Capítulo 18

22 años atrás...

- tu papá es el culpable niña...callate!...o nos ayuda por las buenas...o lo hará por las malas...

abro los ojos lentamente, con  mi vista borrosa logro observar el lugar,  está oscuro, un poco de luz se logra colar por los agujeros en el techo, un horrible olor que no logro descifrar y el suelo totalmente húmedo, me aferro a la pared y me encojo por el horrible frío que aquí hace.

mis lágrimas salen sin parar, mi rodilla duele mucho, y los mareos y las ganas de vomitar aumentan aun más.

Adonde estoy?

Quiero a papá... Quiero a mamá!!!

me seco las lágrimas y me levanto rápidamente, debo escapar, debo irme.

- yo que tu no lo haría- dice una voz a mis espaldas

doy un salto del susto y volteo al escuchar que quien me habló, fue un niño, lo detalló fijamente, tiene el cabello negro y unos bonitos ojos azules. Retrocedo cuando se levanta y camina hacia mí.

- ten!- me coloca un suéter, que me queda súper grande, por él ser mas alto que yo, y tal vez tener la misma edad de axel...axel...él tenía razón, irme de casa sola fue tonto.

regresa a su lugar en el húmedo muro.

el frío comienza a aplacarse un poco, al menos para mi, porque el niño que parece estar mas tiempo aquí, comienza a frotarse los brazos.

- podemos compartirlo - digo con voz temblorosa

me siento a su lado y nos cubro con el suéter a ambos, el miedo por mas extraño que suene, disminuye al saber que no estoy sola, pero me siento mal por pensar así, por que el tampoco debería estar en ésta situación.

está totalmente serio, ido en un punto sobre la pared.

- que miras?- dice serio

bajo la mirada y seco mis lágrimas, las cuales no parecen querer menguar.

- hace cuanto estás aquí?- suspira y se acerca mas a mi.

hace mucho frío aquí

- tres días, me llevaron de mi colegio - 

un ruido se escucha resonar por todo el lugar y automáticamente lo abrazo.

- tengo miedo- confieso entre lagrimas, sintiendo como mi corazón esta por salirse de mi pecho por la angustia, - quiero a papá!- sollozo.

- shh tranquila si, yo también quiero a mis papás, pero no debemos hacer ruidos, ellos se molestan- dice temeroso

señala al otro lado del muro.

- quienes...son ellos...?

- malos, que se llevan a los niños, y luego piden dinero...

hace silencio al escuchar los pasos cerca.

- tu vienes conmigo - una mano súper grande me toma del cabello, lanzo patadas, grito, lloro, luchando por soltarme - quedate quieta maldita mocosa! - me lanza al suelo,

lloro a gritos, mis manos están llenas de raspones y sangre que emana de ellos, el dolor en mi pierna empeora.

- quiero a papáa!!- grito entre lágrimas.

- como vez mocosa, que nosotros también, levantate!- 

al ver que me quedo en el suelo, me vuelve a tomar del cabello.

- samuel- detengo mi llanto un segundo, al escuchar el nombre de papá salir de la boca del monstruo, que sostiene un teléfono en la mano libre.

- papá! Comienzo a gritar - papi- el sujeto me avienta nuevamente al suelo.

- escuchaste sam, no quisiste cooperar con nosotros, asi que ella pagará el precio... Dejarla? Tu sabes lo que tienes que hacer entonces... Bien, pero si le dices a alguien, la mato!

el sujeto me mira de una forma muy rara, un enorme escalofrío y una enorme angustia es todo lo que siento 

dos horas pasan de aquella llamada, el niño a mi lado solo me abraza para tratar de calmarme, y para que no haga ruido.

- no llores... Nos sacaran de aquí...te lo prometo....mis papás me están buscando...nos sacarán de aquí... Soy christian...christian white...- me abraza mas fuerte, brindandome calma, un poco almenos.

- me creerías si te dijera que si me concentró bien, viendo al cielo, puedo ver el resplandor de la estrella mas pequeña?- digo intentando calmarme, pero es inútil, me duele la cabeza y la garganta de tanto llorar.

- calmate, si? Me creerías si te dijera, que pase lo que pase, te voy a proteger?- lo miro a los ojos fijamente, buscando la sinceridad de sus palabras.

- tú ven acá- se lo llevan alejándolo de mí, y dejándome con un enorme miedo de lo que le puedan hacer, sin que me vean los sigo hasta una pequeña bodega, uno de los tipo tiene un teléfono en la mano, mientras el otro lo golpea.

- dejenlo en paz!- grito en un arranque de valentía, al ver como lo están tratando.

el niño me mira y niega con la cabeza, haciéndome suaves señas de que me aleje.

el sujeto del teléfono se acerca y con una mano me toma del cuello.

- desde chiquitas se ponen buenas...- esa mirada de nuevo

me lanza al piso y comienza a subir su camisa... Que quiere hacerme?

- dejenla, mi familia les dará todo el dinero que quieran, pero no la toquen- escuchó como le pegan.