras que oí al morir.

Fin.




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