Unas semanas habían transcurrido sin ningún evento significativo en la mansión Celestite. Las chicas seguían practicando y entrenándose en la magia de ataque y protección, con Berenice ya integrada en las clases y Ethan también asistiendo regularmente. Los días pasaban tranquilos, pero siempre con la sombra de la incertidumbre acechando.
Un día, mientras Maya se encontraba en el patio con las jóvenes practicando, observó que un ave negra volaba directamente hacia su habitación. Maya podía sentir la magia que emanaba de aquella criatura. En cuanto pudo, se excusó y se dirigió rápidamente a su cuarto. Al llegar a su habitación, no encontró a nadie, pero sí una nota dejada sobre su escritorio. La nota advertía que su abuela Úrsula estaba en sus últimos días si no encontraba un alma de una bruja joven para hacer la transferencia. A Maya le pareció insólito y horrendo pensar en lo que estuvo a punto de ocurrirle a Gianna.
La nota, en un tono misterioso, añadía algo más: esta vez, la bruja se había unido a la Organización Oscura para capturar el alma de un demonio. Y ese demonio era Ethan. Con el corazón acelerado, Maya salió de su habitación y buscó a Gianna. En cuanto terminó la clase, Maya la llevó aparte para contarle lo que había descubierto. Ambas decidieron que no podían perder tiempo y fueron a buscar a Ethan en su cabaña para informarle sobre los planes de la Hermandad de la Noche Eterna.
—Ethan, necesitamos hablar contigo. Es urgente. —anunció la joven bruja mientras golpeaba la puerta con fuerza.
El demonio abrió la puerta y preguntó: —¿Qué ocurre? ¿Por qué están tan inquietas?
Maya le pasó la nota a Ethan, quien la leyó con expresión seria.
—No puedo creerlo... ¿Úrsula se ha unido a la Organización Oscura? —exclamó el demonio, sorprendido.
—Sí, y tienen planes para capturarte y usar tu alma. No podemos permitir que eso suceda. —La voz de Gianna reflejaba su preocupación.
Ethan asintió, su mente ya trabajando en posibles estrategias. —Necesitamos fortalecer nuestras defensas y estar siempre en alerta. No podemos permitir que nos tomen por sorpresa. Maya, ¿hay algo más en la nota que podamos usar a nuestro favor? —
—Solo decía que el tiempo se está agotando para Úrsula. Eso significa que actuarán pronto. Debemos estar preparados para cualquier cosa. —Respondió la joven.
Los tres intercambiaron miradas, plenamente conscientes de la seriedad del momento. Eran conscientes de que debían actuar con rapidez y astucia para salvaguardarse a sí mismos y a los demás en la mansión. La confrontación con la Hermandad de la Noche Eterna y la Organización Oscura estaba a punto de elevarse, y tenían que estar preparados para afrontarla.
*****
En el patio de la mansión donde las chicas entrenaban, Ethan se dirigió a Berenice y la apartó del grupo para tener una conversación a solas. Gianna permaneció observando con emociones encontradas, pero había algo en su interior que le indicaba que debía confiar en Ethan.
—¿Qué pasa Ethan? preguntó la maestra. —¿Cuál es la urgencia?
Ethan le mostró la nota que Maya había recibido. Berenice la leyó, su rostro se ensombreció al comprender la gravedad de la situación. —Necesito tu ayuda. Quiero visitar al Rey Astarot en el mundo de las sombras. Sé que se me ha prohibido regresar, pero esta situación es diferente. No quiero que me atrapen, si lo logran, ¿Cómo liberare a Dylan?
—Ethan, sabes que es muy arriesgado. Astarot te prohibió regresar por una razón. Respondió Berenice.
—Soy consciente de ello, pero no podemos dejar que la Hermandad de la Noche Eterna y la Organización Oscura me atrapen. Necesito descubrir si hay alguna manera de protegernos más eficazmente —dijo el demonio con angustia. —Astarot podría brindarnos su ayuda; él te escuchará, es tu padre —agregó bajando un poco la voz.
Berenice suspiró, entendiendo la desesperación y la urgencia en la voz de Ethan. Después de discutir el asunto, finalmente cedió. —Está bien, Ethan. Te llevaré al mundo de las sombras, pero tenemos que ser rápidos y discretos. No debemos perder tiempo.
—Gracias, Berenice. No sé cómo podré agradecerte esto. —Asintió el demonio.
La maestra tomó la mano del demonio y dijo:
—Solo prométeme que serás cuidadoso. No quiero perder a nadie más.
Como no debían perder tiempo, Berenice dio el resto de la tarde libre a las muchachas. Ethan se dirigió a Gianna viendo su rostro lleno de preocupación.
—Iré al mundo de las sombras. Hablaré con el Rey Astarot, tal vez él pueda ayudarme.
—Esto suena muy peligroso, ¿vas a estar bien? —Preguntó Gianna.
—Lo sé, Gianna, pero no tenemos otra opción. —Respondió el demonio mientras la abrazaba. —Prometo que volveré. —añadió.
Berenice se acercó a ellos interrumpiéndolos.
—Cuiden de la mansión mientras estamos fuera. Intentaremos regresar lo antes posible.
Gianna hizo un gesto de asentimiento, consciente de que tenía que confiar en Ethan y Berenice. Con el corazón lleno de tristeza, observó cómo se internaban en el bosque, rumbo al Tártaro. Tenían que estar listos para lo que estaba por venir. Quizás otra batalla más, esta vez para ayudar a Ethan.
*****
Gianna y Maya se dirigieron hasta la mansión para hablar con Elena. Al encontrarla en la biblioteca, Gianna tomó una respiración profunda y comenzó a hablar. —Elena, necesitamos hablar contigo. Es urgente.
—¿Qué ha pasado? Preguntó la bruja mientras cerraba el libro que leía.
—Recibimos una nota. Úrsula y la Organización Oscura están planeando capturar a Ethan para usar su alma. — Esta vez habló Maya.
Elena estaba muy preocupada, era evidente el afecto que tenía por Ethan. Su rostro se tornó serio mientras asimilaba la información.
—No podemos permitir que esto ocurra. Ethan forma parte de esta familia. Iré a hablar con Patricia —dijo con resolución en su mirada.
—Gracias, Elena. Somos conscientes de que es arriesgado, pero Ethan merece nuestro apoyo —comentó Gianna.