Por siempre tú #2 ( bilogia " de manera diferente")

Capítulo 42

AXEL.

- COMO CARAJO SE LOS LLEVARON?!- 

Exclamo, con la rabia haciendo estragos en mi interior y sintiendo como cada maldito segundo que pasa, mi corazón se parte cada vez mas, y voltear a ver hacia el sofá, y ver a mi esposa totalmente inexpresiva, con su mirada en el vacío y con las lágrimas brotando aun así de sus ojos, hace que mi dolor aumente y me queme el pecho de manera estrepitosa.

Dana se ha quedado en una esquina de la sala, con sus manos cubriendo sus ojos y su cabello pegado a su rostro por la humedad de sus lágrimas que caen por sus mejillas sin detención alguna, sintiéndose culpable de no haber podido proteger a los niños, y pidiendo perdón cada cinco segundos a sam, quien sigue sin emitir palabra, sonido o gesto alguno.

- nos tomaron por sorpresa, crees que nosotros estamos bien? Se llevaron a mis hijas también! Maldición!- exclama daniel entre lágrimas y con su rostro destellando de furia.

Creo suponer que por instinto y para evitar echarle mas sal a la herida, marina le tapa los oídos a sam, mientras lili y natalia, la madre de sára, la abrazan con fuerza.

- pueden dejar de gritar? Que no ven que no hacen nada discutiendo? Que solo empeoran la situación!, no se dan cuenta?- 

Sonia se coloca entre daniel y yo, evitando lo que para ella terminará en golpes, pero la verdad es que no tengo ánimos para esas inmadureces, mis cuatro hijos están quien sabe adonde con un maldito desconocido, que no sé de que mierda sea capaz.

El timbre suena, haciendo lo que nadie había logrado hacer, despertar de su trance a sam, dana se levanta con suma rapidez a abrir la puerta, mostrando segundos mas tarde frente a nosotros, a un hombre robusto, con cabello plateado y de unos aparentes sesenta años de edad, el cual se detiene observando con mirada gacha a sam, y al rodear la sala y vernos a todos mirarlo con expectación, saca su placa y se presenta.

- detective Jiménez para los que no me conocían- dice 

Tres hombres mas entran a la casa, con máquinas en las manos y totalmente armados.

- ellos estarán bien? Los encontrará cierto?- 

Sam se levanta y se acerca al detective, quien evita mirarla a los ojos y responderle la pregunta.

- hay que esperar a que los secuestradores llamen y digan sus condiciones, en todo caso... De no ser así, podría ser que ésto esté relacionado con las amenazas que tu y daniel han estado recibiendo-

Todo parece detenerse cuando el detective dice eso.

Amenazas?

¿Porqué sam no me lo dijo?

Una enorme ola de emociones se aglomera en mi pecho, la confusión, la ira, la decepción que siento de que ellos, en especial ella, no me lo haya dicho, que me ocultara algo tan peligroso e importante.

Daniel y sam se miran entre ellos, luego dirigen su mirada hacia mi, y a decir verdad no sé que expresión tan nefasta tengo, porque sus rostros muestran pánico, horror por mi reacción.

- yo...te lo puedo explicar...axel...yo- sam intenta justificarse, sin embargo me alejo de ella, en éste momento no sé que creer, que decir o que pensar, que hacer.

Nada.

- perdón por no decírtelo - sigue- no quería que te lastimaran de nuevo o a alguien de...

- Y NUESTROS HIJOS QUÉ?- 

No sé en que momento reacciono de esa manera, ella retrocede y me observa dolida.

Pero mas dolor siento yo en éste momento, al no tener a mis hijos aqui, al saber que ella no me tuvo la suficiente confianza para decirme lo que estaba pasando, para resguardarse en mi, como se supone, nos prometimos en en el altar.

- NO LE GRITES PARK!- 

Daniel se para frente a mi, dejándola detras de él de manera protectora.

Salgo de la sala hacia el patio, con mi cabeza hecha un lío, y con el corazón hecho añicos.

Pensar en que no volveré a ver a mis hijos de nuevo me sobrelleva, por lo que luego de pensarlo unos minutos decido entrar a la casa de nuevo, en busca de las llaves del auto.

Buscaré a mis hijos yo mismo, debí de haberlo hecho desde hace tres horas, tres malditas horas que pudieron haberles hecho algo y yo sin poder evitarlo.

Al abrir la gaveta en donde están las llaves del auto, encuentro algo que no sabía que tenía en casa y que tampoco sé como llegó aquí.

Una pistola M16.

Ya no te reconozco sam.

Así que sin meditarlo por mas tiempo, porque sé que de hacerlo perdería mas tiempo sin encontrar a mis hijos, tomo el arma, reviso que lleve balas y que no esté cargada y la guardo en la parte trasera de mi pantalón.

- que planeas hacer?- dicen a mis espaldas

Sin inmutarme, porque ya sé de quien se trata, respondo:

- recuperar a mis hijos- respondo

- de esa forma solo lograrás que te maten, y de paso dejarás a sam sola- 

Sonrío harto de lo mismo, harto de que me dejen de lado siempre.

- ella puede sola no?, o no es lo que ha hecho?, además...siempre estás tu en medio-

Se acerca con determinación, dejándome ir una bofetada en el rostro.

- eres un maldito imbécil park, al parecer me equivoqué contigo, no la mereces, dudas de ella a la primera oportunidad, mis hijas están allá afuera...con un bastardo demente, solas!, y todo por mi culpa-




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