Gianna y Maya avanzaban en silencio, el aire húmedo de la noche tras la tormenta se sentía pesado con anticipación. A medida que se acercaban, Maya se detiene y le hace una señal a Gianna. —Gianna, observa. —Dijo Maya en voz baja.
En un parpadeo, Maya se transformó en un gato negro. Gianna observó con asombro y fascinación cómo su amiga se convierte en una elegante y ágil criatura. Sin decir nada más, Maya avanzó silenciosamente hacia la cabaña, sus pasos ligeros e inaudibles en el suelo del jardín. Gianna la siguió, todavía sorprendida por la transformación. Al llegar a la cabaña, Gianna llamó suavemente a la puerta. Ethan, con su habitual aire despreocupado, le abrió. Con una sonrisa pícara el demonio tomo a la chica por su cintura y la besó. Gianna entró, tratando de mantener la compostura, mientras el gato negro se deslizó tras ella sin ser visto por Ethan.
—Necesitamos hablar sobre las Hermandad de la Noche Eterna. Hay cosas que necesitamos saber, y podrías ayudarnos. —Dijo la bruja tímidamente.
Ethan cerró la puerta y se acercó a Gianna, sus ojos brillando con interés.
— Claro, pero antes de eso, ¿no crees que podríamos aprovechar un momento juntos? —Asintió el demonio con una voz seductora.
Antes de que Gianna pudiera responder, Maya se transformó de nuevo en su forma humana, sorprendiendo a Ethan.
—No tenemos tiempo para juegos, Ethan. Soy Maya, y he venido a ayudarte con esto. Mi familia pertenece a esa hermandad y creo que puedo colaborar.
Ethan dio un paso atrás, sorprendido por la revelación. —¿Tú? ¿Eres parte de esas brujas? —Preguntó con seriedad.
—Lo era. Conozco sus métodos, sus rituales y sus riesgos. Si vamos a acercarnos a ellas, necesitamos estar preparados para lo peor. —Asintió la joven.
—Maya ha estado huyendo de ellas y Patricia la ha estado protegiendo. Ella sabe lo que enfrentamos y está dispuesta a ayudarnos. —Habló Gianna mirando a Ethan.
—Bien, Maya. ¿Qué puedes decirnos sobre los riesgos? —Dijo el demonio recuperando su compostura.
—La Hermandad de la Noche Eterna son extremadamente poderosas y peligrosas. Se alimentan del miedo y la desesperación. Son maestras de la manipulación y no dudarán en pedir algo a cambio que sea difícil de conceder, algo personal y valioso. Además, tienen la habilidad de convertirse en criaturas nocturnas, lo que las hace casi imposibles de rastrear durante el día.
—Eso no es nuevo Maya. —Dijo Ethan con tono desesperado. —necesitaremos un plan sólido y estar dispuestos a enfrentar cualquier cosa, —continuo el demonio.
—Estoy dispuesta a ayudarlos, pero debemos ser muy cuidadosos. Cada movimiento debe ser calculado y debemos estar listos para cualquier cosa que nos pidan a cambio.
—¿Cómo llegamos a ellas? —Preguntó Ethan.
—Para llegar hasta la hermandad, primero necesitamos localizar su refugio y antes que me pregunten, si, se dónde queda. Se ocultan en un antiguo bosque encantado, en el medio del bosque Nacional donde la entrada está protegida por barreras mágicas. Mi familia me enseñó cómo atravesar estas barreras, pero necesitamos estar preparados para enfrentar sus defensas. —Respondió la bruja mientras observaba a ambos.
—¿Qué tipo de defensas? —Fue Gianna esta vez quien habló.
Maya les dijo con seriedad:
—La entrada al bosque está protegida por ilusiones y criaturas mágicas. Si no sabemos exactamente a dónde vamos, podríamos perdernos o ser atacados. Pero hay un camino secreto que mi madre me mostró cuando era pequeña. Es peligroso, pero nos llevará directamente a su refugio.
—¿Cuál es ese camino? —Preguntó Ethan con interés.
Luego de un gran suspiro la muchacha respondió:
—Está en la parte más densa del bosque, cerca de un río que fluye hacia el norte. Hay un puente de piedra antigua que solo es visible bajo la luz de la luna llena. Debemos llegar allí y cruzarlo antes de que amanezca, o las ilusiones se harán más fuertes y no podremos encontrar el camino.
—Entonces debemos esperar a la próxima luna llena. ¿Qué más necesitamos saber? —Expresó Gianna con determinación.
— Una vez que crucemos el puente, debemos tener precaución. La Hermandad siempre requieren algo a cambio de su ayuda: pueden pedir un objeto valioso, un secreto profundo o incluso un sacrificio. Debemos estar listos para negociar y no dejarnos intimidar. Ethan, —la joven pronunció su nombre con determinación. —Será arriesgado para ti ingresar allí, podría poner en peligro a nuestro grupo. Yo puedo encargarme de guiar a las chicas que nos acompañen. Conozco sus rituales y costumbres, puedo asegurarme de que no infrinjamos ninguna regla, lo cual sería desastroso. Además, sé cómo ganar tiempo si las cosas se complican. Puedo transformarme en gato y explorar lugares inaccesibles para nosotros en forma humana, —continuó.
La expresión en el rostro de Ethan cambió notablemente. —No expondré a Gianna a peligros ni la dejaré bajo el cuidado de un gato —replicó el demonio con voz llena de ira.
—¡Ethan, por favor! —Expresó Gianna. —Maya nos está ayudando, no te corresponde hablarle así.
—Tranquila, Gianna, comprendo que es propio de los demonios creerse superiores. Ethan, solo puedo asegurarte que sin mí no lograrás llegar siquiera a la entrada del bosque. Si te consideras poderoso, te desafío a llegar hasta allí; dudo que sobrevivas para contarlo y es muy probable que acabes como tu hermano o peor. —Las palabras de Maya resonaron con determinación.
—Lo lamento, no fue mi intención expresarme de esa manera. Simplemente no puedo tolerar la idea de que le pase algo a Gianna, ya he sufrido la pérdida de mi hermano, que era lo que más quería en el mundo. —Dijo exasperadamente el demonio mientras pasaba su mano por los lados de su cabeza.
Maya notó sinceridad en las palabras del demonio. —Necesitamos amuletos de protección para cada uno de nosotros. También debemos llevar ofrendas que podrían interesar a las Hermanas: objetos antiguos, reliquias familiares o algo de valor emocional. Y, lo más importante, debemos tener un plan de escape en caso de que las cosas salgan mal. Ethan podrías quedarte en las afueras del bosque si aun quieres acompañarnos, entiendo tu preocupación.