Capítulo 17

La luz del sol entraba suavemente por las ventanas de la casa de la familia de Sarah, creando un ambiente sereno. Isabelle, todavía recuperándose del ritual de la noche anterior, se sentó en la cocina, mirando su taza de té con ojos vidriosos. Siente una extraña frialdad en su interior, una voz que no es suya susurrando en el fondo de su mente. Darlene, elegantemente vestida con un traje verde claro, entró a la cocina y se sentó frente a ella.

—Isabelle, ¿cómo te sientes esta mañana? —Preguntó Darlene con expectativas.

—Diferente. Pero estoy bien, abuela. —Respondió Isabelle con una voz fría.

—Eso es natural después de un ritual como el de anoche. Tu iniciación fue un gran paso, y ahora formas parte de algo más grande. —Asintió Darlene lentamente.

Isabelle asiente ligeramente, sintiendo la presencia del demonio en su interior. La frialdad que experimenta la hace mirar a su abuela con una nueva distancia.

Con una voz suave pero firme Darlene habló:

—Isabelle, hay otro tema del que necesito conversar contigo. Tu prima Sarah tiene una amiga llamada Gianna, quien ha llamado la atención de Patricia. Es crucial que hables con Sarah y consigas información sobre Gianna, ya que es importante para nuestros planes confirmar quién es la chica.

—¿Por qué es tan relevante, abuela? ¿Qué tiene de especial Gianna? —inquirió Isabelle, frunciendo el ceño mientras trataba de comprender.

—Patricia está mostrando un interés inusual por Gianna, que tiene un propósito específico para ella. Necesitamos averiguar qué está tramando y cuál es el papel de Gianna en todo esto —dijo con seriedad.

—¿Y qué deseas que haga, abuela? —preguntó Isabelle, sintiendo que su voz se volvía más fría.

Darlene le habló con un tono calculador. —Habla con Sarah. Gánate su confianza y averigua todo lo que puedas sobre Gianna. Su historia, sus habilidades, cualquier cosa que nos dé una pista sobre él porque Patricia está tan interesada en ella. Pregúntale sobre su madre, su familia, sobre todo.

Isabelle asintió lentamente, sintiendo una extraña mezcla de emociones: la lealtad a su abuela y la fría influencia del demonio que ahora habita en ella. Se levantó de la mesa, decidida a cumplir con la tarea encomendada. —Lo haré, abuela. Haré lo que sea necesario. —Dijo muy decidida.

—Sabía que podía contar contigo, Isabelle. Recuerda, esto es por el bien de nuestra familia y de la Organización. —Expresó Darlene con satisfacción. —No podemos dejar que Patricia y la muchacha destruyan nuestra organización.

—¿Por qué querían destruirla? —Preguntó la joven.

Darlene suspiró antes de continuar, —Ya sabes lo sucedido anoche, pero es la única forma en que podemos tener el poder, tú eres ahora una bruja poderosa y si haces las cosas bien serás mi sucesora, no confió en tu tía Brooks. En cambio, tú, tú eres igual que yo, sé que estas sedienta de poder. —Dijo la abuela hablando más para el demonio que para su nieta.

La joven bruja con una mirada fría asintió. Su mente estaba trabada entre sus propios pensamientos y los del demonio.

*****

Más tarde ese día, Sarah estaba sentada en el sofá, leyendo un libro, cuando Isabelle entra en la sala. Sarah miró a su prima con una mezcla de curiosidad y preocupación.

—Isabelle, ¿cómo te sientes hoy? —Preguntó Sarah con una sonrisa tímidamente.

—Estoy bien, Sarah. Solo quería hablar contigo un momento. Antes de que te regreses a la mansión. Hace tiempo no compartíamos. —Dijo tratando de ser cálida. ¿Cómo te ha ido en la mansión? —Preguntó.

—Bien, no me puedo quejar, me tratan muy bien. Se que mi abuela está molesta porque Patricia aún no tiene una fecha para mi primera iniciación.

—¿Y a qué se debe? —Pregunto Isabelle, fingiendo empatía.

—No lo sé, la verdad. No creo que sea por algo en particular, aunque mi abuela dice que es por la nueva chica, quien es mi amiga.

—¿Por qué crees que Darlene piensa eso?

—¡Darlene! ¿De cuándo acá llamas a la abuela por su nombre? — Preguntó Sarah riéndose.

—No lo sé, creo que, desde el ritual, —dijo fríamente. La chica no se había percatado de su forma de hablar.

—Bueno, no me acostumbro a escucharte llamarle Darlene.

—Pero no respondiste mi pregunta, —incitó Isabelle.

—Únicamente le dije a mi abuela que Gianna a pesar de que recién descubrió sus poderes ha demostrado un poder increíble. Que tal vez por eso ha llamado la atención de Patricia, nada más. Gianna es realmente especial. Está tratando de encontrar a su madre, y Ethan la está ayudando.

—Eso suena fascinante. Me encantaría conocerla mejor. Quizás podríamos pasar más tiempo juntas, las tres. —Dijo con una sonrisa que no llegaba a sus orejas. —¿Y que le paso a su madre? —Preguntó naturalmente.

Sarah asiente, sintiéndose un poco más cómoda le contó sobre la desaparición de Rebecca y como ella ese día había ayudado a Patricia a rescatarla sin saber que Gianna estaba a punto de ser secuestrada. Isabelle, sin embargo, siente una creciente frialdad interior, su nueva naturaleza demoníaca empezando a tomar el control. —Pobre chica, solo el Universo sabrá él porque le pasan esas cosas. —Expresó la joven.

Mientras la conversación continúa, Isabelle se da cuenta de que la influencia del demonio está cambiando su percepción y sus emociones, haciendo que su lealtad a su abuela y a la Organización sea cada vez más firme.

—¿Quieres que te acompañe a la mansión? Así podría conocer a Gianna y que la abuela se quede más tranquila.

—Me encantaría Isabelle, gracias por ser buena prima. Te he echado de menos. —Dijo Sarah con sinceridad.

—Lo sé, lo se. — Replicó Isabelle.

*****

—¿Ya tienes todo listo para regresar a la mansión? Escuché a la abuela decirle al chofer que debía llevarte antes de las siete, — dijo Isabelle mientras se sentaba en la cama de la habitación de Sarah, observándola con curiosidad.

Sarah asintió mientras organizaba algunas prendas en su maleta. —Sí, ya casi termino. Solo falta un par de cosas, — respondió, cerrando la cremallera de una bolsa pequeña. —Le diré a Steven que venga por mis cosas en un momento