Portal de Sombras

Capítulo 34

Maya fue despertada temprano por el sonido inquietante de un cuerno ceremonial que resonaba en todo el bosque. Sabía que significaba que algún ritual estaba por comenzar. Con el corazón acelerado, corrió hacia la cabaña de su madre, Irene, en busca de respuestas.

—Mamá, ¿qué está pasando? — exclamó Maya, apenas conteniendo su pánico. —Necesito saber qué planea hacer la abuela con Gianna. ¡Dímelo ahora mismo! —

Irene, con la mirada llena de preocupación y culpa, titubeó, su respiración entrecortada mientras reunía el valor para revelar la verdad. Sabía que no podía ocultar más lo que había estado guardando durante tanto tiempo. La gravedad de lo que estaba a punto de decirle a Maya pesaba sobre ella como una losa, y la duda y el miedo la mantenían paralizada. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, habló con voz temblorosa, cada palabra impregnada de remordimiento.

—Maya, tu abuela Úrsula... ella no es lo que parece. —Irene tragó saliva, su voz apenas era un susurro, como si temiera que, al decirlo en voz alta, la verdad se volviera aún más ineludible. — Tiene cientos de años, ha vivido más vidas de las que puedas imaginar.

—Tu abuela ha mantenido su vida mediante rituales oscuros, — explicó Irene, su voz temblorosa. —Cada cierto tiempo, necesita un cuerpo joven y poderoso para transferir su alma. Gianna es perfecta para eso; tiene un poder innato que Úrsula desea. El plan es hacer una transferencia de alma, usando el cuerpo de Gianna para que Úrsula pueda seguir viviendo. —

Maya se sintió enferma al escuchar las palabras de su madre. Las palabras de Irene cayeron como un golpe sobre Maya, quien sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor. La joven bruja intentó procesar lo que Irene le estaba diciendo, pero su mente se resistía a aceptarlo.

—¡Eso es una abominación! ¡Es una injusticia! No podemos permitir que haga esto. Mamá, dime cómo detenerlo. —

Irene miró a su hija con tristeza. —Una vez que el ritual comience, será difícil detenerlo. Si lo interrumpimos, corremos el riesgo de que Gianna muera...

—Entonces no tenemos opción, — dijo Maya, su mente trabajando rápidamente. —Debemos detener el ritual antes de que comience. —

Maya comenzó a idear un plan. Necesitaba aliados, y sabía que no podía confiar en muchas de las brujas del bosque, pero quizás podría encontrar apoyo entre los demonios y las pocas brujas que también rechazaban las prácticas oscuras de Úrsula. El problema no podía salir del bosque. No había tiempo.

—Mamá, necesito que me ayudes. Sé que tienes poder aquí, y sé que no quieres que Gianna sufra este destino. ¿Hay alguna manera de crear una distracción o retrasar el ritual? —

Irene asintió, aunque dudosa. —Es muy arriesgado detener el proceso, y es peligroso. Si Úrsula se da cuenta de lo que estamos haciendo, estaremos en graves problemas. —

—Lo sé, mamá. Pero tenemos que intentarlo. — Maya respiró hondo, su resolución firme. —Primero, necesitamos sacar a Gianna de donde este y que la abuela no esté cerca de ella. ¿Podrías distraer a la abuela?

—Haré todo lo que pueda para mantenerlas ocupadas. Pero necesitas ser rápida. —asintió Irene. —No sé si esto funcionara Maya, — dijo dubitativa.

—¿Sabes dónde tienen a Gianna? —Preguntó Maya.

—Está en una celda en lo profundo del bosque. Es casi imposible llegar allí, —informó Irene. —Además las celdas están cerradas con magia, dudo que puedas abrirla, —añadió.

Maya se dirigió hacia lo profundo del bosque sin importar lo que le haya dicho su mama tomó su forma de gato y comenzó a buscar las celdas. Tomando un desvío a través del bosque para evitar ser vista. Al llegar, encontró a dos brujas vigilando la entrada. Recordando los hechizos de distracción que su madre le había enseñado, comenzó a recitar un conjuro en voz baja, enviando una nube de confusión hacia las brujas. Las dos brujas comenzaron a discutir acaloradamente, permitiendo que Maya se acercara sigilosamente.

Maya llegó a la celda y vio que era Marina quien se encontraba allí, tomó su forma humana y susurró al demonio a través de las barras. —Marina, estoy aquí para sacarte. Debemos ayudar a Gianna y a detener este ritual antes de que sea demasiado tarde.

Marina, con ojos llenos de esperanza y desesperación, asintió. —Gracias, Maya. —¿Pero de que ritual hablas? —preguntó casi en un susurro.

Maya usó un hechizo para desbloquear la celda y ayudó a Marina a salir. —Tenemos que ser rápidas y silenciosas. Mamá está creando una distracción, pero no durará mucho. Tengo que encontrar a Ethan y a Gianna, sobre todo. Luego te cuento lo del ritual.

Mientras se movían a través del bosque, Maya y Marina se encontraron con Ethan, quien había logrado escapar de las brujas gracias a su propia astucia y encantos.

—¡Ethan! — exclamó Marina, abrazándolo con fuerza.

—Maya, ¿qué hacemos ahora? — preguntó Ethan, su voz urgente. —¿Dónde está Gianna? —

Maya explicó:

—Nuestro primer paso es localizar a Gianna e impedir que Úrsula inicie el ritual. Además, tenemos que hallar y eliminar los objetos de poder que ella requiere para llevar a cabo la ceremonia. Sin esos objetos, le resultará imposible completar la transferencia de almas. —

El demonio, totalmente desconcertado, preguntó: —¿A qué te refieres, Maya?—



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En el texto hay: romance juvenil, brujas, magia

Editado: 14.11.2024

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