portadores de rayos

Capítulo 5: Monarca

Hace no tanto tiempo una niña nació en un reino en decadencia. Ahí siempre se ha tomado al primogénito para pasar el legado del reino, pero todos sabían que esa niña poco o nada iba heredar. Todos estaban seguros que el rey regente hundiría el reino, durante el crecimiento de esta niña hubo muchos intentos de matarlo.

El rey por su lado, cada vez tomaba peores decisiones que hundían más a su reino, sin saberlo tomó una que lo condenaría más a futuro, a él y a mucha más gente. Pero no del modo en el que piensan, sino de un modo más sutil, más astuto. Lo que hizo es volcar toda la presión sobre su heredera, gastaba grandes cantidades de dinero en su preparación. No importaba que los maestros estuvieran en otra tierra o hablaran otro idioma. Ella era el futuro, ella estaría más preparada que él.

Durante su crecimiento nadie la detuvo, nadie la frenó, sus maestros contestaban todas sus preguntas. Ella creció y comenzó a ver que su padre era “deficiente” para el cargo que ostentaba. Para ella los fallos de su padre le parecían idiotas. En un momento se pensó que todo era parte de un gran plan que ella no lograba ver. Aquellas tan malas decisiones no podían ser otra cosa que deliberadas. Pero la verdad era otra.

Cuando ya era una adulta a la edad de los 14 años, los que habían visto su potencial intentaban ya ponerla en el poder, pero ella sabía que, aunque se sentara en el trono de aquella moribunda tierra, no conseguiría nada. las cadenas que tenía su padre serían heredadas al mismo tiempo que el reino.

Su lengua ya comenzaba a ser afilada, lo que nadie sabía era que tan afilada llegaría a ser. De no ser porque todavía sus estudios no estaban completados, ella se hubiera marchado. Y como una profecía, en cuanto estos finalizaron, su estadía en el reino de su padre también lo hizo. Simple y llanamente una noche la mejor arma que tenía el reino se perdió. Llevándose consigo la esperanza de un pobre rey que no pudo soportarlo. Un alto duque tomó su lugar cuando el rey saltó de uno de los balcones de su mansión.

La ahora decidida y auto-desheredada mujer viajaba, hacia tierras donde su cara no fuera conocida. Lejos de casa, pero en la mente la idea de volver. Viajó por mucho tiempo, las tierras pasaron del blanco al verde y de nueva cuenta al blanco. La lengua que se hablaba en esos lares le era desconocida, pero solo hacía falta un par de meses para poder mantener una conversación formal sin ningún problema. Aunque en su camino conoció a mucha gente que se quedaban embelesados con la miel de sus palabras, nadie se unió a su viaje. Sin embargo, ella no viajaba sola, dentro de su cabeza estaban todos sus maestros, además de los reyes de la antigüedad y grandes pensadores.

Cuando al fin llego al lugar que ella buscaba, era tal cual se lo había imaginado. Cuando pisó lo que ahora es la capital del reino de Akram ella tenía la edad de 20 años. Muchas cosas en ella habían cambiado, ya no era la princesa mimada de un reino ahora lejano. Había conocido mundo, sus manos estaban lejos de ser finas y delicadas, eran fuertes y llenas de callos, al igual que sus pies. Todo porte de realeza que sobraba estaba lejos, perdido en algún punto del camino. Lo que pisó aquel pueblo era la esencia destilada de la Emperatriz perfecta, pero había cosas que ella nunca dejó ir, toda la ambición con la que partió, seguía estando ahí.

El mundo que ella había visto con sus propios ojos era hermoso, desde bellos parajes llanos hasta las magníficas islas flotantes, aunque también había cosas que era mejor olvidar. Ella quería que todo lo bello fuera suyo, en sus viajes tuvo mucho tiempo para pensar cómo lograr aquello. No tenía dudas de qué pasaría, el problema de verdad era como hacerlo verdad. El tiempo les había dicho a todos los líderes que los reyes sedientos de poder no duraban mucho tiempo vivos, pero nadie había hecho caso a eso. ella tampoco lo haría, pero sería un tipo diferente de reina sedienta de poder. Esa era la clave de su victoria.

 

Cuando un granjero cansado vio a una mujer llegar al medio día, ya todo estaba pensado. Esa entrada estaba construida de los retazos de muchos cuentos, donde un enviado, un héroe, un dios o algo más llegaba a proveer lo que hacía falta. Y para eso estaba ella ahí. Con un vestido tradicional de esa zona, no era extravagante, más bien sumamente sencilla.

Cuando por fin llegó al centro del pueblo, todos los edificios estaban muy mal construidos. Eran sencillamente malos, pero muy pronto serían suyos y cuando lo fueran mejorarían. Mirando a todos los edificios vio el mejor cuidado y tomó rumbo hacia ahí. Ya podía ver a los lugareños asomándose para ver a la recién llegada. Ella dedicó una sonrisa a todos con los que cruzó miradas y un saludo con los que cruzó camino.

La tienda a la que entró le faltaban muchas cosas tomando en cuenta las otras que había visto de ese tipo. Ella miró todas las repisas completamente ilusionada, y sin ninguna pisca de acento de su idioma natal dijo:

Disculpe, llevo mucho tiempo en el camino. Vengo desde muy lejos, me gustaría poder tener algo que comprar de aquí, pero no tengo dinero. —la voz tenía en ella un tono de súplica—.  Por supuesto que no le estoy pidiendo caridad, sé hacer muchas cosas, seguramente le puedo ser de ayuda en más de una forma… Ah, por cierto, mi nombre es Kuhunab, un placer contar con su gracia.

Aquel primer teatro marcó lo que hoy se conoce como el nacimiento. Ese fue el día en el que la Emperatriz nació. En muy poco tiempo todos en aquel pueblo la respetaban mucho, ella era su tesoro, ella era su heraldo. Siempre estaba haciendo algo, y era una gran sabia, ella les dijo a los hombres como podían mejorar sus cosechas, hacer mejores pieles y cerámicas más resistentes. A las mujeres les enseñó a controlar todo con los números y tratados textiles que solo las finas manos femeninas eran capaces de hacer. Ella no se detuvo ahí, enseñaba a todo aquel que quisiera aprender. La vida en aquel pueblo mejoró mucho en muy poco tiempo, en lo que las nuevas cosechas rendían, las demás artes brindaban ya beneficios.



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En el texto hay: medieval, asesinos a sueldo, accion con poderes

Editado: 19.03.2021

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