La casa de Sarah es acogedora y cálida, con una decoración encantadora y toques elegantes por doquier. En la sala de recibimiento, Brook, una mujer de mediana edad con cabellos castaños ondulados y ojos verdes brillantes, estaba esperando por su hija Sarah. Tiene una figura esbelta y llevaba un vestido clásico que resalta muy bien su postura elegante y su estatus social y económico.
Con entusiasmo, Sarah ingresó a su hogar y se sorprendió al ver a su madre en la sala, ya que el chofer le había informado que su madre estaba de viaje.
—¡Madre! —exclamó Sarah corriendo hacia ella para saludarla. — Pensé que no te encontraría.
Su madre correspondió al abrazo con una cálida sonrisa. —Lo sé, hija. Perdóname, mi vuelo se retrasó, pero logré llegar a tiempo para recibirte al llegar a casa, por eso no pude ir a buscarte. Me habría encantado ir hasta la mansión y saludar a Patricia. ¿Cómo está ella? —preguntó la madre.
—Patricia está como siempre, ocupada y estricta. —Respondió mientras se sentaban.
—Y a ti ¿Cómo te ha ido en la mansión? —Preguntó Brook.
—Super madre, he hecho una amiga en la mansión, recientemente llegó a vivir con nosotras. Es increíble, y creo que te encantaría conocerla.
—¿Qué me puedes contar sobre ella? —Preguntó la madre.
—Gianna es una bruja poderosa, aunque todavía está descubriendo todo su potencial. Tiene una historia fascinante, y hemos estado ayudándonos mutuamente. Es alguien en quien realmente puedo confiar. —Dijo Sarah con entusiasmo.
En ese momento, la abuela de Sarah, Darlene, apareció en el umbral de la puerta. Darlene es una mujer elegante, con cabello plateado perfectamente peinado y una piel impecable que la hace parecer mucho más joven de lo que realmente es. Llevaba un vestido de seda azul y joyas discretas, pero de buen gusto.
—¡Mi querida Sarah! ¿Como has estado? ¿Qué novedades tienes de la Mansión Celestite? —Saludó su abuela entrando con gracia.
—¡Abuela Darlene!, — Sarah se levantó de su asiento para abrazar a su abuela. —Estaba contándole a mamá sobre mi nueva amiga, Gianna. Es una bruja muy talentosa.
—Eso suena interesante. Siempre es bueno hacer nuevas amistades en la mansión. —Dijo Darlene con voz intrigada.
— Me alegra que estés haciendo amigos, Sarah. Y me encantaría conocer a Gianna. Quizás podríamos invitarla a cenar algún día. —Asintió Brook mirando a su madre y a su hija.
Sarah sonrió ampliamente. —¡Sí, eso sería genial! Estoy segura de que le encantaría venir.
—Será interesante ver qué tipo de bruja es esta Gianna. Su voz estaba llena de curiosidad e intriga. —Dijo Darlene.
Sarah se sintió feliz y apoyada por su madre y su abuela, sabiendo que podrá compartir más de su mundo con ellas.
—¿Qué haremos para el solsticio de verano? —Preguntó Sarah con entusiasmo.
Ante la pregunta de Sarah, Brook y Darlene intercambiaron miradas cargadas de misterio. Brook tomó la iniciativa de hablar primero:
—Sé que estás emocionada con la idea de celebrar el solsticio, Sarah, pero este año habrá algunos cambios y lamentablemente no podrás participar. La sonrisa desapareció del rostro de Sarah:
—Pero, ¿cómo es posible? ¿Por qué? —preguntó con desesperación en su voz.
Con determinación, Darlene comunicó:
—Tu prima Isabelle está por llevar a cabo su iniciación como miembro oficial de la Organización. Solo se permite la presencia de miembros oficiales y algunos invitados que ya hayan completado su primera iniciación y posean suficiente experiencia.
Sarah bajó la cabeza para ocultar su tristeza en los ojos. Al notar la aflicción de su hija, Brook le preguntó si Patricia ya tenía programada su iniciación.
Sarah respondió con un temblor en su voz:
—No, aún no ha dicho nada.
Darlene demandó a su hija Brook. —Ese no fue el acuerdo que hicimos con Patricia. Tendrás que visitarla; no es posible que mi nieta aún no tenga una iniciación programada, —continuó elevando la voz.
Brook contestó:
—En cuanto pase el solsticio iré a verla, madre.
Darlene interrumpió con firmeza. —No, yo iré. Siento que esto es algo personal. No permitiré que Patricia mantenga distanciada a mi nieta por lo pasado. Sarah también tiene derechos y proviene de un linaje de brujas; no es una bruja cualquiera, —concluyó muy enojada.
—No será necesario madre, iré yo personalmente. —Volvio a inquirir la madre de Sarah.
—Está bien, te dejare ir, pero si no traes respuesta concreta yo misma iré a verla.
Darlene se sentó en uno de los muebles; Brook y Sarah hicieron lo mismo.
—Sarah, cuéntame más sobre esta Gianna. Me intriga por qué Patricia parece estar tan interesada en ella. —Dijo la abuela con voz de intriga.
—Bueno, Gianna es nueva en la mansión. Acaba de descubrir que es una bruja, y está tratando de ponerse al día con todo. Patricia debe ver mucho potencial en ella. —Respondió Sarah sin revelar demasiado.
—¿Solamente potencial? ¿Eso es todo? —Preguntó Darlene levantando una ceja. —Resulta curioso que Patricia esté tan enfocada en una novata cuando hay otras brujas que requieren su atención. Como tú, —añadió.
—Sí, abuela, pero Gianna tiene una historia complicada. Patricia solo quiere asegurarse de que reciba la ayuda que necesita. —Dijo tratando de mantener la calma.
Darlene miró fijamente a los ojos a Sarah. —¿Y no crees que este enfoque en Gianna puede haber afectado tu propia iniciación? Sabes lo importante que es seguir el calendario de iniciación. Patricia nunca ha fallado en eso hasta ahora.
—No creo que sea culpa de Gianna. A veces las cosas simplemente no salen como se planean. —Respondió Sarah evitando la mirada de su abuela.
—Darlene, tal vez Sarah tiene razón. Puede haber muchas razones para el retraso. —Dijo Brook mientras una muchacha de servicio entro con una bandeja para servirles él te.
Darlene acepto la taza de té sin desviar su mirada de Sarah; —Tal vez, pero mi intuición me dice que hay más en esta historia. Sarah, ¿has notado algo extraño en la mansión últimamente? Algo que pueda explicar por qué Patricia está tan distraída. —