No entendí qué había pasado. Kat estaba bailando y de un momento a otro se encontraba tirada en el suelo. En cuanto salí de mi ensoñación y me percaté de la situación me agaché rápidamente para tratar de ayudarla. Tomé su pulso y parecía estar bien, pero ella estaba inconsciente. En cuanto vi aquello grité en busca de un médico. Por suerte, el grupo dejó de tocar en cuanto se dio cuenta de que mi amiga estaba en ese estado, por lo que la gente podía escucharme. El tiempo empezó a pasar muy lento debido a lo preocupada que estaba por Kat. ¿Qué le habría pasado? ¿Tendría algo raro su bebida?
—Déjame pasar. —La voz del cantante fue como un cubo de agua fría para mí y todo volvió a moverse a su ritmo.
—Pero…—Ni siquiera supe lo que iba a decir.
—Soy médico —dijo antes de que continuara. Me sorprendió que él fuera doctor, se veía demasiado joven para eso, pero cada persona era diferente y no hay que juzgarlas. Solamente me aparté para dejarlo hacer su trabajo y observé preocupada a Katrina —. Julien, llama a una ambulancia.
— ¡Enseguida! —Mis miedos aumentaron al escuchar al cantante del grupo pedirle eso a su compañero. Sentí que yo también me iba a desmayar en cualquier momento, pero debía mantener la calma por Kat. Yo debería llamar a su hermano, por lo que me alejé un poco para tomar mi teléfono y buscar en mi lista de contactos a Porter. Tardó un poco en contestar, o quizás es que a mí se me hizo una eternidad por la situación.
— ¿Frey? —La voz al otro lado de la línea me hizo respirar aliviada — . ¿Por qué me llamas a estas horas? —Sonaba molesto.
—Lamento interrumpirte, Porter. —A lo mejor estaba estudiando o con alguna de sus tantas “amigas”—. Se trata de Katrina…
— ¿Qué ha hecho ahora? A ver, ¿en qué comisaría está?
—No se trata de eso… Tu hermana se ha desmayado y está inconsciente. Vamos al hospital ahora, en cuanto la ambulancia llegue.
—Espera… ¿Qué? ¿Por qué?
—No lo sé. Estaba bailando y de pronto se desplomó.
—Vale, cuando estés en la ambulancia me avisas y me dices a qué hospital tengo que ir. Nos vemos. —Colgó de inmediato y yo guardé mi móvil.
—La ambulancia está de camino. —Julien le habló a Eliot, el cual no se apartó ni un segundo de Katrina hasta que la ambulancia llegó. Los paramédicos entraron en el local y se llevaron a Kat después de cruzar un par de palabras con el cantante.
Hice lo que Porter me dijo. Me subí a la ambulancia y en cuanto supe al hospital que llevaban a Kat contacté con su hermano mayor. El lugar al que íbamos no estaba demasiado lejos, así que no tardaríamos en llegar si el tráfico era decente.
En cuanto la ambulancia llegó bajaron a Kat y la atendieron en urgencias. Quise entrar con mi amiga, pero me pidieron que me quedara en la sala de espera. Tomé asiento y me preparé a esperar. Creí que Porter llegaría pronto, pero no fue así. Es más, para mi sorpresa, no fue él quien llegó primero al hospital, sino Julien, uno de los integrantes del grupo. ¿Qué estaba haciendo él ahí? En cuando lo vi me levanté para saberlo.
— ¡Hola! ¿Cómo está tu amiga? —Él parecía un poco agitado, como si hubiese llegado corriendo.
—No lo sé, me han pedido que espere aquí. —Desvié por un segundo la vista hacia la habitación en la que estaba Kat —. Pero, ¿qué haces tú aquí? —Le pregunté sorprendida.
—Oh, bueno…—Se llevó una mano a la cabeza y sonrió un poco avergonzado —Eliot me envió. —Enarqué una ceja —Él no podía irse del local, por lo que me pidió venir para asegurarme de que todo estuviera bien. Él se veía muy preocupado. —Algo en todo eso me resultó extraño, mas no dije nada.
—Ya veo. Bueno, dale las gracias de nuestra parte. Es muy amable al preocuparse por el estado de mi amiga. —Le tendí una mano en forma de saludo —. Soy Frey. —Su rostro fue iluminado por la sonrisa tan amplia que se dibujó en sus labios.
— ¿Frey? Es un nombre extraño… Soy Julien, un placer conocerte. —Reí un poco ante su comentario.
—Bueno, es solo un apodo. Mi nombre es Freya, pero como todo el mundo me dice así…
—Freya… Suena muy místico, ¿no crees? Como algo mágico. —Su mirada se tornó extraña.
—Pues siempre he pensado que es el nombre perfecto para un hada. —De un momento a otro Katrina salió de la habitación como si nada. Tanto Julien como yo la vimos sorprendidos —. ¿Kat?
— ¡Vámonos! —Me exigió. Yo, anonadada, permanecí quieta —. ¡Frey, vamos!
— ¿Pero qué te pasó? Tenemos que hablar antes con tu médico…
—Dijo que solo era cansancio. —Me agarró del brazo—. ¡Vámonos! —Todo eso me pareció sumamente extraño. Katrina estaba ocultando algo, ¿y si era grave?
—Kat, esperemos a tu hermano. Porter viene en camino y seguramente querrá hablar con tu médico.
—Ya no soy una niña, Freya. No necesito que mi hermano mayor o mis padres hablen con mi doctor, menos por una tontería así. ¡Vámonos! —Empezó a tirar de mí. Ella no permitió ni que me despidiera de Julien, de manera que agité mi mano mientras la chica me sacaba de allí arrastras.
— ¡Adiós! —grité cruzando la puerta de salida. El chico me correspondió a la despedida.
Katrina no dijo una sola palabra, solamente que iríamos a su casa. En otro momento le habría exigido una explicación o me habría ido a casa, pero después de haberla visto en ese estado no quería dejarla sola. ¿Y si volvía a encontrarse mal? Lo único que hice fue subirme a un taxi con ella y pensar en lo ocurrido. ¿Por qué no quería contarme nada? ¿Y si le habían puesto algo en la bebida? En ese caso deberíamos ir a poner una denuncia. ¿Y si era algo grave? Si no fuera nada, como ella mencionó, Kat habría tomado una actitud muy distinta, la conocía demasiado bien como para apostar por eso. A pesar de las ideas en mi cabeza opté por no mencionar nada y continuar en silencio, ya me lo contaría si tenía ganas en algún momento, no quería presionarla.