Capítulo 8

-Ayyy no lo siento de verdad no te vi estaba distraído –mi corazón seguía acelerado y no recibí respuesta de aquel chico alto solo me miraba demasiado serio paso aproximadamente 1 minuto para que por fin dijera algo-

-viéndote de cerca si eres muy lindo como dicen la chicas -lo que dijo me puso aún más nervioso era raro que otro chico me dijera que era lindo-

-g-gracias, pero de verdad una disculpa por lo de tu bebida y tu ropa no fue mi intención si quieres puedo comprarte otra bebida y puedes llevarme tu ropa a mi casa la lavare por ti –seguía esperando su respuesta y nervioso más que por su actitud despreocupada era por lo que había dicho hace poco-

-aah.! Descuida la bebida ya no la quería y por la ropa no te preocupes yo me encargo, ¿vas a tu casa? –su reacción fue mejor de lo que esperaba, ya estaba más relajado pero mi corazón no dejaba de sentirse acelerado y me preocupaba no saber la razón-

-N-No, v-voy, a la biblioteca a realizar mis tareas y estudiar un poco lo de las clases de hoy –sonrió levemente y se acomodó sus gafas-

-trata de relajarte te noto demasiado tenso y te preocupas demasiado por la escuela ¿quieres que te acompañe? Por lo que veo estas solo –deje de estar nervioso y acepte que me acompañara parecía ser una buena persona-

-S-si claro vamos ¿pero tu ropa, no la vas a cambiar? –su camisa se veía de un color rojizo por la bebida que traía-

-ooh.! Descuida traigo otra playera en mi mochila así que no te preocupes ahorita me cambio –sonrió de nuevo levemente y mi corazón se seguía acelerado cada vez que decía algo o sonreía, empezamos a caminar en dirección a la biblioteca-

-el ambiente estaba en silencio así que decidí empezar una conversación- oye Do San ammm hace un momento dijiste que soy “lindo” ¿Por qué? –me puse nervioso de nuevo-

- ¿Por qué, que? ¿Por qué eres lindo? O ¿Por qué te dije lindo? –sus preguntas me pusieron la piel de gallina-

-L-la s-segunda –se rio de nuevo y esta vez acomodo su cabello de forma que no estorbara en su cara-

-porque todas las niñas lo están diciendo, les pareces atractivo y a demás puedo ver que eres dedicado e inteligente no dejas pasar nada me agradas Dae Hyun –me tranquilice después de escuchar eso y seguimos caminando hasta llegar a la biblioteca-

Al llegar al lugar nos sentamos en una mesa que estaba cerca de la ventana porque Do San dijo que sentía demasiado calor fui a buscar los libros que iba a ocupar y cuando regrese con los libros el chico estaba apoyado en sus brazos durmiendo creí que haría tarea también o estudiaría, pero no, solo se quedó dormido, termine mis tareas aproximadamente a las 6:00 de la tarde y lo desperté para que fuéramos a nuestras casas.

-Do San despierta ya termine deberías ir a casa tú también –se despertó un poco aturdido y solo asintió con la cabeza, tomo sus cosas y se levantó para salir del lugar-

- ¿Por qué regresaron a Corea? –pregunto curioso y tratando de formar una conversación-

-Debido al trabajo de mi padre, es director de arte y trabaja como editor en una revista, lo enviaron de vuelta para apoyar al equipo de trabajo y aumentar las ventas –me sentía con la confianza de contárselo-

-ooh.! Ya veo y ¿estás bien con la idea de vivir aquí? Porque si no mal recuerdo dijiste que casi toda tu vida ha sido en México ¿no es así? –hablaba con tanta fluidez que me hacía querer contarle toda mi vida-

-sí, me siento bien si, aunque extraño a mis amigos y el país en sí, a veces siento miedo porque esto es nuevo para mí y aquí no tengo amigos –mis ojos se cristalizaron realmente me sentía triste aun por estar lejos de mis amigos, él se dio cuenta en seguida que quería llorar-

-sé que puede ser difícil el cambio y que en algunas ocasiones te entristecerán los recuerdos con tus amigos y no digas que no tienes amigos yo ya soy tu amigo ¿no es así? Puedes venir a mi cuando estés triste, feliz o enojado puedes contarme todo te apoyare –sus palabras hicieron que me dejara caer lagrimas por mi rostro y de repente sentí como me tiro del brazo y me jalo hacia su pecho para abrazarme fue un cálido abrazo, lo sentí tan cálido que sin darme cuenta estaba llorando más-

-tranquilo, todo estará bien pronto te acostumbraras y tendrás más amigos, claro sin dejar los tuyos atrás –me consoló de la misma forma que lo haría Esteban a diferencia de que mi corazón se sentía acelerado por el abrazo de Do San, gradualmente deje de llorar y me separe rápidamente de el-

-L-lo siento, estos días me he sentido triste –saque un poco de papel que traía en mi bolso y limpie mis lágrimas y mocos-

-no te disculpes por tus sentimientos, te entiendo, me sentiría de la misma forma si tuviera que irme a otro país y dejar todo aquí, mis amigos y la comida, pienso que debe ser difícil adaptarte a otro lugar –sonrió levemente y puso su brazo sobre mis hombros para seguir caminando a nuestras casas.

Llegamos al lugar y yo me quede parado cerca de la puerta de mi casa nos despedimos y él se dirigió a la suya.

-Gracias por acompañarme a la biblioteca, por consolarme también y el abrazo –le sonreí levemente e hice una reverencia-

-no tienes que agradecer ahora somos amigos, descansa Dae nos vemos mañana –imito el gesto que había hecho yo anteriormente dando una sonrisa extensa-