Por qué tú?

Capítulo 1

Morgan

Mi nombre es Morgan Olson y soy hija única. Si me tuviera que definir en una sola palabra... sería simple.

Soy simplemente eso: una persona promedio.

Tengo a mi madre más bien parecida a mí: mismo color de pelo, piel y ojos. Somos iguales, se podría decir que soy una versión de ella más joven.

Y mi padre, a decir verdad... <<¿tengo que decir esto?>>

Él nos abandonó por irse con otra mujer. Martha. La ex "mejor amiga" de mi mamá.

Lo sé, suena cruel, pero sucedió y nadie pudo hacer nada para evitarlo, sin embargo, ya casi son dos años desde ese acontecimiento.

La vida ha sido difícil desde ese momento para mi madre y para mi, pero hemos tratado de hacerlo de la mejor manera posible para sobrellevarlo. Al final del día nos tenemos a nosotras dos.

Estoy conforme con mi vida hasta ahora, llevo una vida tranquila junto a mi madre desde hace 17 años. Nunca tuve que adaptarme a ningún otro cambio además del de mi papá. No tení idea de que las cosas podían cambiar de la noche a la mañana.

Ese día, pensé que sería como cualquier otro, como una rutina diaria del día a día. Sin embargo...

— Morgan. Tengo que hablar contigo. — mi madre habló de manera firme, parecía algo importante. Dejó los cubiertos sobre el palo de comida y se dedicó a mirarme.

— Claro. ¿Qué sucede?

— ¿Recuerdas que te había platicado de Andrew?

Andrew es un señor que pretende a mi mamá hace mucho tiempo. Me di cuenta de aquello porque por alguna razón claramente extraña comenzaban a llegar flores a nuestra casa. Siempre acompañadas de una nota que decía: "Que tengas un buen dia, Stela".

Mi mamá al principio trató de negarlo, pero claramente yo no me llamaba Stela.

Él vive en otro lugar, algo lejos de aquí, pero vino a causa de trabajo. Ahí fue en donde conoció a mi madre. Por lo poco que me platicó de él... es el dueño de una compañía muy famosa, incluso cuando me lo mencionó no lo creía, pero al ver lo joven y hermosa que era mi madre, no dudé ni un segundo.

Desdé que mamá lo conoció, sonríe como nunca. Jamás la había visto sonriendo tanto, nisiquiera con mi papá.

— Claro que sí mamá, ¿qué pasa con él?

— Pues... ¿qué piensas de él?

— Pues no puedo decirte nada concreto... no lo conozco, pero se ve que es una buena persona y que te trata bien. ¿Por qué la pregunta? — a decir verdad, no me desconcertó para nada aquella pregunta. Hace muchos meses que se pretenden, creo que va para algo más.

— Bueno, yo... Morgan, no sé cómo decirte esto. — se veía preocupada. Empecé a ponerme ansiosa.

— Mamá, dime que sucede, ¿crees que me enojaré o algo parecido? Eres adulta, puedes hacer de tu vida lo que creas mejor para ti. — dije para tratar de calmarla.

— ¿Has pensado a dónde irás a la Universidad, hija?

— Pues, no tenía pensado irme a ningún otro lado... — quería que fuera al punto de lo que me quería decir, estaba empezando a preocuparme. —Mamá... dime que pasa.

— ¿Y que piensas sobre mudarte?

— Mamá.

— Responde.

— Pues... jamás lo había pensado en realidad, estoy muy tranqui y agusto viviendo aquí. Jamás pensé en mudarme.

— ¿Y te gustaría hacerlo?

— No por ahora, no quiero dejarte sola.

— ¿Y si... nos mudaramos juntas?

— ¿Quieres mudarte? Pero espera... ¿qué tiene que ver Andrew en todo esto?

No será lo que estoy pensando....

— Como dices Morgan, ya no soy una adolescente que necesita permiso, sin embargo... — respiró profundo, me tomó de las manos y lo soltó: — Andrew y yo llevamos saliendo desde hace tiempo. A decir verdad, no te lo dije por miedo a cómo podrías reaccionar. Ayer, en la cena de trabajo, me invitó a mudarnos a su casa.

Abrí los ojos como plato. No veía venir aquello para nada.

— Mamá... yo — no sabía que decir, estaba en shock. jamás me imaginé que esto pudiera pasar.

— Sé que esto es muy repentino por el simple hecho de que nisiquiera lo conoces en persona, pero Morgan, no me iría nunca sin ti. Nada está decidido aún, solo quería comentartelo. Aunque... a decir verdad, creo que no debería aceptar. — sonaba apenada, puede que incluso arrepentida. No sabía por que se tenía que sentir así en esa situación.

Mi mamá hemos pasado por muchas cosas muy dolorosas, juntas. Jamás me atrevería a romperle el corazón de ésta manera.

Sin embargo, ésto es un cambio demasiado drástico. No sé si podré adaptarme correctamente.

¿Y si fracaso al final del día, odio a Andrew y la vida junto a ellos dos?

— ¿Por qué no? — me atreví a decir. Aunque mi mente estuviera hecho un asco, tenía que mantenerme firme.

— A decir verdad, creo que si es muy repentino y... no sé, quizá no es correcto hacerlo.

— ¿Tú quieres hacerlo?

— Creo que es muy arriesgado, y no sé si nos adaptemos con facilidad al cambio y...

— Mamá, sé sincera. No pienses en todo eso. ¿Quieres hacerlo? — a quien le importa el cambio. Mientras ella esté feliz me basta.

— No quiero perjudicarte en ningún aspecto, hija. Pero sí. Andrew es un buen hombre, me siento muy feliz estando junto a él, y creo que... estar juntos nos hace bien a ambos.

— Entonces no pienses en nada más, acepta su petición.

— ¿Estás segura de que puedes adaptarte?

— Los cambios siempre son buenos... además, ésta casa me trae algunos recuerdos dolorosos. Y si tú quieres hacerlo, te apoyaré siempre. — sentí que sus ojos se iluminaron cuando dije esas palabras. Sonrió ampliamente y se levantó a abrazarme.

— Muchas gracias hija mía. Gracias por entenderme.

— Gracias a ti, por haber salido adelante.

— Comenzaremos una nueva vida, juntas. Siempre juntas. Estoy segura de que te gustará su ciudad.

— ¿Qué pasará con tu trabajo?

— Bueno... dice que no es necesario que siga trabajando. Pero no quiero quedarme en casa todo el día, sabes como soy, me arrugo más rápido si me aburro. — sonreímos y seguimos platicando de verias cosas.



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En el texto hay: amorprohibido, novela juvenil, hermanastros

Editado: 10.11.2024

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