-Venga Luke, recoge tus cosas que nos tenemos que ir ya.-Dijo mi madre mientras yo estaba en mi habitación metiendo las últimas cosas en las inmensas cajas.
-Si mamá, no me queda ya nada, meto las copas y ya podemos cerrar la última caja.
Nos íbamos a mudar porque nuestro padre nos había echado de casa después de una grande discusión. Yo era el más mayor, tenía 17 años y luego estaba mi hermana Emily, ela una chica alta, pelo liso, pelo rubio y unos ojos de color berdes preciosos. Nos llevamos muy bien, siempre nos hemos ayudado el uno al otro. Los dos jugamos fútbol, solíamos estar siempre juntos jugando en nuestro tiempo libre.
-Emilyy.-Dije gritando.- ¿Has terminado de meter todas tus cosas?
-Si.-Me dijo desde la otra punta de la casa.-Mamá, nos podemos ir ya, he metido las últimas cajas en el camión de mudanzas.
Tenía ganas de ir a mi nueva casa pero no quería irme de mi casa, tenía muchos recuerdos buenos con la familia y me daba pena abandonar la casa.
Pasamos todo el viaje callados. Yo iba con mi madre en la parte delantera y mi hermana atrás con un libro en la mano mientras se comía unas patatas pringles.-Si no eran las del paquete verde no le gustaban-.Nuestra casa nueva estaba al lado de la playa, no era muy grande pero tenía el suficiente espacio para los tres. Tenía un patio para que jugaramos a fútbol y una piscina grande para que en verano invitaramos a nuestros nuevos amigos.-como decía mi madre-. A mi no me hacía mucha gracia conocer a gente nueva, me gustaba estar centrado en mis cosas para poder sacarme el bachillerato sin distracciones. Todavía seguía echando de menos a mi ex, no la podía sacar de la cabeza pero ¡¡se lio con MI MEJOR AMIGO!!. ¿Qué tipo de persona hace esas cosas? Ya lo sé, mi ex Lucy y mi ex mejor amigo Thomas.
* * *
Ya habíamos llegado a la nueva casa y el camión de mudanzas estaba por llegar. Mi hermana ya estaba con la pelota de fútbol en la parte delantera del patio mientras yo ayudaba a mi madre a bajar las cajas que habíamos traído nosotros en el coche. Tenía algo en la tripa que me estaba matando, creo que eran nervios por ver mi nueva habitación. Nunca he estado tan nervioso, ni cuando teníamos que jugar contra los primeros de liga. Después de haber llevado todas las cajas adentro me tumbé en el sofá. Mi hermana ya había elegido su nueva habitación y estaba deshaciendo alguna de las cajas.
Empezó a anochecer, era muy bonito. Mi hermana ya estaba haciendo sus fotos para luego publicarlas en sus redes sociales, estaba todo el día con esas cosas. Yo en cambio estaba deseando que llegara todo lo demás para seguir con mi rutina de pecho y brazos.
-¡A cenarr!-Dijo mi madre, aunque claramente todos sabemos que dicen eso para que vayamos poniendo la mesa.
-Ya voy.-Dijo mi hermana mientras terminaba de hacer el último Tik Tok porque ya se había escondido el sol y no quedaba mucha luz.
Esa cena era muy extraña, solo estábamos tres en la mesa. No iba a volver a ver a mi padre en mucho tiempo. La verdad es que no sabía que iban a terminar así porque tuvieron una pelea igual que las demás. Siempre gritaban, se empujaban… Mi hermana y yo siempre nos metimos en la habitación y nos tapabamos los oídos con las sábanas para no escucharles. Lo bueno es que esa cosa que para nosotros se había convertido en una rutina diaria se había terminado ya. Echamos mucho de menos a nuestro padre.
No hablamos mucho en toda la cena. Mañana íbamos a ir a nuestro primer día del nuevo instituto y no tenía nada de ganas de madrugar.
-Mamá, ¿Dónde está mi mochilaa?-Escuche a mi hermana gritando sin control.
-Uy, estaban en una de las cajas, hasta mañana a la tarde no llega el camión. Perdón hija.-Dijo mi madre disculpándose.
-No me gusta esta casa, no me gusta nada, el primer día de clases y no tengo nada de materiales.-Volvió a gritar mientras andaba por la casa.
* * *
Me desperté a las siete de la mañana, no tenía ganas de nada pero en diez minutos tenía que coger el bus para poder llegar al instituto. Mi hermana ya estaba en el tocador de su nueva habitación poniéndose potingues en la cara. No se porque se maquilla si no es fea.
Me puse unos pantalones vaqueros anchos, una sudadera Lacoste blanca y las campus grises. Cogí mi mochila, yo no la tenía en las cajas la meti al coche antes de irnos preparada, y le llamé a mi hermana para irnos porque sino íbamos a perder el autobús. Teníamos que andar unos tres minutos para llegar.Mi hermana se estaba poniendo las converses de plataforma mientras yo cogía las llaves de casa y las tarjetas para poder irnos de una vez.
Por fin salimos de casa. Empezamos a correr porque vimos que el autobús venía a lo lejos y si íbamos andando no lo hubiésemos llegado a tiempo a tiempo.
Cuando subimos nos sentamos al fondo. Había un grupo de chicas que no paraban de mirarme pero yo ahora no quería tener ninguna chica que me distrajera de mis estudios y del fútbol, ya tenía suficiente con mi hermana y mi madre.
Al llegar me sorprendí mucho, no me imaginaba que ese inmenso castillo iba a ser donde pasaría mi tiempo estudiando y entrenando.
Mi madre me había apuntado al equipo de fútbol del centro y tenía muchas ganas de conocer a mis nuevos compañeros. Tenía que ir a la salida a la recepción para pedir mi equipación. Solo sé que era el número quince. Mi hermana no podía jugar al fútbol porque el centro no tenía equipo femenino y se enfadó mucho al saber eso. Me dijo que iba a intentar crear ella un equipo porque no podía estar sin entrenar y hacer nuevas amigas mucho tiempo.
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Editado: 18.03.2025